La vitivinícola es la industria madre en Mendoza, Argentina, donde se encuentra la Bodega Trivento, símbolo de vinos de alta gama de dicho país y el de mayor venta en el mundo. Forma parte del Holding Concha y Toro, cuenta con más de 25 años en el mercado donde tiene un claro objetivo: ser una empresa sostenible a través del cuidado del medio ambiente y el desarrollo de la comunidad donde opera.
Bodega Trivento es signataria del Pacto Mundial desde 2018, reporta sus avances de progreso con metodología GRI y certificó como Empresa B en el 2021, ubicándose como la organización de mayor tamaño del rubro agrícola que pertenece a las mejores empresas para el mundo.
“En sistema B encontramos una buena herramienta para medirnos en las dimensiones de la sostenibilidad y entender en cuáles estamos bien parados y en cuáles debemos seguir trabajando”, señala Mercedes Álvarez, Subgerente de Sustentabilidad de Bodega Trivento
Iniciativas sostenibles e impacto
Álvarez señala que la estrategia de la organización se centra en tres pilares: social, ambiental y cambio climático que inició en el 2008 con la creación del “Aula de Terminalidad Escolar” dirigido a sus colaboradores, en alianza con la Dirección General de Educación.
“Nuestra primera responsabilidad está en el pilar social con el bienestar de nuestros colaboradores”, afirma Mercedes Álvarez al mencionar las acciones que impulsan como el “Aula de Terminalidad Escolar”, las licencias de maternidad extendida a los padres, chequeos y promoción de salud, y seguridad ocupacional.
Asimismo, a través del programa denominado “Vientos de Oportunidad” ha otorgado becas de estudio beneficiando a sus colaboradores, sus familias y la comunidad.
La innovación no es ajena a la empresa, con el lanzamiento del “White Malbec”, el vino blanco elaborado con uvas tintas cuyas ventas han financiado 50 becas anuales desde el 2020 para la comunidad. Además, ha desarrollado un programa dirigido a los estudiantes de primaria y secundaria, cercanas a la bodega, para que visiten sus instalaciones.
“Los recursos naturales son sumamente importantes porque partimos de la tierra. Sin agua ni aire, no existiría la uva y por tanto, el vino”, enfatiza Mercedes Alvarez y agrega que el 97% del consumo de agua está destinado al riego de la vid, además cuentan con sistema de riego por goteo en el 96% de las fincas, cifra que esperan llegar al 100% el próximo año. Además, han instalado estaciones meteorológicas para medir tanto suelo como el estrés hídrico de la planta.
“Nuestro compromiso es ser más preciso en el agua que le entregamos a la planta. En 4 años hemos reducido 30% y estamos en consumo de 4,5 litros de agua por botella producida. Al 2030 queremos reducirlo a 1,5 litros de agua”
En el pilar Cambio Climático cuentan con un programa de eficiencia energética, han instalado paneles solares en la planta de Maypú, actualmente reciclan el 96% de sus residuos el cual se redujo en 84% en los últimos 4 años; además, el compost que elaboran es destinado al cuidado del suelo de los viñedos y mejorar su estructura.
Todas estas acciones están sostenidas por su programa de “Cumplimiento, Transparencia e Integridad” que cuenta con códigos y políticas para sus colabores, clientes y proveedores que aseguran la gestión integra de Bodega Trivento.
Cuenta con un programa de cumplimiento con códigos y políticas para sus colaboradores, clientes y proveedores para asegurar una gestión íntegra. “Demos tener el mejor impacto social, el menor impacto ambiental, pero si no se hace bajo el paraguas de la ética y la integridad no será sostenible en el tiempo”, añadió
Entre los retos a futuro, Bodega Trivento tiene el compromiso, al 2030, de reducir la huella de carbono y hacia el 2050 apuntan a ser carbono neutral. Además, tienen el compromiso de seguir con su apoyo en la educación y en acciones a favor de la sociedad.
Escucha la entrevista completa en nuestro podcast