¿De qué modo tu compañía apuesta por las buenas prácticas socialmente responsables?
En Repsol creemos en la economía circular y llevamos a cabo proyectos específicos que minimizan el impacto medioambiental de nuestros materiales. Trabajamos para que nuestros procesos industriales sean cada vez más eficientes y para reducir la huella de carbono de nuestros polímeros.
Ya hace 3 años que decidimos establecer un departamento especializado en la economía circular de las poliolefinas con el objetivo de buscar flujos de materiales post-consumo para impulsar su reciclaje y su incorporación a nuevos materiales ofreciendo soluciones innovadoras al mercado. Como resultado, hemos desarrollado una amplia gama de poliolefinas con contenido reciclado, bajo nuestra marca Repsol Reciclex® certificados bajo la UNE–EN 15343.
Esto nos ha permitido utilizar plásticos reciclados en aplicaciones críticas, abriendo nuevos mercados para los residuos plásticos e impulsando la circularidad.
También ofrecemos a nuestros clientes poliolefinas circulares, obtenidas incorporando en nuestro proceso petroquímico aceite de pirólisis procedente del reciclado químico de residuos plásticos, no aptos para reciclaje mecánico, junto con materia prima virgen, reduciendo así el consumo de recursos no renovables.
Desde la Química de Repsol nos hemos propuesto reciclar en 2030 el equivalente al 20% de las poliolefinas que producimos para apoyar el objetivo cero emisiones netas en 2050 de la compañía.
En este sentido, también hemos puesto en marcha nuestro Plan 3030, destinado reducir la intensidad de carbono del negocio químico de Repsol en un 30% para 2030.
Estamos convencidos de que avanzar en la economía circular y reducir las emisiones de carbono en nuestro negocio de productos químicos contribuirá a transformar las operaciones industriales de Repsol, así como a desarrollar materiales de alto valor añadido. Todo ello hará posible seguir fabricando una gran cantidad de productos que mejoran el bienestar humano, la seguridad y la calidad de vida de nuestra sociedad.
¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
En Repsol, estamos comprometidos con la economía circular desde hace muchos años. Desde que en 2015 la Comisión Europea presentó el primer paquete de medidas sobre economía circular, nuestro compromiso no ha dejado de dar respuesta a los retos planteados por organizaciones nacionales e internacionales, incluso tratando siempre de ir un paso por delante.
Nuestra estrategia de economía circular fue aprobada en 2016 y está incorporada dentro de las líneas clave de actuación de nuestra compañía, reforzando nuestra estrategia de sostenibilidad y nuestro compromiso de alcanzar cero emisiones netas en 2050. Esta estrategia aplica a todos los países donde operamos y a toda nuestra cadena de valor. Para ello contamos con más de 270 proyectos circulares y más de 220 socios estratégicos, organismos e instituciones con los que desarrollamos iniciativas circulares y creamos las sinergias necesarias para acelerar su implementación.
¿Y alguna buena práctica en concreto con los objetivos que persigue que te gustaría destacar en esta entrevista?
Bueno, además de algunos proyectos concretos que explico más adelante, yo diría que más que una buena práctica, lo importante en los últimos años ha sido el cambio de mentalidad en todas las áreas de nuestra empresa, desde Producción hasta Ventas pasando por Logística y Compras, que consiste en entender que la sostenibilidad de nuestros materiales, y especialmente su descarbonización y circularidad es algo que debemos a nuestra sociedad, a nuestras familias y a nuestros hijos.
Sabemos, y siempre lo hemos sabido, la gran contribución de nuestros productos a la sociedad por sus prestaciones, pero ahora ya hemos entrado en una nueva etapa que consiste en ser conscientes de que tenemos que mejorar la sostenibilidad de las soluciones que aportamos.
¿Qué importancia tiene para vuestra organización formar parte de Plastics Europe a la hora de mejorar vuestra RS?
