Según Mercer Marsh Beneficios, consultora líder en salud y beneficios para empleados a nivel mundial y parte de Marsh McLennan, las empresas latinoamericanas aún no están respondiendo de manera efectiva a la demanda de beneficios de salud específicos para mujeres. Estos incluyen tratamientos de fertilización in vitro (FIV), anticonceptivos, congelación de óvulos y extensiones de licencias de maternidad.
Invertir en la mejora de la salud de las mujeres es crucial para impulsar el crecimiento económico y empresarial. Según el estudio del Foro Económico Mundial “Cerrar la brecha de salud de las mujeres: Una oportunidad de un billón de dólares para mejorar vidas y economías”, cerrar esta brecha podría aumentar el PIB per cápita en un 1.7%. Cada dólar invertido en estos esfuerzos tiene el potencial de generar $3 en crecimiento económico.
El estudio “Reinventando los Beneficios” revela que el 78% de las empresas en la región están introduciendo beneficios y programas de salud dirigidos a mujeres. Según Ricardo de Almeida, Director de Mercer Marsh Beneficios para Latinoamérica y El Caribe, aunque aún hay un largo camino por recorrer, Latinoamérica está progresando en la implementación de beneficios que ayudan a reducir las disparidades de género entre los empleados.
Un 15% de empresas nacionales también están ofreciendo soluciones de fertilidad y planificación familiar, así como licencias ampliadas de maternidad y programas específicos para mujeres embarazadas, incluyendo planes flexibles de trabajo post maternidad. “Nuestra experiencia con miles de empresas en toda la región nos ha demostrado que todo lo que se invierte en salud de la mujer, tiene un impacto directo en los resultados de las empresas, en su capacidad de atraer y retener al mejor talento, y crecer de forma sostenible”, finalizó de Almeida.
Las persistentes desigualdades en salario, cargas familiares, oportunidades de carrera y acceso a puestos de liderazgo afectan la salud y desarrollo de las mujeres. Según estudios de Mercer, las mujeres experimentan un 15% más de estrés y agotamiento, lo que aumenta sus problemas de salud en un 25%. Esto se refleja en su preferencia por el trabajo híbrido en un 52%, en comparación con el 45% de los hombres.
Estas cifras subrayan la importancia de abordar las desigualdades de género en el ámbito laboral para promover la salud y el bienestar de las mujeres. El trabajo híbrido emerge como una opción favorable, destacando la necesidad de flexibilidad y equilibrio entre la vida laboral y personal.
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