La Fundación Freno al Ictus ha celebrado la IX Edición de Espacio Ictus titulada “La importancia del tiempo frente al ictus”. Una iniciativa que contó con el apoyo de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la Sociedad Española de Neurosonología (SONES), el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN (GEECV), el Grupo Español de Neurorradiología Intervencionista (GeNI), y el SUMMA 112 de la Comunidad de Madrid, así como con la colaboración de Medtronic y Bayer.
La jornada analizó la visión de los diferentes expertos que intervienen en la cadena asistencial de los pacientes que sufren un ictus y el papel crucial de actuar a tiempo frente esta enfermedad que cada año afecta a 120.000 familias en España provocando la muerte o una discapacidad grave en un porcentaje elevado de los casos. Se estima que una de cada cuatro personas tendrá un ictus a lo largo de su vida, representa actualmente la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y es la segunda causa de mortalidad, siendo la primera en el caso de las mujeres.
“Hoy, queremos enfatizar lo más crucial: la clave para un tratamiento efectivo en pacientes con ictus es la rapidez. Significa que cuanto antes el paciente reciba atención, mejor. Por lo tanto, ante cualquier sospecha, hay que llamar al 112 y activar el código ictus. Esto permite que el paciente sea elegible para recibir tratamiento” así lo ha manifestado el Dr. Manuel Moreu Gamazo, Neurorradiólogo intervencionista en el Hospital Clínico San Carlos y vocal de GeNI quién además señaló que el impacto de retrasarse en la atención es muy significativo. Cuanto más tiempo pase desde el inicio de los síntomas hasta el tratamiento, mayores serán las posibilidades de que los sistemas de defensa del cerebro fallen. En otras palabras, “el retraso conlleva un mayor riesgo de tener un infarto cerebral más extenso y, en última instancia, reduce las posibilidades de un resultado clínico favorable.”
El ictus, una afección cerebral grave, a menudo deja secuelas debilitantes e incluso discapacitantes en quienes lo padecen. Se estima que dos de cada tres supervivientes de ictus experimentan estas secuelas. Según explica el Dr. Jorge Rodríguez Pardo de Donlebún representante del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, a nivel global más de 100 millones de personas viven con estas consecuencias a largo plazo. Las secuelas no solo afectan a la salud y calidad de vida de los pacientes, además provocan un alto impacto en las familias y generan una carga económica significativa en los sistemas sociales y de atención médica.
Para abordar esta problemática, las unidades de ictus han demostrado ser esenciales, ya que reducen en un 30% la mortalidad y dependencia en comparación con la hospitalización convencional. “Es fundamental concienciar sobre la importancia de estas unidades como un tratamiento universalmente beneficioso para todos los pacientes con ictus, actualmente no todas las provincias españolas disponen de estas unidades y se calcula que son necesarias al menos 20 unidades más (117 camas) para dar cobertura a la incidencia actual anual de la enfermedad” enfatizó.
Los expertos señalan que es esencial que los servicios de emergencias puedan actuar con rapidez ante cualquier síntoma de esta enfermedad, como lo son la asimetría facial, pérdida brusca de fuerza en brazo o pierna, o dificultad para hablar o entender. Llamando al 112, se activa el código ictus para llevar al paciente al hospital adecuado y recibir tratamiento. “En 2022, en la Comunidad de Madrid activamos 2,500 códigos ictus, pero se estima que el número de ictus es mucho mayor, más de 10.000 ictus anuales en nuestra comunidad. Esto indica que actualmente solo llegamos al 25% de los casos, lo que destaca la necesidad de concienciar a la población sobre la importancia de llamar al 112 ante cualquier síntoma” explicó el Dr. Nicolás Riera López, Responsable de la Comisión de Ictus del SUMMA 112.
El Dr. Riera mandó un mensaje positivo indicando que “en los últimos años ha habido un aumento en el número de llamadas al 112 por ictus, estamos en el buen camino, pero tenemos que conseguir llegar mucho más a la población afectada”.
Para concluir, Julio Agredano Lozano, Presidente de la Fundación Freno al ICTUS ha puesto en relieve que “la diferencia crucial entre activar el código ictus y no hacerlo radica en la tasa de supervivencia y la reducción de secuelas. Más del 50% de quienes ingresan mediante el código ictus se recuperan sin secuelas graves, el principal problema es que la mayoría no llega a tiempo para activarlo. De los 120,000 afectados en España, solo unos pocos activan este protocolo. La clave está en llamar al 112 para iniciar la cadena de supervivencia y aprovechar todos los recursos disponibles que pueden marcar la diferencia en la mortalidad y la discapacidad”.
Agredano añadió que “es fundamental la creación de “espacios cerebroprotegidos”, formar a la población en detección y actuación rápida en caso de ictus. En Madrid se ha conseguido aumentar el número de activaciones del código ictus a través del SUMMA 112 y esto es debido a que cada vez tenemos una población más informada y formada sobre la enfermedad”.
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