Proteger la piel frente al sol es fundamental, pero la crema solar termina, muchas veces, como residuo en el océano (según la organización medioambiental Green Cross, unas 25.000 toneladas al año). La gran mayoría de los protectores solares que hay en el mercado, incluso en la cosmética de alta gama, llevan componentes químicos derivados del petróleo que dañan los ecosistemas marinos.
Estas micropartículas son también ingeridas por los peces, y se han encontrado filtros ultravioleta en varios niveles de la cadena alimenticia. Frente al daño que esto provoca en la salud de nuestros mares y en la nuestra propia, la marca Sol de Ibiza se reivindica como una propuesta 100% sostenible, única en la industria de protectores solares y con presencia en todos los mercados europeos.
La compañía nace en la isla balear de la que adopta su nombre, donde Alessandro Mancini, economista de formación y amante de la natación en aguas abiertas, toma conciencia del grave problema que los residuos de cremas solares está provocando en el Mediterráneo. Junto con su pareja de amigos Linda Maroli y Santo Bellistri, decide desarrollar una fórmula de protección solar únicamente con ingredientes naturales y orgánicos, y en 2019 lanzan la empresa al mercado.
Hoy, Sol de Ibiza es pionera en protección solar ecológica y cuenta con una línea de cinco productos de formulación orgánica, vegana, cruelty-free, de residuo cero y sin agua (no aporta valor a la fórmula y su omisión contribuye a la reducción de residuos y emisiones de CO2 asociadas al transporte).
Utilizando como filtro solar natural el óxido de zinc sin nanopartículas, y combinándolo con una selección de ingredientes de origen natural como el aloe vera, la caléndula, la almendra, la manteca de karité o el aceite de jojoba, la firma ha conseguido unos protectores solares de alta calidad y de textura suave que no dejan rastro blanco.
“Nuestras fórmulas destacan por sus propiedades antioxidantes, hidratantes y su capacidad para prevenir el envejecimiento y las manchas en la piel. Además, presentan propiedades antibacterianas y microbianas, ofreciendo una protección integral contra los rayos UVA, UVB y la contaminación ambiental y buscando siempre la excelencia”, afirma Alessandro Mancini, CEO de Sol de Ibiza.
Mediante una estrategia de comercialización multicanal, la compañía ibicenca ha logrado un impacto significativo en Europa, consolidando su posición como líder europeo en protectores solares minerales orgánicos certificados, con más de 1.200 puntos de venta físicos, aparte de los canales digitales (su propia web, Amazon y cientos de tiendas online), donde realiza el 29% de las ventas. España representa el 30% de su facturación, con presencia en más de 450 tiendas de productos biológicos, incluyendo cadenas como Veritas o Herbolario Navarro. Actualmente, sus ventas alcanzan los 350.000 euros anuales, con hasta 30.000 productos vendidos cada año.
“Comenzamos nuestro negocio en las Islas Canarias y Baleares, centrados en la venta directa. Desde entonces, hemos llevado un crecimiento constante, expandiendo nuestra presencia a 19 países europeos y llegando a lugares tan singulares como Islandia. En un mercado altamente fragmentado, Sol de Ibiza ocupa una posición única como la primera marca europea multipaís en la categoría de protección solar natural”, sostiene Alessandro Mancini. Su objetivo es posicionarse como la alternativa sostenible de referencia, compitiendo directamente con los protectores solares tradicionales y compartiendo estanterías con las marcas más populares.
Un enfoque sostenible integral
Su compromiso con la sostenibilidad se refleja también en sus envases: utiliza latas de metal reciclables y reutilizables, sticks de cartón 100% degradables y biocompostables, y botellas de vidrio con tapón de aluminio, promoviendo la conciencia ecológica en la industria cosmética. Incluso, para su distribución utiliza cajas de cartón certificadas por FSC y cintas de embalaje de papel.
Además, Sol de Ibiza forma parte de la red global 1% for the Planet, y desde su nacimiento dona el 1% de su facturación a la Ibiza Preservation Foundation, que promueve la conservación y recuperación del patrimonio natural de Ibiza y Formentera. Desde 2019 ha contribuido con unos 6.000€ a esta causa.
La compañía trabaja con un laboratorio en Barcelona y dos en Italia, y tiene un almacén logístico en la localidad madrileña de Daganzo y otro en Londres. Cuenta con la certificación orgánica internacional COSMOS ORGANIC, que representa el estándar más elevado en Europa para la cosmética natural, y sus productos han recibido seis galardones en premios nacionales e internacionales como los Organic Clean Awards o los Premios de Belleza Sostenible en España, o los Beauty Shortlist y los Green Parent Natural Beauty Awards en Reino Unido.
Abierta ronda de financiación participativa con Bolsa Social
Sol de Ibiza ha abierto una ronda de financiación participativa a través de Bolsa Social para conseguir un mínimo de 350.000€ que les permita impulsar su expansión internacional y fortalecer su posición en el mercado. Será su cuarta ronda, después de tres pequeñas financiaciones en las que ha captado un total de 450.000€.
Los fondos se destinarán principalmente al desarrollo de nuevos productos, a reforzar su reconocimiento de marca y al lanzamiento de la firma en Estados Unidos a través de Amazon US. En sus previsiones se incluye también la exportación a países como República Dominicana, Uruguay o Dubái, con los que ya están en negociaciones
Con su innovación constante, enfoque sostenible y posición en el mercado, la marca se presenta como una oportunidad única para inversores que buscan apoyar proyectos éticos y rentables, y esta ronda de financiación se perfila como un paso estratégico para alcanzar nuevos hitos en su trayectoria de éxito.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables.