¿Qué importancia tiene para vuestra empresa formar parte de ASELIP?
SAV entiende que la comunicación entre las grandes empresas del sector es fundamental y puede servir para mejorar los servicios que prestan a la sociedad. ASELIP ofrece un espacio común en el que podemos exponer distintas experiencias, debatir y ampliar nuestros puntos de vista.
Al mismo tiempo, uno de los valores añadidos de ASELIP es la capacidad de interlocución con los distintos agentes sociales, administraciones públicas, sindicatos y organizaciones sociales para tratar asuntos de interés común.
Formar parte de ASELIP otorga visibilidad a las empresas y permite difundir su tarea y valores.
¿De qué forma está vuestra empresa apostando por el desarrrollo de Buenas Prácticas Socialmente Responsables en el ámbito ambiental? ¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
SAV se fundó en 1900, y el cuidado del medio ambiente está en su ADN desde el inicio. Los residuos que se recogían eran utilizados por los agricultores para abonar los campos o alimentar al ganado, en un magnífico ejemplo de economía circular.
Entendemos que la preservación del medio ambiente redunda directamente en el bienestar de la sociedad, por lo que seguimos con la política que nos ha llevado a cumplir más de un siglo de actividad: adoptar en cada momento la última tecnología y formas de trabajo para mejorar nuestro entorno cercano, contribuyendo así a la preservación del medio ambiente global.
Por supuesto, contamos con todas las certificaciones de gestión medioambiental, que acreditan la implantación de todos los procesos con criterios de sostenibilidad. No nos limitamos a renovar la flota con vehículos ecológicos, creemos que se puede y se debe hacer más. Así, optimizamos las rutas y tenemos un completo programa de formación en técnicas de conducción eficiente.
Desde una visión ecológica integral, transmitimos nuestros valores a los proveedores para que toda la cadena de suministro cumpla con los máximos estándares de calidad medioambiental. Ponemos todo el esfuerzo en cuidar el entorno hasta el más pequeño detalle, como puede ser ofrecer a la plantilla comida de producción ecológica en las máquinas suministradoras de nuestras instalaciones.
¿Puedes especificarnos algunas buenas prácticas y/o iniciativas concretas que estas llevando a cabo en este momento en que materia y que objetivos persiguen?
Tenemos un compromiso firme con las personas que trabajan en SAV, que consiste en proporcionarles formación para su desarrollo y lograr la especialización en los puestos de trabajo, así como en la promoción profesional. Hemos desarrollado acciones para eliminar la brecha de género, como la promoción a conductoras o a mecánicas de trabajadoras de la empresa, categorías profesionales en las que tradicionalmente han estado subrepresentadas.
Desde hace décadas colaboramos con distintas organizaciones y administraciones públicas para integrar en el mundo laboral a personas pertenecientes a colectivos con dificultades. Aplicamos nuestra experiencia a conseguir que la vida de muchas personas cambie por completo, que tengan oportunidades y demuestren su potencial. Podemos decir con orgullo que los resultados están siendo magníficos, tanto desde el punto de vista profesional como humano.
SAV financia campañas de voluntariado en colaboración con ONGs, con el objetivo de canalizar la creciente concienciación medioambiental de la sociedad y ofrecer la posibilidad de aplicarla a la mejora del entorno más cercano.
Así, nos hemos fijado en el entorno marino y financiamos campañas de recogida de residuos en las playas o de plásticos flotantes en el agua. La respuesta ciudadana está superando nuestras expectativas y creemos que la implicación de la sociedad es básica para lograr un mundo más sostenible.
¿Cuál es la situación actual de la RSC en vuestro sector y sus principales barreras y obstáculos?
Actualmente la RSC está experimentando una gran expansión y comienza a ser normal en las grandes empresas. La implantación en SAV fue un proceso muy natural, ya que la empresa siempre ha tenido unos valores sociales muy arraigados. Dado que es un proceso continuo, revisamos e innovamos nuestras políticas y acciones para que siempre respondan a las necesidades actuales, centradas en las personas y el medio ambiente.
Las barreras tradicionales, como la falta de concienciación social, no solo han desaparecido, sino que ahora hay una conciencia colectiva que exige a las empresas que actúen de acuerdo con los principios de ayuda a las personas en situación vulnerable y la conservación del planeta. Creemos que una mayor colaboración entre las empresas y las administraciones públicas podría impulsar sinergias en muchos proyectos y ayudaría a impulsar los resultados.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos de tu empresa en materia de RSE?
SAV tiene una visión global del medio ambiente, ya que comprende tanto nuestro entorno físico como las personas que lo habitamos.
Desde ese punto de vista, el campo de actuación es prácticamente ilimitado: optimización de parámetros del uso de agua y su reutilización, la reducción de los gases de emisión de efecto invernadero, el fomento del uso racional y eficiente de la energía, la protección del suelo y el uso racional de los recursos, la transformación de los diferentes residuos orgánicos urbanos en principios químicos reaprovechables, la mejora de fertilizantes para un uso sostenible en la agricultura, la formación medioambiental en las escuelas, la integración sociolaboral de personas con dificultades, la conservación del patrimonio cultural o el fomento del deporte, entre otros.
Creemos que es fundamental orientar nuestra actividad hacia aquellos campos que la sociedad necesita, y seguir innovando para encontrar soluciones disruptivas a los nuevos problemas. Nuestro Departamento de I+D gestiona diversos proyectos, en colaboración con empresas y entidades de otros países europeos, para hacer realidad la economía circular.
Por ejemplo, la revalorización de los posos del café, la creación de materiales biodegradables o la revalorización de alimentos sin utilidad comercial, que hasta ahora se venían desechando.
En definitiva, SAV desarrolla su actividad en un sector absolutamente clave como es el del medio ambiente y hacemos nuestros los retos que el futuro nos presenta: la sostenibilidad y el cuidado del entorno y de quienes lo habitan como valores esenciales para dejar un mundo mejor a las generaciones futuras.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Reciclaje y ODS.