Óscar Crespo, responsable de desarrollo de negocio y ESG de Garnica, ha hablado con Corresponsables sobre las políticas de sostenibilidad y RSE de su empresa, la gestión sostenible de los recursos naturales, su apuesta por los entornos rurales y el futuro de su sector.
La compañía, líder mundial de la industria del contrachapado, tiene como pilares fundamentales el respeto por la naturaleza, las personas y la comunidad. Garnica, que cuenta con 1.200 trabajadores y siete centros de producción, cinco en España y dos en Francia, trabaja con madera procedente de fuentes sostenibles y renovables, con el objetivo de preservar el equilibrio ecológico.
“Garnica es una empresa industrial del sector de la madera que nació en los años 40 en el pequeño pueblo de Baños de Río Tobía, en La Rioja. Actualmente, exportamos a más de 40 países de todos los continentes, con una gran presencia en mercados como el estadounidense. Partimos de una materia prima renovable y ecológica como es la madera, y trabajamos diferentes tipos, fundamentalmente madera de chopo. Exportamos productos de un valor añadido y un largo ciclo de vida para múltiples aplicaciones, como movilidad, transportes, yates, cocinas de alta gama, etc.”, dice Crespo
Recursos naturales sostenibles y entornos rurales
Desde la empresa riojana apuestan por las materias primas locales y sostenibles frente a la importación de maderas tropicales. En su proceso emplean madera de proximidad, esencialmente de chopo, pino y eucalipto, proveniente de plantaciones europeas ubicadas en su gran mayoría en España y Francia.
La madera, explica el responsable de desarrollo de negocio y ESG de Garnica, es uno de los materiales sostenibles de mayor escala: “Es sostenible, renovable y captura carbono. Desde Garnica trabajamos lo más localmente posible, nuestras plantas están ubicadas allí donde se encuentra el recurso forestal, porque transportar madera es generar huella de carbono. Esto hace que podamos ofrecer oportunidades laborales, económicas y de desarrollo allí donde está nuestra materia prima, que es donde queremos crecer”.
La ubicación de Garnica en zonas rurales contribuye a la generación de empleo y a la mejora de la calidad de vida en los entornos locales. Sus centros se ubican principalmente en municipios con menos de 5.000 habitantes generando puestos de trabajo estables, permitiendo fijar población, ampliar servicios y mejorar las infraestructuras de la zona.
Buenas prácticas sociales y de gobernanza
La empresa lleva a cabo numerosas iniciativas en diferentes ámbitos como parte de su compromiso con la sociedad. Trabajan con programas específicos que dan apoyo a la formación dentro y fuera de la empresa, con el objetivo de mejorar la salud, la diversidad e igualdad del equipo Garnica. También colaboran con organismos locales para dar respuesta a las necesidades sociales.
“Llevamos a cabo buenas prácticas a nivel social, ambiental y de gobernanza. Estamos suscritos a diferentes iniciativas a nivel internacional, llevamos a cabo un reporting interno y externo, y damos apoyo a las comunidades locales y a nuestros empleados. También comunicamos muchas de las acciones que llevamos a cabo desde hace años y que no habíamos dado a conocer hasta ahora”, concluye Crespo.
La adhesión de Garnica al Pacto Mundial de la ONU y los retos de futuro de su sector son otros de los temas tratados en esta entrevista.
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