2020 fue el año más caluroso jamás registrado. Y como cada año, la intensidad y frecuencia de los desastres continúa aumentando a causa del calentamiento global. Se registraron cifras récord de huracanes, incendios forestales que consumieron miles de millones de hectáreas, olas de calor extremo, sequías profundas, y, en octubre, el hielo marino del Ártico llegó al nivel más bajo en su historia, entre muchas otras consecuencias que experimentaron comunidades en todo el mundo. Por ello, el propósito más urgente de la humanidad debe ser trabajar para alcanzar la neutralidad de carbono para 2050 y limitar el aumento de la temperatura del planeta.
La neutralidad de carbono es el equivalente a un resultado neto de cero emisiones cuando a las emisiones totales se restan las que capturan ecosistemas como bosques, océanos o manglares. Por tanto, si queremos ser carbono neutrales en 30 años debemos, por un lado, reducir las emisiones globales, y por otro, aumentar la capacidad natural de absorción de carbono de nuestros ecosistemas. Para alcanzar la neutralidad de carbono es necesario reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) cada año en 7.6% a partir de ahora y hasta 2030, lo que comprende una reducción anual del 6% en la producción de combustibles fósiles.
Muchos gobiernos ya están avanzando en la dirección correcta; la Unión Europea, Reino Unido, Japón y más de 110 países se han comprometido a neutralizar sus emisiones de carbono para 2050, y China indicó que lo hará antes de 2060. Estos países representan 65% de la emisiones globales y el 70% de la economía global; sin embargo, Científicos de Climate Change News aseguran que lograr la neutralidad de carbono no es suficiente para combatir los efectos del cambio climático. Estos esfuerzos deben complementarse con medidas de adaptación, resiliencia y movilización de financiamiento climático para que países en desarrollo puedan hacer frente a los costos humanos y económicos que ya están enfrentando por la crisis climática. The Climate Reality Project te comparte algunos mitos y posibles soluciones que existen sobre los objetivos de carbono cero neto.
Mito 1: Lograr las emisiones netas cero para 2050 es responsabilidad de los gobiernos.
Realidad: Alcanzar la neutralidad de carbono para asegurar la supervivencia y el bienestar de generaciones futuras es responsabilidad de todos. Como individuos, debemos modificar nuestros hábitos y vivir de una manera más sostenible. El sector privado también es responsable de aumentar su ambición y acelerar soluciones dentro de sus procesos; hoy, 1,397 empresas y 74 de los inversionistas más importantes ya han hecho compromisos con la neutralidad de carbono para 2050. De acuerdo con datos de Naciones Unidas el cambio a una economía verde generará puestos de trabajo y podría generar ganancias económicas directas de 26 billones de dólares al 2030 en comparación con la tendencia actual.
Mito 2: La financiación de proyectos de energía renovable es suficiente para compensar las emisiones de los combustibles fósiles
Realidad: En muchos países las energías limpias sólo se han incorporado al sistema energético sin dejar de lado los combustibles fósiles, sin embargo, la emergencia climática a la que nos enfrentamos requiere de una transición acelerada y ambiciosa hacia fuentes de energía renovable. Además de reducir drásticamente las emisiones de carbono, la energía renovable ahora es más barata que los combustibles fósiles en la mayor parte del mundo.
La implementación del transporte eléctrico a gran escala, impulsado por energía renovable, también jugará un papel muy importante en la reducción de emisiones, con la ventaja adicional de reducir drásticamente la contaminación del aire en las principales ciudades del mundo.
Mito 3: La reducción ambiciosa de emisiones es suficiente para alcanzar la neutralidad de carbono para 2050
Realidad: Reducir emisiones es sumamente importante para alcanzar la neutralidad de carbono, pero también necesitamos eliminar el carbono que hemos depositado en la atmósfera en las últimas décadas. La solución a este problemas existe en la naturaleza desde hace miles de años, en los bosques, manglares y bosques de algas en el océano, que son ecosistemas altamente eficientes para absorber carbono. Alrededor del mundo se están realizando enormes esfuerzos para impulsar soluciones basadas en la naturaleza (SBN) para evitar el cambio de uso de suelo, regenerar bosques y rehabilitar áreas de manglares, así como para mejorar las técnicas agrícolas. Éstas podrían aportar un tercio en la reducción neta de emisiones de GEI, a la vez que preservar y regenerar importantes ecosistemas nos ayuda a regresar a la tierra el carbono que hemos depositado en la atmósfera para convertirlo de nuevo en vida a través del ciclo del carbono.
Mito 4: Las plantaciones de árboles jóvenes capturan más carbono que los bosques antiguos sin ser perturbados
Realidad: Los bosques antiguos, especialmente los árboles y suelos contienen siglos de absorción de carbono y son capaces de continuar capturando carbono durante cientos de años más. Perturbar o cortar los bosques antiguos significa que todo ese carbono almacenado durante cientos de miles de años sería liberado y podría tardar años en recapturarse, la humanidad no tiene tiempo que perder. La mejor alternativa es la protección de los ecosistemas, la reforestación de bosques y selvas que ya se hayan perturbado, y utilizar espacios disponibles para aforestación que antiguamente no cumplían la función de bosque.
Mito 5: Las soluciones tecnológicas para la eliminación del dióxido de carbono resolverán el problema.
Realidad: Sin duda, los constantes avances tecnológicos se están convirtiendo en un aliado para combatir el cambio climático, no obstante, en el caso de la captura de carbono las soluciones tecnológicas siguen siendo muy costosas y poco eficientes en comparación con las soluciones que nos ofrecen los ecosistemas de manera natural. No podemos confiar el futuro del planeta sólo a la tecnología; la participación de todas las personas y de todos los sectores es fundamental para modificar los actuales modelos de desarrollo y aprovechar las enormes oportunidades económicas que conlleva la acción climática.
Es imprescindible acelerar la transición energética hacia fuentes renovables, hacer de nuestras ciudades lugares más sustentables e inteligentes, ampliar la movilidad eléctrica, integrar el objetivo de la neutralidad de carbono en todas las decisiones económicas y políticas, además de restaurar nuestros ecosistemas.
Si quieres conocer más sobre las soluciones ante la mayor amenaza que enfrentamos como humanidad, puedes solicitar una plática virtual gratuita en las redes sociales de Climate Reality Project @ClimateLatino para tus familiares, amigos, vecinos, empresa o escuela. Es tiempo de tomar acción urgente y lograr un futuro sostenible para las próximas generaciones.