Minimizar el impacto medioambiental de los eventos culturales es una preocupación creciente tanto de los organizadores como de los asistentes que, cada vez más, demandan soluciones ‘verdes’ que aborden de manera consciente y realista todos los aspectos de estos. Y es que las actividades culturales con un enfoque verde son cada vez más necesarias, debido a la situación de crisis climática, y también más valoradas por el consumidor que busca, ya no solo disfrutar de la actividad en sí, sino saber que está contribuyendo a una mayor sostenibilidad del entorno.
Esta es una de las principales conclusiones del evento con formato de mesa redonda ‘Conscious Talks: Cultura, música y electrificación’, organizado por el Foro para la Electrificación. Durante la charla, celebrada en Madrid, los participantes expertos han abordado las necesidades, retos de sostenibilidad de los eventos culturales y profesionales y cómo la transición energética basada en una mayor electrificación es fundamental para reducir las emisiones y la huella de carbono.
Guillermo Amann, Portavoz del Foro para la Electrificación, que ha moderado la sesión, asegura que “todo lo que nos ayude a reducir la huella de carbono y a contribuir a mejorar el cambio climático es importante. Estamos viendo cómo ha aumentado la tendencia por la sostenibilidad en todos los ámbitos de la vida, y el mundo de la cultura es uno de ellos: desde la literatura a la moda, pasando por supuesto por la música y los eventos. Es bien cierto que ya se están implementando medidas como el uso de fuentes de energía renovable, el autoconsumo o la promoción de la movilidad sostenible.
Además, se están desarrollando tecnologías innovadoras para mejorar la eficiencia energética de los equipos de sonido, iluminación y otros elementos de producción”. Concretamente, los conciertos y festivales de música -los eventos más populares y exitosos de la industria de la música y el entretenimiento y también unos de los que realizan un uso más intensivo de la energía-, que están creciendo año a año en nuestro país aportando parte de su sello de identidad internacional, son un ejemplo de cómo se está avanzando en esta materia.
Como explica Ana Gómez de Castro, New Business, PR & Education Manager de la empresa de organización de conciertos y festivales Live Nation Spain, “la situación actual es alarmante: hay hechos reales que nos alertan sobre el cambio climático y que nos avisan de la necesidad de descarbonización. En el mundo de los festivales los números han aumentado exponencialmente tras la pandemia y eso afecta a la sostenibilidad. Es fundamental la concienciación -que debe estar presente en todos los involucrados, desde el artista hasta el asistente-, así como la formación de las nuevas generaciones en esta materia para seguir avanzando. Esperemos que la sostenibilidad deje de ser un tema de conversación, porque eso significará que la hemos interiorizado como sociedad”. Para esta compañía, precisamente, la sostenibilidad de estos eventos está muy presente en ocho puntos fundamentales: emisiones y energía, uso de recursos y residuos (incluido el plástico), agua, comida, participación pública, contratación, transporte e impactos locales, que se agrupan en tres: cambio climático, eficiencia de recursos y compromiso público.
En esta línea, Arturo Paniagua, Locutor, Periodista y presentador de tendencias musicales, asegura que “la percepción de la sostenibilidad ha ido creciendo entre el público a medida que crecía el alcance de este tipo de eventos. Si hace unos años se podían ver estas medidas como una estrategia de marketing, hoy se ha avanzado mucho en concienciación. Se hace mucho -hay grandes ejemplos como la nueva gira sostenible de Coldplay, donde se ve cómo cada pequeño detalle puede ser susceptible de ser sostenible-, pero también hay que contarlo. La narrativa es la mejor forma de involucrar a la gente para que se sientan parte de este proceso y participen”.
Por su parte, Sila Lua, cantante, artista y productora conocida por su fuerte compromiso sostenible, coincide en que los artistas son los líderes de este movimiento. “Creo que tenemos la oportunidad de compartir este proceso y la evolución necesaria, de impactar con el ejemplo, creando momentos de ocio que no solo sean divertidos, sino que además tengan un impacto positivo. Los artistas somos la guerrilla de la sociedad y podemos impulsar el cambio no solo desde nuestro mensaje artístico, sino también con nuestros actos”, afirma.
Finalmente, Agustín García, consultor experto en eficiencia energética y huella de carbono en la plataforma para la organización de eventos sostenibles EPHYMERA SOSTENIBILIDAD apunta que, en este campo, es importante hacer las cosas por convencimiento y no por obligación. “Creo que es lo que se está haciendo, aunque es un proceso lento y debemos tener paciencia. Este sector tiene una gran capacidad de adaptación y hace un efecto escaparate que marca el camino de mejora, pero lo más importante a día de hoy es trabajar en insertar la idea de sostenibilidad en los planes de acción de este tipo de eventos, así como en avanzar en la regulación. La tecnología nos está ayudando mucho en este sentido, como la movilidad eléctrica, la iluminación led, etc., y hay que seguir de cerca estas medidas y aplicarlas en la medida de lo posible”, añade.
“Está cada vez más claro que la electrificación de los festivales no solo es posible, sino que también puede ser rentable y atractiva para el público, y la concienciación de todos los agentes participantes, como se ha demostrado aquí, es la clave. Absolutamente todas las actividades de nuestro día a día deben pasar por emitir menos CO2 a la atmósfera, y hemos aprendido aquí que el mundo de la cultura no puede ser una excepción, ni lo está siendo”, ha concluido Guillermo Amann.
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