La organización conservacionista SEO/BirdLife solicita el apoyo de la ciudadanía para detener la extinción de Doñana. Tras el último intento de aprobar por la vía de urgencia una proposición de ley para legalizar los regadíos, la situación de este humedal de importancia internacional es crítica, además, supondrá el incumplimiento de la normativa ambiental comunitaria, lo que acarreará multas millonarias que irán en detrimento del desarrollo de la zona.
La comunidad científica, diversas organizaciones ecologistas, muchas personas ciudadanas, así como la propia Comisión Europea han manifestado la defensa de Doñana, pero que hacen falta más voces de la sociedad.
En la última década, Doñana ha sufrido cinco años secos y seis años con un nivel de lluvias por debajo de la media. Así, este espacio esencial para la vida, la conservación de miles de especies de fauna; y de la supervivencia de la población local, vive los años más secos de su historia, y muestra de ello es la reproducción de las poblaciones de muchas especies de aves acuáticas que está siendo un fracaso.
“Legislar en contra del medio ambiente es gobernar en contra de la ciudadanía. Sin gobernanza ambiental no hay buen gobierno. Permitir la extinción de Doñana son palabras mayores. Es un descrédito a todos los niveles. Nuestra credibilidad país está en juego. Atacar a Doñana es poner en jaque mate a la agricultura y al turismo; y atención, esto es aplicable a todos los rincones de España, a todo su patrimonio natural. Sin contar con la naturaleza no saldrán las cuentas sociales, ni electorales en este país”, afirma Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife.
Desde sus orígenes, SEO/BirdLife ha estado vinculada a este espacio natural, Patrimonio de la Humanidad. En este sentido, la ONG ha hecho la comparativa de lo que supondría hacer esto con otros monumentos Patrimonio de la Humanidad. “Estamos hablando de un espacio que es Patrimonio de la Humanidad como lo es la Alhambra de Granada. La norma que plantea el Ejecutivo andaluz, a través de su grupo parlamentario y con el apoyo de Vox, equivaldría a derribar una gran parte de este complejo monumental histórico para, por ejemplo, construir un centro comercial”, insiste Carlos Davila, responsable de la oficina de SEO/BirdLife en Doñana.
La defensa de este espacio natural está ligada a la organización desde sus inicios. “Las primeras campañas científicas y de anillamiento de la Sociedad Española de Ornitología se realizaron allí y fue una valiente carta de nuestro fundador, Francisco Bernis, la que convenció a Franco en 1953 de la necesidad de proteger Doñana”, explica Asunción Ruiz y añade: “Gracias a él y a otros pioneros del conservacionismo como Toño Valverde o Manuel González-Gordon se plantó la semilla del que sería parque nacional en 1969. Desde entonces, hemos trabajado por la conservación de la diversidad biológica y la avifauna de Doñana y no vamos a desfallecer, aunque resulta vergonzoso que 54 años después de conseguir salvar Doñana, estemos en la misma situación”.
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