El octavo aniversario de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es un momento crucial para reflexionar sobre los avances realizados y los desafíos que aún persisten en el camino hacia un mundo más justo y sostenible. Estos objetivos, establecidos por Naciones Unidas en 2015, nos brindan una hoja de ruta para abordar los mayores desafíos de nuestro tiempo, desde la erradicación de la pobreza extrema hasta la lucha contra el cambio climático. ‘No dejar a nadie atrás’ es, en resumen, el fin de estos retos.
En estos años hemos presenciado importantes avances. Se han logrado mejoras significativas en áreas como la igualdad de género o reducción de la pobreza en el mundo, pero aún tenemos desafíos enormes para lograr los ODS para 2030.
Además de las políticas de los gobiernos y actores locales, el trabajo de las organizaciones no gubernamentales es fundamental para la consecución de los ODS. A través de los proyectos de cooperación al desarrollo y ayuda humanitaria se consiguen grandes avances en las 17 materias correspondientes a dichos objetivos. En Ayuda en Acción, conscientes de la importancia de cumplir con estos retos mundiales, trabajamos en nuestros proyectos teniendo en mente siempre los ODS, identificando nuestra capacidad de influencia y contribución a su consecución.
En nuestra larga experiencia, hemos aprendido la importancia del seguimiento y la evaluación de las intervenciones humanitarias y de desarrollo. Si trabajamos por la reducción de la pobreza, tenemos que poder medir la pobreza y los indicadores permitirán medir el éxito de nuestro trabajo. La evaluación de las intervenciones es tan importante como las intervenciones en sí mismas porque la historia nos ha demostrado que no todo vale y que el cómo se interviene es fundamental para no dejar a nadie atrás.
Por esto, Ayuda en Acción se ha enfocado en el impacto de sus acciones y en este ámbito es donde se ha dado el mayor avance en los últimos años. Hemos ido generando un impacto cada vez más sólido y alineado con los retos a nivel global. La visión de cambio de la organización se centra en el potencial de la infancia, la adolescencia y la juventud como protagonistas y emprendedores capaces de transformar, reduciendo desigualdades y rompiendo el círculo de pobreza.
Es la transición exitosa de la escuela al empleo y/o emprendimiento lo que acompañamos, impulsando la generación de oportunidades para aprender y emprender siendo capaces de lograr la propia transformación, de las comunidades y del mundo.
Para ello, se han desarrollado y se utilizan indicadores institucionales en todos los proyectos de Ayuda en Acción que nos permiten medir de forma sistemática y periódica y evaluar los avances de la organización y el aporte que éstos realizan a logros globales como los ODS, principalmente aquellos relacionados con los ODS 1 Fin de la pobreza y 10 Reducción de las desigualdades además de los ODS 5 Igualdad de género, 13 Acción por el clima, 16 Paz, justicia e instituciones sólidas y 17 Alianzas para lograr los objetivos.
Adicionalmente, en la mejora de nuestro trabajo, hemos participado en la traducción al español de INDIKIT, una herramienta innovadora que ha demostrado ser una buena práctica en toda nuestra labor de cooperación al desarrollo e intervención humanitaria. La plataforma digital fue desarrollada por la ONG checa People in Need (PIN) y permite a las comunidades, a través de una metodología participativa, contar rápidamente con indicadores que servirán para guiar el trabajo para lograr un mundo mejor.
Los desafíos que quedan por cumplir durante los próximos siete años para alcanzar los ODS son demasiados para un artículo, pero confiamos en que, mejorando los impactos de las intervenciones, y la evaluación de éstas, logremos llegar a la meta en 2030.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: 8º Aniversario de los ODS, en colaboración con Metrovacesa.