Los expertos de Soler & Palau afirman que espacios de interior demasiado aislados comportan la aparición de humedades por la falta de la renovación del aire. A pesar de la recomendación de usar envolventes para rehabilitar viviendas, es vital recordar que sólo los sistemas de ventilación pueden evitar problemas de posventa derivados de la condensación sin tratar.
En el contexto actual de inversiones por la rehabilitación de edificios residenciales, aunque es importante que se apueste por envolventes para asegurar un buen aislamiento térmico y un elevado ahorro energético, los expertos urgen a los profesionales del sector a que también consideren la instalación de equipos que aseguren la renovación constante del aire interior.
Las humedades tienen un impacto nocivo sobre la salud de las personas
Tal como advierte el Product Manager de VMC en S&P, Iván Hidalgo: “La falta de renovación de aire ocasiona que la atmósfera se vicie. Al no haber un sistema de ventilación que expulse los contaminantes presentes en el aire (humedad, CO2 o VOC), es inevitable que surjan problemas que afecten tanto la salud de los ocupantes como la propia estructura de la edificación”.
Las humedades, independientemente de qué las cause, tienen un impacto nocivo sobre la salud de las personas. Igual que en cualquier espacio donde haya una mala calidad del aire interior, la presencia de moléculas dañinas u hongos tiene como consecuencia alergias y graves enfermedades respiratorias.
Tal como apunta el Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH), varios estudios han demostrado que existe una relación entre la “exposición a la humedad y al moho” y al padecimiento de infecciones y síntomas en el sistema respiratorio, como el asma, la bronquitis o neumonitis. Además, los investigadores advierten que, en el caso de padecer afecciones previamente, las personas pueden desarrollar enfermedades más peligrosas si están expuestas durante períodos prologados de tiempo a las humedades sin tratar.
Soluciones de S&P
Es importante destacar que las soluciones puntuales no ayudarán a solventar la situación al largo plazo:
– Ventilar de manera tradicional abriendo las ventanas comporta la pérdida del confort térmico.
– Pintar puede hacer desaparecer las humedades temporalmente, pero éstas aparecerán nuevamente, ya que no se habrá eliminado el origen del problema.
– Los deshumidificadores no son eficientes energéticamente y sólo pueden eliminar la humedad de la estancia donde han sido instalados.
Los equipos residenciales S&P, como las gamas de recuperadores de calor, están preparados para eliminar el aire viciado de las viviendas a la vez que introducen aire nuevo desde el exterior. Además, al llevar incorporados filtros, no sólo renuevan el aire, sino que también lo limpian de partículas contaminantes.
Por otro lado, al estar diseñados para mantener la temperatura del aire que está siendo extraído, también son la mejor alternativa a la hora de conservar el confort térmico en comparación a la solución temporal de abrir las ventanas.
Gracias a los fondos Next Generation, el gobierno español ha creado el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Este programa facilitará la rehabilitación de 510.000 viviendas a lo largo de 3 años hasta el segundo trimestre de 2026. El objetivo, según la página oficial de la jefatura, es reducir un 30% del consumo de energía no renovable en el ámbito residencial y reducir la demanda de los equipos de climatización en un 7% como mínimo.
La recomendación principal de la administración para conseguir su objetivo es el de instalar envolventes en las fachadas y cubiertas de los edificios. Paralelamente, también es aconsejable optar por carpintería con puente térmico para evitar el escape de la temperatura confortable de interior a través de las ventanas.
Soler & Palau urge a los profesionales del sector de la construcción que, además de considerar las recomendaciones de la administración, también inviertan en sistemas de ventilación capacitados para eliminar moléculas contaminantes y otros elementos que impacten negativamente la salubridad del aire interior. La correcta renovación del aire es lo que asegura adelantarse a las humedades y a los problemas que conllevan, tanto para la edificación como para las personas.
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