Gracias a sus excelentes propiedades técnicas (ligereza y facilidad de transformación) y a su bajo coste, los plásticos han jugado un papel fundamental en el desarrollo de nuestra sociedad, convirtiéndose en el material idóneo para la fabricación de gran cantidad de artículos.
A nivel mundial, el masivo aumento en la utilización de materiales plásticos desde mediados del siglo pasado no ha estado correctamente vinculado con una adecuada gestión al final de su vida útil. La mayoría de materiales plásticos que producimos están diseñados para un solo uso (principalmente envases), lo que ha dado lugar a un consumo imparable de recursos naturales procedentes mayoritariamente de hidrocarburos fósiles no renovables, y a una masiva generación de residuos.
Ante esta difícil situación, los envases plásticos se han convertido en el principal foco de atención, debido a su corto ciclo de vida; consumen más de un tercio del material plástico a nivel mundial y originan más de la mitad de los residuos plásticos generados, de los cuales un porcentaje muy bajo es reciclado, terminando la parte restante en vertederos, basureros o directamente en el medioambiente, creando una gran amenaza para nuestros ecosistemas.
Para hacer frente a esta situación es necesario aplicar un cambio radical en nuestro modelo de economía, basado hasta ahora en un uso extensivo y lineal de los materiales plásticos. El éxito de esta transición dependerá de un rediseño integral del ciclo de vida de los envases, enfocado en la reducción, reutilización y reciclaje, con un papel fundamental de la innovación y el ecodiseño.
Este cambio requerirá la participación de toda la sociedad, incluyendo la regulación gubernamental, la innovación empresarial y la acción individual.
En este contexto, las empresas juegan un papel fundamental para lograr una economía más sostenible y circular. Es importante que se tracen planes estratégicos para disminuir el consumo de plástico y se inviertan recursos en buscar soluciones que promuevan la economía circular. Un ejemplo de esto es Proquimia, que elaboró en 2018 el “Plan estratégico de envases 2025” para realizar un rediseño integral del ciclo de vida de los envases.
La estrategia se enfocó en tres aspectos claves:
- Ecodiseño de packaging (sistemas y envases con menor contenido en plástico, diseñados para su fácil reutilización, reciclaje o compostaje).
- Cerrar el círculo (envases fácilmente reutilizables o reciclables y fabricados con material reciclado).
- Usar materiales procedentes de fuentes renovables (minimizar uso de materiales plásticos procedentes de fuentes no renovables –petróleo-), fácilmente reciclables o compostables.
Fruto de la aplicación del plan estratégico, Proquimia ha desarrollado durante los últimos años numerosas acciones en pro de la circularidad.
Los envases de 10L, 20L y 25L, hasta entonces fabricados con polietileno virgen (procedente del petróleo), han sido sustituido por envases reciclables fabricados con polietileno recuperado (PCR, post consumer recycled) procedente de los circuitos de recogida selectiva, en porcentajes entre el 50% y el 100%.
En 2019, Proquimia fue pionera en al lanzar al mercado una botella de 750 ml (para detergentes multiusos y ambientadores) de PET fabricada con material 100% reciclado.
Adicionalmente, la implantación del sistema de depósito-devolución-retorno (SDDR) para los envases IBC ha permitido cerrar el círculo de la reutilización para formatos de gran volumen.
A nivel de ecodiseño, con el fin de reducir el consumo de plástico en envases y favorecer su reutilización, la empresa también ha desarrollado sistemas como ECOCONPACK, basado en productos concentrados, con certificación EU Ecolabel y envasados en “bag in box” con caja de cartón certificada FSC, que ha permitido reducciones en la generación de residuos plásticos superiores al 80%.
El sistema XOP, basado en cápsulas monodosis hidrosolubles de productos líquidos concentrados, ha permitido eliminar totalmente la producción de residuos plásticos de envases.
Para lograr todos estos objetivos ha sido fundamental el trabajo conjunto de todos los departamentos de la empresa y lograr la máxima colaboración de todos los actores involucrados en la cadena de valor del ciclo de vida de los envases.
Para seguir avanzando en este camino, es trascendental seguir fomentando la concienciación social hacia el pensamiento circular, promoviendo la educación y la información sobre la importancia de la economía circular y sus beneficios ambientales, sociales y económicos. Además, es esencial impulsar políticas y medidas concretas que faciliten la transición hacia un modelo circular y que fomenten la innovación y la sostenibilidad en todos los sectores de la economía.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Reciclaje.