La participación en Plastics Europe nos brinda una plataforma excepcional para conseguir multiplicar el impacto de las acciones de nuestra industria a nivel europeo. La naturaleza paneuropea de la asociación nos permite no sólo compartir información y mejores prácticas a nivel europeo, sino conseguir una sincronización a nivel europeo en la fase de implementación, consiguiendo un mayor impacto.
Un ejemplo, claro de este impacto multiplicador, es la implantación del esquema Operation Clean Sweep (OCS) en la industria plástica, que ha servido para establecer en nuestra industria y su cadena logística unas mejores prácticas para minimizar incidentes que impliquen liberación de granza al medio ambiente. Hoy toda la industria plástica europea conoce el programa y ha mejorado la sensibilización al respecto.
¿Qué sinergias esperáis generar a nivel de contribución a los ODS y a la Economía Circular con las acciones conjuntas que estáis emprendiendo en vuestro sector?
Repsol apoya la Agenda 2030 de Naciones Unidas desde su aprobación en 2015 y trabaja para implementarla en todos sus niveles y negocios. Desde 2018, los principales esfuerzos se concentran en los ODS 7, 8 y 13, por su papel en el acceso a la energía, la contribución al desarrollo socioeconómico y la lucha contra el cambio climático; los ODS 6, 9 y 12, priorizando la innovación, la gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos en sus operaciones; y el ODS 17, estableciendo alianzas con el resto de los grupos de interés y participando activamente en diferentes asociaciones.
Desde Repsol, publicamos anualmente nuestra contribución a la Agenda 2030 de Naciones Unidas a través de un Informe ODS, disponible en www.repsol.com, con numerosos indicadores, proyectos y testimonios que muestran nuestra aportación a nivel global y local.
¿Qué acciones, proyectos estáis llevando a cabo para contribuir a la circularidad y/o neutralidad climática de los plásticos?
En Repsol apostamos por ofrecer un portafolio de productos circulares que habilitan al mismo tiempo soluciones de descarbonización. La incorporación de residuos plásticos es un reto técnico y económico, pero ofrece ventajas ambientales al transformar residuos en recursos.
Nuestra gama Repsol Reciclex® engloba tanto poliolefinas como polioles. Esta gama está elaborada con diferentes clases de residuos plásticos que se incorporan a los polímeros vírgenes. Para ello, se utilizan distintas tecnologías que permiten a los polímeros circulares mantener las mismas prestaciones que tienen los polímeros vírgenes, asegurando la consistencia del material y su funcionalidad para la aplicación final.
Me gustaría destacar tres proyectos muy destacados en este sentido:
1- Nuestras poliolefinas Repsol Reciclex®, obtenidas vía reciclado mecánico, son materias primas plásticas de alta calidad que incorporan en su formulación un porcentaje de plástico post-consumo, que es aquel que ha terminado su vida útil y que de otra forma se desperdiciaría como recurso. Estas materias primas podrían destinarse a diferentes aplicaciones finales, por ejemplo: piezas para automoción, mobiliario, envases no alimentarios, tejido no tejido o film retráctil, entre otras muchas.
Nuestros polímeros circulares Repsol Reciclex®, obtenidos vía reciclado químico, se fabrican utilizando plásticos que no se pueden reciclar de otra manera, y que de otro modo acabarían en vertederos. Así se convierten en una nueva materia prima para la fabricación de diferentes productos. Todos nuestros complejos petroquímicos están certificados bajo la ISCC PLUS para la fabricación de estos polímeros circulares.
Esta certificación garantiza tanto la trazabilidad de los residuos sólidos urbanos no recuperables que introducimos como materias primas secundarias en nuestras instalaciones para su producción, como que estos polímeros circulares tienen la misma calidad y funcionalidad que los polímeros vírgenes equivalentes. Estas materias primas cumplen con las regulaciones de las aplicaciones más exigentes como las médicas, cosméticas y los envases alimentarios
2- Por otro lado, estamos construyendo en nuestro complejo industrial en Puertollano, la primera planta de España de reciclado químico de espuma de poliuretano. o La planta tendrá capacidad para tratar unas 2.000 toneladas de estos residuos al año, o lo que equivale a 200.000 colchones que, puestos uno a continuación de otro, alcanzarían la longitud de 380 kilómetros; aproximadamente la distancia entre Madrid y Valencia.
