En los últimos años, la concienciación de la ciudadanía en torno al consumo responsable ha tomado fuerza. Cada vez más personas se suman a realizar un consumo consciente, que genere impactos positivos a distintos niveles: social, medioambiental, humano, etc. En esta corriente, y especialmente a partir de la pandemia, se ha incorporado la importancia de la compra en el barrio, en el comercio de cercanía, que supone otra manera de consumir: más tranquila, sin necesidad de desplazamientos en coche o transportes, más amigable, y que fortalece la vida de barrio y el contacto con las personas que viven en él.
El movimiento del Comercio Justo valoramos esta tendencia de manera positiva. En nuestro país actualmente hay 75 tiendas de Comercio Justo en todas las comunidades autónomas que gestionan las organizaciones de nuestra entidad. Según los últimos datos de venta de los que disponemos, en 2019 la facturación en el global de tiendas experimentó un aumento de algo más de medio millón de euros. Se trata de un aumento ligero, y que no todos los establecimientos han registrado de la misma manera, pero es importante y desde luego nos gustaría se consolidara y ampliara en los próximos años.
En 2020, aunque el consumo se ha visto frenado, el público se ha mostrado muy fiel y eso nos anima a seguir trabajando para acercar esta alternativa de comercio sostenible y justa a nuestros vecinos y vecinas.
Por otro lado, y también según los datos de 2019, los productos de Comercio Justo vendidos en otros establecimientos minoristas, como herbolarios o tiendas de productos ecológicos, mantuvieron una facturación estable. Aun así, el peso de los pequeños establecimientos dentro del sector de Comercio Justo es reducido respecto al global. Los supermercados se sitúan como el principal canal de comercialización de los productos de Comercio Justo, generando el 77,1% de las ventas.
En 2019, la facturación de Comercio Justo en nuestro país aumentó de manera muy importante alcanzando los 138’5 millones de euros. Ello sitúa el consumo medio por habitante en estos productos en 2,92 euros.
Este incremento de las ventas en 2019 consolida la tendencia ya iniciada en los últimos años y cuyo factor fundamental ha sido la incorporación de empresas a la red de Comercio Justo a través de la certificación de productos con el sello Fairtrade.
En cuanto al tipo de productos, la alimentación sigue siendo la gran protagonista del Comercio Justo, con un 97% de las ventas. Y dentro de este sector, el cacao y los dulces se sitúan claramente como los productos estrella, con más de 104 millones de ventas, casi 55 más que el año anterior. El café, producto emblemático del Comercio Justo, a pesar de un incremento de más de 4.5 millones de euros, queda relegado a un segundo puesto. No tenemos aún datos consolidados de 2020, pero todo apunta a que las tendencias se mantienen.
Desde las organizaciones de Comercio Justo insistimos en la importancia de hacer un consumo responsable, de optar por productos que garanticen el respeto a los Derechos Humanos de sus trabajadores y trabajadoras y la protección del entorno natural y de afianzar hábitos de consumo que contribuyan a no dejar a nadie atrás en la salida de la actual crisis. Creemos que opciones como el Comercio Justo supone apostar por valores como la solidaridad, la empatía, la justicia social o el apoyo mutuo.
En este sentido, consumir este tipo de productos en las tiendas de barrio, en el comercio de cercanía, multiplica los impactos positivos y favorecen el avance hacia el modelo de sociedad local y global que necesitamos.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Mes de Comercio Justo