Como líderes empresariales e inversores de toda Europa, estamos decididos a colaborar con vosotros/ustedes para abordar el impacto de la COVID-19 en la economía y la salud; y, paralelamente, crear un entorno que permita una recuperación más sólida y climáticamente resiliente para salir más fuertes de la pandemia.
El acuerdo alcanzado en el Consejo Europeo celebrado el pasado mes de julio es un hito importante. Pero la ambiciosa implementación del paquete de recuperación centrado en la transición digital y la recuperación verde para situar el Pacto Verde Europeo en su centro es una necesidad imperiosa.
Esto implica tanto un “estímulo verde” del gasto público y la inversión, como lanzar señales al mercado que incentiven la inversión privada y la orienten hacia resultados ‘verdes’.
Tomar ahora las decisiones correctas puede ayudarnos a proteger y crear comunidades saludables y justas, así como a crear una hoja de ruta que nos conduzca a una economía próspera. Para que Europa consiga su ambición a largo plazo de convertirse en el primer continente climáticamente neutro para 2050 es necesario adoptar medidas urgentes que amplíen nuestro rango de actuación/nuestra capacidad de acción.
Desde un punto de vista empresarial y financiero es esencial contar con una hoja de ruta clara, calendarios específicos para cada sector y con una regulación que permita grandes inversiones en soluciones neutras en emisiones de carbono.
Esto, a su vez, nos proporcionará la confianza necesaria para invertir adecuadamente (en a escala y ritmo) con el objetivo de reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero, crear empleos “verdes”, impulsar la innovación y acelerar la reconstrucción económica impulsando soluciones de emisiones cero.
Hacemos un llamamiento para que, como líderes europeos, evitéis lo peores efectos del cambio climático y aseguréis la sostenibilidad y la competitividad económica a través de:
- El impulso del Pacto Europeo Verde (European Green Deal).
- Planes de recuperación resilientes que permitan las inversiones verdes necesarias para lograr la neutralidad climática/alcanzar las emisiones 0.
- Un objetivo claramente definido de reducción de emisiones nacionales de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030 y otros objetivos relacionados.
- Perseguir metas más ambiciosas para 2030 también debería llevar aparejado un aumento de las Contribuciones Determinadas a Escala Nacional (EU Nationally Determined Contribution, NDC). Éstas deberían hacerse públicas a tiempo para poder presentarse en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC) a finales de 2020.
- El liderazgo de la Unión Europea, incluyendo el compromiso continuo con el Acuerdo de París, actualizando sus NDC a los más altos estándares y esforzándose por limitar su calentamiento a 1,5 grados, puede servir de ejemplo y animar a otros países a hacer lo mismo.
Además, esto puede contribuir a crear una ambición global, en contraposición a un panorama político fragmentado que obstaculiza la inversión y la puesta en marcha de las soluciones que necesitamos.
Entendemos los riesgos que plantean el cambio climático y la pérdida de biodiversidad para nuestras empresas y ya estamos trabajando para desbloquear el cambio en sectores económicos clave. Los inversores, los bancos y las empresas aseguradoras están trabajando para crear porfolios con cero emisiones. Más de 900 empresas están tomando medidas climáticas con base científica y más de 400 ya han aprobado objetivos basados en la ciencia.
Estamos destinando grandes partidas a la inversión en energías limpias, eficiencia energética y electrificación, reduciendo emisiones en las cadenas de valor y en el ciclo de vida de nuestros productos. También estamos desarrollando mejores prácticas en el ámbito de la bioeconomía.
Igualmente, somos muy conscientes de los posibles impactos sociales que pueden surgir con la transición económica. Esperamos poder trabajar con las autoridades para apoyar estrategia basadas en un trato justo y respetuoso a los trabajadores y las comunidades, que ofrezcan más oportunidades y puestos de trabajo en la nueva economía.
Reconstruir una economía y una sociedad más fuerte ahora sostiene no sólo a esta generación sino a las venideras, dando a nuestros hijos y nietos la oportunidad de vivir bien y con seguridad.
Algunas investigaciones señalan que la inversión en descarbonización es positiva para la economía, la sociedad y el clima. Las políticas que reducen las emisiones de gases de efecto invernadero pueden garantizar un mercado laboral más resiliente y sostenible, generar mayores retornos a corto plazo por cada euro invertido y mayores ahorros de costes a largo plazo en comparación con el estímulo fiscal tradicional. Esto también es esencial para pagar la nueva deuda que está acumulando la UE.
La UE ya ha demostrado su liderazgo, dejando claro cómo la seguridad jurídica en relación a la acción contra el cambio climático contribuye a impulsar la innovación y la inversión. Ahora se necesita un enfoque con visión de futuro que apoye la inversión en personas y regiones, aliente el desarrollo de tecnologías limpias e incentive la demanda de bienes y servicios de bajas emisiones de carbono.
Nosotros, como líderes empresariales e inversores europeos, queremos subrayar que son exactamente estas tecnologías verdes las que impulsarán la competitividad de Europa en el mundo.
Esperamos que se prioricen las acciones necesarias para apoyar, ahora y en el futuro, una UE segura y próspera. Esperamos que los líderes se comporten como tal. El momento de la acción contra el cambio climático es ahora.
Atentamente.