El Informe Mundial de las Ciudades 2022 realizado por ONU-Habitat no deja lugar a dudas: aunque la rápida urbanización global se ralentizó temporalmente durante la pandemia de COVID, “las ciudades continuarán creciendo y el futuro de la humanidad es indudablemente urbano”. Es decir, la urbanización continúa siendo una poderosa mega tendencia, especialmente en áreas aún en desarrollo, donde se prevé un crecimiento del 95% de la población urbana. No cabe duda de que sigue pesando la idea de que las ciudades ofrecen más oportunidades laborales y mayor acceso a servicios públicos esenciales como la educación y la sanidad.
Y sin duda es así. Pero también lo es que las ciudades están sufriendo un proceso paulatino de deshumanización, directamente relacionado con las dimensiones en número de habitantes (Tokio, más de 40 millones de habitantes; Shanghái, casi 31 millones de habitantes) que muchas de ellas han ido adquiriendo. Y precisamente en la vuelta a la normalidad ONU-Habitat ha visto una oportunidad para el cambio.
Por eso, el informe de esta institución exige un mayor compromiso por parte de los gobiernos nacionales, regionales y locales de cara a la adopción de tecnologías innovadoras y conceptos de vida urbana como la “ciudad de 15 minutos“. Su idea es simple pero revolucionaria: que los residentes puedan satisfacer la mayoría de sus necesidades diarias a un máximo de un cuarto de hora. Conseguirlo no solo depende de acercar esos servicios al ciudadano en distancia, sino en tiempo, fomentando el uso de un transporte público eficiente y menos contaminante.
La movilidad sostenible es la única solución realmente eficaz para conseguir ciudades más verdes y más humanas. Es decir, la descarbonización del transporte urbano es esencial.
Esa es una de las razones por las que Thales está en continua búsqueda de nuevos sistemas y tecnologías que supongan un impacto disruptivo en la movilidad urbana eficiente y sostenible, con el objetivo de ahorrar tiempo, y con el compromiso de alcanzar las cero emisiones netas lo antes posible, con el objetivo puesto en 2030.
Pero no olvidemos que los patrones de demanda de transporte en las economías desarrolladas se dirigen también hacia la movilidad en la periferia urbana y más allá (hasta 80 km). Sólo existe una manera de disminuir el volumen de tráfico de pasajeros en vehículo particular que se genera cada día con dirección al centro de las ciudades y vuelta a las zonas suburbanas: ofrecer un transporte público multimodal, atractivo y verde. No cabe duda de que en este campo, no hay mejor medio que el transporte ferroviario, que vive en la actualidad una verdadera revolución digital, gracias a la que se consigue mejorar continuamente el rendimiento y reducir las emisiones.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de las Ciudades, en colaboración con LafargeHolcim.