Para explicar la Teoría del Caos se pone siempre como ejemplo lo que se conoce como “efecto mariposa”, que explica que el simple vuelo de una mariposa en una parte del Mundo puede tener efectos dispares en la otra parte del globo. Una analogía que habla de cómo un pequeño gesto, mediante un proceso de amplificación, puede generar un efecto mucho mayor que el hecho inicial que lo desencadenó. Esta perspectiva, no lineal y ciertamente exponencial, recuerda a hechos como los que comenzamos a experimentar el pasado año, cuando al aparecer con un desencadenante ínfimo, se desató la todavía actual pandemia que estamos viviendo.
Pues bien, este tipo de situaciones, de pequeños detalles que marcan grandes diferencias, puede servirnos para entender que la generación de la basuraleza no solo se limita al uso de los espacios naturales, sino que existe una relación entre la basuraleza y los entornos urbanos. Cómo una colilla arrojada en una calle de Madrid, tras pasar por los sistemas de alcantarillado y la red fluvial puede acabar en mitad del atlántico o como esa misma colilla puede acabar en mi estómago en forma de microplásticos mediante la ingesta de algún producto marino
En el Día Mundial del Medio Ambiente, el mensaje debe de estar claro: necesitamos reforzar el cuidado de nuestros espacios naturales, tanto nacionales, como internacionales. La degradación y empeoramiento de la calidad del agua, tierra o aire, conlleva, además de un grave impacto en la flora y fauna, riesgos para nuestra salud en un medio-largo plazo.
Cabe destacar que cada día son más las personas que sienten, no solo que la naturaleza es algo que nos concierne a todos sino que es el hogar en el que vivimos y que por tanto, tienen que actuar e implicarse para revertir su deterioro. Sin embargo, según el IV estudio sociológico ‘Actitudes frente a la basuraleza’, elaborado por More Than Research para LIBERA, los españoles nos consideramos poco informados, pero también poco activos en el cuidado de la naturaleza. Un dato que contrasta con el nivel de sensibilización que consideramos que tenemos (61,3%), y aún más con el porcentaje que asegura tener un nivel de actuación grande (30,6%). Es por ello por lo que este compromiso con el medio ambiente no puede quedarse sólo en un solo día, sino que tiene que convertirse en diario.
Por ello, nuestro próximo paso en la carrera contra la basuraleza será la organización de la V edición de ‘1m2 contra la basuraleza’, la gran recogida colaborativa de residuos abandonados que, tras un 2020 en el que no pudimos salir a la naturaleza, esperamos con mucha ilusión y emoción, renombrándola incluso para hacer una declaración contra la basuraleza. Y es que si poco a poco, somos conscientes de que cada pequeño gesto, cada nueva movilización y cada compromiso individual contra este silencioso problema ambiental, puede cambiar nuestro futuro, desde luego que la lucha contra la basuraleza crecería en próximos Días del Medio Ambiente, exponencialmente, hasta derrotarla por completo. O, dicho de otra forma: habríamos creado el “efecto basuraleza”.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Medioambiente, promovido por Ayuda en Acción dentro de su proyecto #1Planet4All, financiado por la Unión Europea.