El trabajo infantil es una lacra mundial que, actualmente, afecta a más de 168 millones de niños. La obligación de trabajar les envuelve en una situación de explotación infantil pero también les priva de ir al colegio, recibir una educación o, incluso, jugar, algo fundamental para el desarrollo de los menores. Todo ello, en conjunto, pone en peligro el futuro de millones de niños pero también el bienestar de las próximas generaciones. El trabajo infantil fomenta la desigualdad y exclusión social.
En este contexto, CANVAS Estrategias Sostenibles ha analizado tres de los Objetivos de Desarrollo Sostenible la ONU (ODS) que juegan un papel fundamental en la lucha contra el trabajo infantil.
Respecto al ODS 4 ‘Educación de Calidad’, desde Canvas Estrategias Sostenibles destacan que el desarrollo socialmente sostenible depende del establecimiento sin excepciones de la educación universal y gratuita. Los niños que trabajan a tiempo completo desde edades tempranas se ven privados de la educación básica y los que combinan educación y trabajo a tiempo completo son más proclives al fracaso y al abandono escolar. Esto no sólo pone en peligro las oportunidades de los niños para conseguir un trabajo digno cuando llegan a la edad adulta, sino que aumentan las desigualdades económicas ya existentes entre países.
Garantizar el trabajo decente es el ODS número 8. Se trata de un objetivo fundamental para poner fin al trabajo infantil y para promover, en general, buenas condiciones y prácticas laborales decentes que velen por los derechos humanos, tales como sueldos dignos, jornadas justas y apoyo a actividades productivas sostenibles.
El ODS 10, Reducción de desigualdades, también tiene un papel protagonista en la lucha contra el trabajo infantil. Los niños que se ven obligados a trabajar se encuentran en una situación de desigualdad. Además, tan solo ocho personas en el mundo acumulan tanta riqueza como otros 3.600 millones, es decir, la mitad más pobre de la humanidad. Estas cifras son un claro ejemplo de la desigualdad que se vive en el mundo entero y que obliga a las familias más pobres a buscar trabajo para los menores, con el objetivo de sobrevivir pero privándoles de una educación esencial y necesaria para su posterior desarrollo.
Para las socias fundadoras de CANVAS Estrategias Sostenibles, “promover el trabajo decente y un sueldo digno para los adultos es una de las formas de reducir las altas cifras de desigualdad, favoreciendo que los niños y niñas no tengan que abandonar la escuela y trabajar para que su familia pueda salir hacia delante. Y en eso todos debemos aportar para el cambio, desde la forma en que se trabaja en una pyme como en una multinacional. El caso es fijarlo como principio clave de actuación”.