Esta planta estará operativa a finales de 2022 y contará con una inversión de 12 millones de euros.La espuma de poliuretano, componente principal entre otros de colchones, sofás y asientos para vehículos, es considerada un “residuo voluminoso” debido a su muy baja densidad y alto volumen. Por ello cuenta con la tasa de reciclado más baja, una vez que ha finalizado su vida útil.Pero gracias a este nuevo proceso produciremos polioles circulares Repsol Reciclex® cerrando ciclo de la economía circular de este material y dándoles a estos residuos una nueva vida.
3- Y el tercer gran proyecto que me gustaría destacar es la Ecoplanta. Nos hemos unido a Enerkem (líder tecnológico) y Agbar, parte de Veolia, (especialista a nivel mundial en la gestión de aguas y residuos) en la joint venture Ecoplanta Molecular Recycling Solution (Ecoplanta), que tiene previsto construir la primera planta de España de valorización de residuos sólidos urbanos no reciclables a metanol para fabricar nuevos materiales circulares y biocombustibles avanzados.
Dicha planta, con entrada en operación esperada para 2026, procesará anualmente más de 360.000 toneladas de residuos sólidos urbanos no reciclables procedentes principalmente de los ecoparques (plantas de recuperación y tratamiento de residuos) de las localidades cercanas, equivalentes a los residuos generados en un año por una población de 800.000 personas, evitando así el uso de materias primas vírgenes.
Con estos residuos se producirán alrededor de 240.000 toneladas de metanol circular.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos/oportunidades de tu organización en materia de sostenibilidad?
Yo diría que el gran reto, no solo de mi empresa sino de toda la cadena de valor de los plásticos en Europa, es ser capaces de utilizar grandes cantidades de residuos como flujos de nuevas materias primas. Para ello es necesario un esfuerzo de desarrollo técnico y de inversión muy importante.
En este tipo de proyectos, el gran beneficiado de las inversiones es la sociedad, al disminuir la cantidad de residuos generados y reincorporarlos a las cadenas de producción. Pero también es cierto que todo este cambio tiene un coste alto y por tanto se precisan nuevos instrumentos económicos que incentiven y le den rentabilidad a estas inversiones. Nuestra sociedad debe reflexionar al respecto y generar el entorno jurídico y económico adecuado para incentivar la inversión y el escalado de los proyectos circulares.
Nuestros objetivos
Nos proponemos alcanzar objetivos cada vez más ambiciosos expuestos en nuestra hoja de ruta para acelerar la transición energética.
- Cero emisiones netas en 2050.
- 30% de reducción a 2030 de emisiones netas de alcance 1, 2 y 3 respecto a 2016.
- 55% de reducción a 2025 de emisiones alcance 1 y 2 en activos operados respecto a 2016
- 20 GW de capacidad de generación renovable como objetivo en 2030 y 6 GW en 2025.
- 2 millones de toneladas de capacidad de producción de biocombustibles avanzados en 2030 y 1,3 Mt en 2025.
- 1,9 GWeq de capacidad neta de hidrógeno renovable en 2030 y 0,55 GWeq en 2025.
- 75% de reducción de la intensidad de carbono del E&P operado en t de CO2/kboe en 2025 respecto a 2016.
- 1,5 millones de toneladas de toneladas de CO2e de reducción de emisiones de GEI para el período 2021-2025.
- 85% de reducción en intensidad de emisiones de metano a 2025 con respecto a 2017, y alcanzando un valor de 0,2% en activos operados.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Economía Circular de los Plásticos