Este 28 de febrero se ha publicado el nuevo Informe del IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas). “Este informe reconoce la interdependencia del clima, la biodiversidad y las personas e integra las ciencias naturales, sociales y económicas con más fuerza que las evaluaciones anteriores del IPCC”, dijo Hoesung Lee, Presidente del IPCC. “Enfatiza la urgencia de una acción inmediata y más ambiciosa para abordar los riesgos climáticos. Las medidas a medias ya no son una opción”, avisa.
Entre las tareas de Tatiana Nuño, Responsable de la campaña contra el Cambio Climático de Greenpeace España, se encuentra la de dar seguimiento a todos los informes científicos sobre el cambio climático. En concreto, a los del IPCC. Desde la organización ecologista, Tatiana Nuño también trabaja para acelerar la transición energética hacia un modelo 100% renovable y democrático.
Entrevista a Tatiana Nuño
¿Qué opinas sobre la información que arrojan los distintos informes del IPCC?
Los informes del IPCC son esenciales. Precisamente, para conocer cuál es la realidad científica, cuáles son las bases físicas, cómo afecta el calentamiento global, cómo aumentan los impactos, porqué se producen estos aumentos de emisiones de gases de efecto invernadero. Son informes esenciales para llegar a las personas que hacen las políticas y la gobernanza para pasar de la ciencia a la acción, para tomar las medidas necesarias.
Está claro que es por las actividades antrópicas. En concreto, por el uso de los combustibles fósiles.
El IPCC está formado por grupos de expertos y expertas de todo el mundo, de los 195 gobiernos, y sacan informes como este que hace una revisión de toda la ciencia climática que se ha escrito alrededor de mundo, la recopilan y se la enseñan a los responsables de hacer las políticas. Se aseguran de que sea entendida, comprendida y que se refleje en las acciones reales que necesitamos para evitar superar las temperaturas de más de un 1.5ºC.
¿Cuáles son las claves del nuevo informe?
El grupo de expertos del cambio climático, de forma periódica, realiza sus informes de evaluación de la situación del cambio climático y se divide en tres grupos de trabajo.
El Grupo de Trabajo I hizo su informe sobre cuál es la situación del cambio climático, sobre las bases físicas y sobre cómo está nuestro ecosistema. Este informe se publicó en agosto. Ahora se ha publicado el informe del Grupo de Trabajo II, este 28 de febrero. El Grupo de Trabajo II se centra en los impactos, en la adaptación y en la vulnerabilidad frente a los impactos del cambio climático. Luego llegará el informe del Grupo de Trabajo III que se publicará a principios de abril y se centrará en mitigación. Por último, en octubre se publicará una recopilación de los tres grupos de trabajo del IPCC. Esto será muy importante para la cumbre internacional del clima que se celebrará en Egipto el siguiente mes, en noviembre.
En concreto, este informe del Grupo de Trabajo II habla del impacto, la adaptación y de la vulnerabilidad de las personas ante los impactos del cambio climático y, sobre todo, nos habla sobre cómo estamos ante la situación del cambio climático y del calentamiento global. También se enfoca en el marco de soluciones, cómo son las diferentes vías alternativas para hacer sociedades resilientes al clima, se centra en la adaptación, revisa las pérdidas y daños que ya se están produciendo y tiene una temática específica de justicia y equidad, en cuanto a abordar las impactos del cambio climático y las adaptaciones.
Como experta en cambio climático, ¿crees que son insuficientes las acciones que se están llevando a cabo? ¿Las empresas y distintas organizaciones están desarrollando iniciativas eficientes para paliar los efectos de la crisis climática?
Sí, son claramente insuficientes. Con el Acuerdo de París, los gobiernos de todo el mundo se comprometieron a hacer todos los esfuerzos que estuviesen en sus manos para que las temperaturas globales no excedieran el 1.5ºC y con las políticas actuales vamos camino de un aumento de temperaturas de 2.7ºC.
Sigue habiendo una brecha enorme entre las acciones de lo que deberíamos hacer y de lo que realmente se está haciendo. Seguimos teniendo unas sociedades fuertemente dependientes de los combustibles fósiles, seguimos dependiendo del carbón, de petróleo y del gas. De hecho, en Europa se acaba de aprobar y dar alas a nuevas infraestructuras de gas, no olvidemos que este combustible fósil es la principal fuente de emisiones de CO2 del sistema eléctrico en Europa.
Otro de los sectores con mayor responsabilidad sobre las emisiones de CO2 son la agricultura y la ganadería. Tampoco estamos viendo las políticas necesarias para acelerar y transformar este sector hacia una agricultura que sea sostenible y extensiva.
