Por las numerosas charlas que me ha tocado dar en distinto tipo de universidades de Santiago y provincias he podido constatar que la mentalidad de los futuros profesionales de Chile estará fuertemente influenciada por darle a los negocios el triple valor de la sostenibilidad. Está claro en este segmento que la dimensión económica es importante para que un proyecto o negocio tenga futuro, pero que al mismo nivel debemos poner la dimensión social y la ambiental, las tres patas de esta mesa que, por estar desequilibradas, están causando un grave daño a nuestro ecosistema y sociedad, generando desigualdad, pobreza y deterioro del medioambiente.
Por otro lado, si miramos el mundo empresarial nos podemos dar cuenta de que la difusión de estos conceptos todavía es muy incipiente. Las empresas realmente comprometidas en un desarrollo sostenible todavía son muy pocas si consideramos el número total de empresas que hay en nuestro país y el profundo desconocimiento que hay, especialmente, a nivel de medianas y pequeñas empresas.
Haciendo este análisis nos hemos dado cuenta de que la tarea de difundir los preceptos de la sostenibilidad, el comercio justo, las economías solidarias y tantos otros similares no puede centrarse en el ámbito meramente académico, debe permear en lo más profundo del empresariado de todos los niveles.
Algunas empresas tienen muchos ideales y excelentes ideas, pero, como todo emprendimiento, necesitan del apoyo de otras empresas que lleven un tiempo ya transitando estos caminos y que puedan generar demanda. Es por este motivo que Sistema B y Emprediem estratégicamente para realizar rondas de negocios llamadas “Negocios con Impacto”, la cual ya va en su tercera edición. Esta iniciativa busca poner en contacto empresas de todos los tipos y tamaños pero que las une una misma visión, creer que el mundo puede ser un lugar mejor.
Por lo anterior, es muy importante que todas las empresas que se preocupan de algo más que la última línea de su balance, no se resten de participar en este tipo de iniciativas para conocer a cada uno de sus actores, ver sus productos y servicios y escuchar sus propuestas, por la experiencia personal, podemos decir que no se arrepentirán ya que siempre se encontrarán excelentes ideas que pueden llegar a solucionar los problemas que cada organización tiene y a formar más de alguna alianza estratégica que aporte a generar un mercado cada vez más inclusivo y solidario.
Extendemos las felicitaciones a los organizadores ya que no es fácil trabajar por una economía más solidaria y mostrar al mundo que este tipo de negocio no solo hace bien a la sociedad y el planeta, sino que también son rentables y pueden generar riqueza a toda la cadena productiva.
Seguiremos apoyando en la futura versión de “Negocios con Impacto” para seguir buscando socios comerciales que tengan ideales parecidos a los nuestros e ideas que de seguro no ayudarán a mejorar nuestro desempeño.
Los que llevamos unos días más de avance en esta materia debemos ser las puntas de flecha que puedan ir sembrando conceptos, ayudando a los que vienen detrás a apurar su marcha, para así, poder avanzar decididamente en la senda de un futuro más justo, igualitario y con respeto al medio ambiente y la sociedad.
En conclusión, es deber de los que trabajamos en sostenibilidad organizar a nuestras comunidades y ser verdaderos agentes del cambio. Debemos convertirnos en la palanca que moverá al mundo, a nuestro mundo hacia un futuro más sostenible.
Este artículo forma parte del Dosier Digital Iberoamericano sobre Comercio Justo