Entrevistamos a Victoria Gutiérrez, Responsable de Sostenibilidad Ambiental de TÜV SÜD que nos cuenta cómo afecta el cambio climático a la sociedad y las claves para que las organizaciones puedan alcanzar una óptima sostenibilidad ambiental. Destaca que desde TÜV SÜD integran la sostenibilidad ambiental como un eje trasversal de toda la organización, y apuestan por el liderazgo y la estrategia de la dirección, a través de planes estratégicos.
¿Cuáles son los riesgos del cambio climático?
Quiero partir de la explicación de que el efecto invernadero es, un proceso natural en el planeta y que ha permitido el desarrollo de la vida. Si la atmósfera no retuviera parte del calor del sol, la temperatura general sería de unos 18º bajo cero. Al realizar actividades que emiten sustancias nocivas, la atmósfera retiene más calor. Por lo tanto, se produce el calentamiento global y, en consecuencia, el cambio climático.
Por tanto, la diferencia radica en la afección que tiene el ser humanos en el efecto invernadero en los últimos años. En concreto, desde que hay actividad industrial en la tierra, la presencia de gases de efecto invernado es mayor, aumentando de una manera directamente proporcional y lineal a la actividad. Es decir, exactamente, desde la Revolución Industrial (alrededor del año 1850), y debido fundamentalmente a la emisión por la actividad humana de grandes cantidades de gases de efecto invernadero (dióxido de carbono CO2, metano CH4, óxido nitroso N2O …), esté cambio se ha acelerado.
El cambio climático, por tanto, es la consecuencia del calentamiento global de la Tierra. Esto es, el aumento general de la temperatura en el planeta, y que se produce por las emisiones tóxicas que el ser humano genera en sus actividades.
Este es el principal riesgo que tenemos, que la actividad humana afecte de manera peligrosa en los gases de efecto invernadero, y por tanto en el cambio climático.
¿Cómo afecta el cambio climático a la sociedad?
La primera afección directa es la elevación de la temperatura general de la Tierra, cuya consecuencia es:
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Fenómenos que afectan a la climatología extrema que ya estamos experimentando. Aparición de fenómenos meteorológicos de gran violencia. Algunos ejemplos que hemos presenciado son los huracanes, ciclones, lluvias y sequías extremas o inundaciones.
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Al elevarse la temperatura, las masas de hielo o glaciares comienzan a derretirse, como es el caso del Glaciar Perito Moreno, en Argentina. Cuando esto sucede, se eleva el nivel del mar y afecta a los litorales costeros, ya que se producen inundaciones y los estados insulares de pequeño tamaño desaparecen por quedar sumergidos. Aunque se trata de un proceso que requiere años, nuestro ritmo de vida consumista y orientado al aumento de la producción están conduciéndonos a pasos agigantados a nuestra propia autodestrucción.
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Otros problemas son la acidificación de los océanos, la desertificación y la extinción de muchas especies.
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La contaminación, la escasez de recursos, las sequías y otros síntomas del cambio climático ya están haciendo mella en la salud de muchas personas. El aumento de las enfermedades respiratorias, cardíacas y de otros tipos, es una realidad; sobre todo en las grandes ciudades.
Si bien el cambio climático no puede frenarse, sí podemos tomar medidas para que sus consecuencias no sean nefastas para la vida. Se trata de mitigar los efectos apostando por las energías renovables, la reforestación y restauración paisajística y cumpliendo con los acuerdos internacionales que buscan reducir las emisiones tóxicas.
Es importante la acción de los estados, la implementación de estos acuerdos y de todas las medidas que toman las administraciones, desde los gobiernos estatales a los ayuntamientos.
En resumen:
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Cumplimiento requisitos legales.
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Verificación por terceros de el cumplimiento de estos requisitos.
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Orientación hacia la neutralidad y compensación climática.
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Planes estratégicos de sostenibilidad, como herramientas de dirección para impulsar la sostenibilidad en las empresas y toma de decisiones a nivel estratégico.
¿Cómo se promueve desde la compañía la realización de proyectos que frenen el cambio climático?
Cada vez más, las Administraciones Públicas apuestan por la sostenibilidad, lo que implica el desarrollo de una legislación más estricta en este sentido; pero también, la posibilidad de acceso a concursos y contrataciones públicas que llevan el “sello verde” como condición de acceso. En el primer caso, apostar por la sostenibilidad permite a las empresas protegerse ante cambios restrictivos en materia medioambiental; y en el segundo caso, acceder a contratos muy interesantes para reforzar su actividad.
Lo más importante es la sensibilidad a nivel accionistas, comité de dirección., que apuesten por el desarrollo de proyectos de cálculo de huella de la organización, de sus productos, verificación de los mismos para evitar green washing, incluso, desarrollo de planes estratégicos,
Estos planes definen el marco y las directrices de la compañía mediante un conjunto de actuaciones que permiten integrar las expectativas de los grupos de interés en la estrategia de la organización, identificando objetivos concretos y diseñando acciones específicas que contribuyen a la evolución de un tejido empresarial responsable hacia un desarrollo sostenible y global.
Para su desarrollo se han considerados los compromisos fijados en la política de Sostenibilidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), así como los futuros retos o legislaciones que la compañía deberá tener en cuenta, como la Ley de Igualdad Retributiva, la nueva Ley de Contratación Pública o la Estrategia Española de Economía Circular.
¿Cómo apostar por la sostenibilidad ambiental?
La sostenibilidad ambiental la integramos como un eje trasversal de toda la organización, y como parte del ADN de las empresas.
Además, apostamos por el liderazgo y la estrategia de la dirección, a través de planes estratégicos, que nos permiten:
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Realizar un Análisis de Materialidad. Antes de comenzar, es fundamental entender qué temas de sostenibilidad son más relevantes para tu organización y tus stakeholders. Un análisis de materialidad ayudará a identificar y priorizar estos temas, proporcionando una base sólida para una Estrategia de Sostenibilidad.
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Establecer una Visión y Objetivos de Sostenibilidad. Con una comprensión clara de tus temas de sostenibilidad más importantes, puedes ahora establecer tu visión de sostenibilidad y definir tus objetivos. Estos deben alinearse con los resultados de tu análisis de materialidad y pueden abarcar áreas como la reducción de emisiones, la eficiencia energética, la gestión de residuos o la responsabilidad social.
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Desarrollar Acciones y Metas Específicas. Estas acciones deben ser medibles y tener un plazo definido para su implementación.
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Asignar Responsabilidades. Para asegurarte de que tu estrategia se implemente de manera efectiva, debes asignar responsabilidades a las personas o equipos apropiados en tu organización.
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Monitorear y Evaluar el Progreso. Es crucial monitorear y evaluar regularmente el progreso hacia tus metas de sostenibilidad. Esto te permitirá hacer ajustes a tu estrategia según sea necesario y garantizar que estás avanzando hacia tus objetivos.
- Comunicar tus Esfuerzos y Logros. Finalmente, comunica tus esfuerzos y logros en sostenibilidad a tus stakeholders. Esto puede mejorar la percepción de tu organización y fomentar un mayor compromiso hacia la sostenibilidad.
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