La mañana del 16 de octubre de 2017, nos despertamos con la trágica noticia: Portugal registró un nuevo récord de incendios con más de 443 fuegos forestales declarados. Muchas familias intentaron huir de las llamas. Unos lo consiguieron, otros no. Casi 50 personas han perdido su vida. Cerca de 1.500 hogares y más de 500 de negocios han sido afectados.
Uno de ellos ha sido el de Sonae Arauco. La noche del 15 al 16 de octubre, en las fábricas de Sonae Arauco en Mangualde y Oliveira do Hospital, separadas por casi 60 km, se vivió un auténtico infierno. Las fábricas sufrieron importantes daños, aunque, afortunadamente, no llegaron a arder por completo gracias a la valentía de sus trabajadores. Esa noche quedará para siempre grabada en la memoria de Sonae Arauco porque los trabajadores pusieron en riesgo sus vidas para salvar ambas plantas.
Aquel día, los empleados de Sonae Arauco decidieron quedarse, arriesgando sus vidas y desobedeciendo las órdenes de las autoridades. Combatieron el fuego y lucharon hasta el final para salvar las fábricas. Algunos de ellos tardaron en salir de las fábricas 24 horas, “completamente agotados, con los ojos rojos y la cara tiznada por el humo” recuerda Fernanda Almeida, responsable de R.R.H.H de las fábricas de Mangualde y Castelo de Paiva.
Todos los trabajadores tienen formación para reaccionar en caso de incendio y las fábricas están preparadas, pero lo que pasó hace dos años, por las características del fuego, no podía ser anticipado sino combatido.
Los incendios marcaron un antes y un después en el país. El fuego sorprendió a todos. Dos años después de la tragedia, el país entero ha cambiado y con él, Sonae Arauco.
Desde el día siguiente a los incendios, la compañía se volcó en estar cerca de los empleados ayudándoles a afrontar el futuro. Quería que supieran que no estaban solos. Por ello, mantuvo todos los puestos de trabajo, abonó los salarios e implementó programas de mejoras operativas que han dado como resultado fábricas más modernas y eficientes, batiendo récords en productividad.
Iniciativas para mejorar y apoyar la recuperación de los bosques
A lo largo de este año, además Sonae Arauco ha promovido una serie de iniciativas de responsabilidad social, con especial atención a las zonas forestales afectadas por los incendios de 2017. La primera acción de reforestación tuvo lugar el 30 de marzo en Oliveira do Hospital, donde se llevaron a cabo actuaciones en más de tres hectáreas de un área forestal afectada.
En este último trimestre, la compañía llevará a cabo una acción similar en Mangualde, poniendo así el foco en las comunidades donde está presente y que han sido las más afectadas por los incendios.
Por otro lado, la necesidad de desarrollar la investigación, la innovación y la transferencia de conocimiento y tecnología para mejorar la gestión forestal sostenible en Portugal fue el motivo de la creación del CoLAB ForestWISE, el Laboratorio de Colaboración Forestal para la Gestión Integrada de los Bosques y los Incendios, con sede en la Universidad de Trás-os-Montes e Alto Douro (UTAD), del que Sonae Arauco ha sido socio desde su creación. Además, con el fin de fomentar una gestión forestal responsable, la empresa concede a los proveedores una prima de 2 euros/tonelada por la madera certificada PEFC o FSC, siendo este último, uno de los principales sistemas de certificación forestal del mundo, cuya misión es mejorar la gestión de los bosques.
En cuanto a la sensibilización para la prevención de incendios rurales, Sonae Arauco, junto con otras empresas del grupo Sonae, se ha sumado a la iniciativa “Portugal Chama”, con el objetivo de alertar a la población sobre la necesidad de evitar conductas de riesgo y aumentar la percepción de que ésta es una causa para todos y que requiere un esfuerzo nacional.
La visión de Sonae Arauco es crear soluciones a base de madera para un futuro y un planeta mejor, mejorando la calidad de vida de las personas y la sostenibilidad. Como material renovable, reutilizable y reciclable, la madera es una solución a muchos de los principales desafíos sociales, como el cambio climático, el crecimiento de la población y la creciente urbanización.