También tenemos que hacer grandes cambios en todo el sector del transporte. Priorizar el uso del tren frente a alternativas que no son sostenibles, como es el caso del avión. Tenemos que priorizar también la movilidad en las ciudades de forma sostenible, ya sea caminando o en bici.
En definitiva, este informe es esencial para revisar las políticas de lo que se está haciendo y para acelerar la ambición climática en la reducción de las emisiones. En concreto, España tiene comprometido una reducción de las emisiones en esta década de solo el 23%. Nosotras desde Greenpeace exigimos que se revise este compromiso de reducción de emisiones y se aumente a una reducción del 55% en 2030 respecto a 1990 para asegurar que alcanzamos la descarbonización en 2040. Eso supone acelerar la transformación de los sectores con mayor responsabilidad sobre el cambio climático como son el energético, el transporte, la agricultura y la ganadería.
¿Qué consecuencias podría sufrir el planeta si no se aborda con eficacia el reto climático?
Los impactos del cambio climático ya los estamos viendo. Una de las cosas que pone en evidencia el informe del IPCC es que cuanto más tardemos en actuar y sigamos aumentando las emisiones, mayor van a ser estos impactos.
Estos impactos afectan a todos los rincones del planeta, aunque dependiendo de cada región afectará más un tipo de impacto u otro. Pero sin duda, entre ellos está el aumento del nivel del mar, la sequía, el aumento de eventos meteorológicos extremos, el aumento de incendios cada vez más frecuentes y más virulentos debido a esa escasez de lluvia o el derretimiento de los polos, el Ártico está en unas tasas de deshielo sin precedentes.
Estos son algunos de los impactos que ya estamos viendo y que empeorarán si no actuamos a tiempo.
¿Y quiénes son especialmente vulnerables a estas consecuencias?
Una de las cosas que pone de manifiesto este informe del Grupo de Trabajo II del IPCC es precisamente la atención que hay que darle a la justicia social, a la equidad y las diferentes formas de experiencias. Le da atención a la desigualdad, al papel del poder, a la participación de la ciudadanía y a cuáles son las personas más vulnerables.
Las personas más vulnerables son generalmente las personas que menos producen el cambio climático, que menos emisiones producen. Son las personas que tienen menos recursos para hacer frente a los impactos del cambio climático que ya estamos viviendo. Aquellas personas que viven en una sociedad que de alguna manera le discrimina, estas son personas más vulnerables a la hora de hacer frente a los impactos del cambio climático.
También tiene un componente muy importante el género porque la pobreza tiene rostro de mujer. Eso hace que muchas veces las mujeres sean las que tienen más dificultades de acceso a los recursos para abordar los impactos del cambio climático, para desplazarse, para poder adaptarse, sufren las pérdidas y daños… Además, las mujeres muchas veces son las que gestionan los recursos. Son recolectoras, van a recoger el agua, las semillas… Pero no son las propietarias de las tierras y de los recursos, eso también hace, que a la hora de tener que gestionar los impactos del cambio climático, aborden mayores dificultades.
Es uno de los puntos importantes que marca este informe del IPCC. Presenta un marco de soluciones centrado en alternativas y vías de desarrollo que sean resilientes al clima y que tengan en cuenta la equidad.
¿Qué relación tiene la sequía que está teniendo lugar en muchos lugares de España en la actualidad con el cambio climático? ¿Podrías destacar y explicar otros fenómenos que estamos sufriendo ya?
La sequía, precisamente, es uno de los impactos derivados del cambio climático que ya estamos viendo. En concreto, en la región de la Península Ibérica. Es uno de los impactos sobre el que alerta el informe del IPCC. Cada vez hay periodos secos más largos, periodos sin lluvia.
A esto también le sumamos el incremento incesante de la demanda de agua por trasvases, embalses, desaladoras, pozos… Fundamentalmente por actividades que son muy demandantes de agua como es la agricultura intensiva o industrial. También por el cambio que se está haciendo también en muchas regiones de una agricultura de secano a una agricultura de regadío muy demandante en agua. Como pueden ser los cultivos tropicales de mango o aguacates. Toda esta gestión que estamos haciendo del agua, se suma a un impacto del cambio climático en el que cada vez tenemos menos lluvias y menos humedad. Esto hace que vivamos actualmente grandes periodos de sequía.
¿Qué soluciones podrían aportar las empresas españolas para contribuir a paliar los efectos de esta crisis climática?
