La materia prima de sus creaciones proviene de cooperativas certificadas Comercio Justo Fairtrade. ¿Qué les llevó a tomar esta decisión estratégica?
El 90% de los agricultores de algodón del mundo, es decir, 100 millones de familias rurales, viven en países en desarrollo, donde las condiciones laborales son a menudo inseguras e injustas. La presión del fast fashion y las fuertes subvenciones mantienen artificialmente bajo el coste mundial del algodón. Esto presiona a los pequeños agricultores.
Cuando en el 2016 nos invitaron a unirnos a la cooperativa Chetna, cooperativa certificada Fairtrade, sentimos que era una oportunidad única para generar un cambio tangible. CHETNA es una cooperativa independiente de pequeños productores en los estados indios de Telengana y Odisha. Trabajan con los agricultores para reducir a cero el uso de agroquímicos y recuperar técnicas tradicionales de compostaje y control de plagas.
Ser parte de iniciativas así y el paso a la agricultura ecológica es fundamental, dado que una vez el agricultor sale del círculo vicioso de la agricultura convencional en India, presos como están de Monsanto y su casi monopolio sobre las semillas y parte de la esclavitud que las grandes industrias de herbicidas, pesticidas y fertilizantes químicos, les empodera como lo que son: una parte fundamental de la cadena de valor textil.
El impacto de sus compras alcanza a 35.000 agricultores en la India. ¿Cómo realizan el seguimiento de su relación empresarial?
La cooperativa CHETNA de productores trabaja para dar formación a estos agricultores en la mejora de la productividad dentro de la agricultura orgánica, ayudando a la obtención de pesticidas naturales, rotación de cultivos, semillas no modificadas genéticamente, compostaje, etc. Hay una red de ingenieros agrícolas dando formación y haciendo seguimiento. También tienen una plataforma de venta en los mercados de algodón que evita que puedan ser víctimas de prácticas abusivas por parte de los intermediarios.
La compra no es sobre necesidad presente de producción, sino que va más allá y compramos a futuro. Las marcas nos comprometemos a comprar la producción del año siguiente con antelación para dar seguridad a los agricultores y que así estos se decidan por la agricultura orgánica que, paradójicamente, es menos productiva en el corto plazo, que la orgánica. Significa más trabajo ya que otro de los objetivos de la cooperativa es asegurar que una parte de las tierras, y en rotación agrícola, se dedique a alimentos que protegen a las comunidades en caso de que haya una mala cosecha de algodón.
Tenemos confianza y una gran amistad con Ranga, quien ahora mismo juega un importante papel en la coordinación de la cooperativa. Nos visita en Bilbao regularmente y también organizamos visitas a la cooperativa. Aunque toda la cadena de suministro esté certificada GOTS y Fairtrade Comercio Justo, hemos aprendido que nada tiene más valor que las relaciones personales de confianza.
¿Cómo animaría a otras empresas de su sector a certificarse bajo Fairtrade?
La cadena de suministro textil es larga y opaca. Certificarse Fairtrade permite llegar al inicio de nuestra cadena de valor: una parte fundamental y a la vez la más frágil. En un mundo cada vez más inestable, donde penurias y fluctuación de precios importantes serán lo habitual, reforzar la relación con los agricultores es un activo para el futuro.
¿Qué otras buenas prácticas socialmente responsables llevan a cabo en SKFK?
SKFK defiende una visión holística de la sostenibilidad desde hace más de 20 años.
Primera marca certificada GOTS y Fairtrade en España, SKFK trabaja en paralelo la conversión de sus materias primas, la huella ambiental de su producción, el diseño circular y la durabilidad de su producto. Además, exploramos modos de consumo alternativos como la producción bajo demanda, el alquiler de prendas y las garantías de por vida.
¿Han identificado otros retos en materia responsable para su medio y largo plazo?
Más allá de reducir nuestra huella ambiental, nos parece esencial proyectarnos en un futuro en el cual ya no tendremos energía en abundancia: adelantarnos a cambios en los modos de producción y de consumo y lo que supone para la moda. SKFK quiere seguir siendo relevante en este nuevo escenario.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Comunidad Fairtrade.