Los últimos datos publicados indican que en el año 2020 se capturaron 4.9 millones de toneladas de atún a nivel global. El 66% de las capturas se realizaron con redes de cerco, el 10% con buques palangreros y el 7% con buques de caña y sedal. El resto procedía de aparejos menos comunes.
Todos los métodos de pesca del atún tienen cierto grado de impacto en el medio ambiente marino, incluso en otras especies, como tiburones, tortugas, rayas o aves, por eso, es fundamental una correcta gestión de las capturas, tanto de las especies objetivo, como de las no objetivo, también conocido como bycatch.
En Jealsa, a través del eje “Compra y Pesca Responsable” de nuestro programa de RSC We Sea, trabajamos para reducir los porcentajes de bycatch asociados a la pesca del atún, principalmente los asociados a la pesca con cerco, que es el arte utilizado por nuestra flota.
A través de nuestra política de compra, establecemos requisitos orientados a la reducción del bycatch, como son la lucha contra el shark finning, la prohibición del uso de redes de deriva o la obligatoriedad de retener a bordo el 100% de las capturas.
Jealsa ha establecido múltiples alianzas en beneficio de la pesca sostenible. Somos una empresa participante en ISSF (International Seafood Sustainability Foundation), organización donde la reducción del bycatch es una de sus prioridades. También colaboramos con GGGI (Global Ghost Gear Initiative), cuyo foco está puesto en las redes abandonadas, responsables de un alto porcentaje de capturas incidentales, además de un 10% de la contaminación por plásticos que afecta a los océanos.
Nuestra flota se rige de acuerdo con su Guía de Buenas Prácticas que incluye, entre sus requisitos, aspectos específicos relativos a la correcta liberación de especies no objetivo.
Recientemente hemos abierto una vía de colaboración con AZTI, centro científico y tecnológico de referencia a nivel mundial en temas relacionados con la sostenibilidad del medio marino y sus recursos pesqueros.
Gracias a esta colaboración hemos desarrollado e instalado, en uno de nuestros atuneros, un mecanismo llamado Hopper creado para facilitar una rápida liberación de tiburones y rayas. Este mecanismo hace posible una mayor supervivencia de estas especies, ya que minimiza el tiempo que permanecen fuera del agua, a la vez que aporta una mayor seguridad a nuestra tripulación, evitando la manipulación de especies peligrosas como los tiburones.
Nuestro buque congelador Sant Yago Tres, ha sido el primer barco de propiedad española que lo ha instalado en el océano Atlántico. Nos alegra saber que otras flotas también están trabajando en este desarrollo porque los datos científicos avalan su efectividad.
Trabajar en favor de la sostenibilidad forma parte del ADN de nuestra compañía, es algo por lo que hemos apostado desde nuestros orígenes, hace más de 60 años, y es algo en lo que seguiremos trabajando en el futuro. Nuestra forma de ver el negocio siempre ha tenido en cuenta la necesidad de minimizar el impacto de nuestra actividad sobre el medio ambiente.
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