Lo primero que tienen que asumir, tanto empresas como gobiernos, es abandonar nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Tenemos que poner fechas planificadas de abandono del carbón, del petróleo y del gas. Tenemos que hacer todos los procesos industriales de una forma más sostenible. Tenemos que tener hojas de ruta para asegurar que vamos en el camino del abandono del carbón, del petróleo y del gas y que aumentamos muchísimo en eficiencia. Es decir, gastar menos energía y, además, la energía que se gaste se haga de una forma más eficiente.
En el sector del transporte tenemos que ver grandes transformaciones. Por ejemplo: incentivar, mejorar e invertir mucho en una infraestructura de trenes, de red ferroviaria, para que siempre haya alternativas a los vuelos. Frente a un viaje de dos horas y media, tenemos que asegurar que tenemos una opción de coger el tren. Para eso necesitamos infraestructuras e inversión en ello.
Como decíamos también, en las ciudades necesitamos políticas que garanticen que dejamos el coche aparcado y nos movamos dentro de las ciudades de otra manera más sostenible que no necesite los combustibles fósiles ni el coche individual. Un transporte que sea público, que sea compartido o que sea un transporte en bicicleta o caminando.
El sector de la agricultura y la ganadería, tanto de las políticas como desde las propias empresas, tienen también que asumir cambios y transformaciones profundas. Tenemos que garantizar que reducimos el consumo de carne, que aumentamos una dieta mediterránea que estamos perdiendo, que esté más basada en productos vegetales y que el consumo de carne que sea de ganadería extensiva, de una ganadería ecológica y sostenible. Ahí necesitamos tanto a las empresas como a las políticas y a la sociedad empujando al cambio, asumiéndolo y aceptándolo también porque nos va la vida en ello.
La sociedad también jugamos un papel importante para demandar este cambio y para asegurar que vamos en el buen camino de reducción de las emisiones y de no superar el 1.5ºC de temperaturas.
¿Qué acciones lleváis a cabo desde Greenpeace para luchar contra el cambio climático?
Te voy a mencionar algunas de ellas que creo que son las más importantes. Transformar el sistema energético; asegurar que abandonamos el uso del carbón, del petróleo y del gas, y que vamos hacia un modelo energético que sea 100% renovable, que sea democrático y que esté en mano de las personas.
Para ello, trabajamos para garantizar que se fomenta y se instala el autoconsumo, las comunidades energéticas, que la sociedad se hace soberana en la producción, en la gestión y el consumo de su propia energía renovable. Además, es una de las piezas fundamentales para abordar también los grandes precios de la luz que maneja el oligopolio energético, también la dependencia de los combustibles fósiles y de la energía que viene del exterior. Además de para paliar el enorme problema que tenemos de pobreza energética donde más de 5,2 millones de personas en España no pueden calentar sus hogares en invierno de una forma adecuada para vivir de una forma digna y confortable.
Otra de las cosas importantes que estamos trabajando en Greenpeace es que haya una regulación que prohíba la publicidad de los combustibles fósiles. Como se hizo con el tabaco. Que se prohíba y regule la publicidad de aquello que está dañando nuestra salud y que está poniendo en crisis a nuestro planeta y nuestra forma de vida.
Tenemos lanzada una iniciativa ciudadana europea. Tenemos que llegar a un millón de firmas en este año para que la Unión Europea nos conteste y se pueda empezar un proceso de regulación de los combustibles fósiles y de los sectores asociados a ellos. Está demostrado que la publicidad está haciendo que aumente el consumo de estos sectores dependientes de los combustibles fósiles como es el automóvil y el uso del avión. Nos parece importante ese cambio de en las empresas de combustibles fósiles y que se regule su publicidad.
Trabajamos también en la conservación, protección y la restauración de los ecosistemas porque son fundamentales en la lucha contra el cambio climático. Trabajamos para que haya un tratado global de los océanos. También para esa transición desde una agricultura industrial hacia una agricultura que sea extensiva y sostenible.
Estamos trabajando, además, en el seguimiento de los fondos de recuperación económica. Aquellos fondos europeos que se han repartido por países, trabajamos para asegurar que esos fondos van en la línea de incentivar las actividades sostenibles y verdes que necesitamos para evitar los peores impactos del cambio climático. Que no se siga incentivando y poniendo dinero en los sectores de siempre que nos han traído al problema actual que estamos viviendo de la crisis climática.
¿Cuáles son los planes y objetivos para 2022 de Greenpeace en materia climática? ¿Cuáles son los principales retos y desafíos que podéis encontrar en ellos?
Estamos muy centrados en la transición energética, en el abandono de los combustibles fósiles y una energía democrática en mano de la ciudadanía para hacer una ciudadanía soberana de su propia energía renovable. En la conservación, protección y restauración de los ecosistemas y en el seguimiento de los fondos de recuperación económica.