El mundo en general, y Europa en particular, se ha propuesto luchar por hacer un planeta más sostenible y para ello se ha visto inmersa en un proceso que ayude a identificar qué actividades son sostenibles y en qué circunstancias lo son. Está identificación y clasificación de actividades sostenibles ayudará a aclarar qué actividades concretas conducen a la sostenibilidad medioambiental y por tanto deben promoverse (así como financiarse) o, por el contrario, cuáles son perjudiciales y requieren cambios o ser suspendidas (o al menos no recibir apoyo).
La base de este sistema de clasificación se basará en los siguientes objetivos medioambientales: mitigar y adaptarse al cambio climático, proteger el agua y los recursos marinos, controlar y prevenir la contaminación, evolucionar hacia una economía circular, proteger y restaurar la biodiversidad, los ecosistemas y los objetivos y estrategias subyacentes de la UE.
En este contexto, la correcta gestión y recuperación de los residuos son pilares fundamentales para evolucionar hacia una economía circular, en la medida que contribuyen a la creación de un mercado de materias primas secundarias armonizado y consolidado. Entre las herramientas con las que se cuenta para facilitar una adecuada organización de la recogida y tratamiento de las diferentes fracciones están la caracterización y clasificación de los residuos.
Estas operaciones permiten:
- Mejorar la eficiencia del proceso de reciclaje.
- Aumentar la calidad del producto reciclado.
- Preservar lo máximo posible el valor de los materiales.
- Determinar las posibilidades que tiene un residuo o subproducto.
Además, la todavía vigente Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados establece entre las obligaciones de información de las Comunidades Autónomas la cuantificación y caracterización de los residuos entrantes y salientes de las instalaciones de tratamiento.
Por su parte el Proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados para impulsar una economía circular y baja en carbono remitido recientemente a las Cortes por el Gobierno, fija objetivos más ambiciosos de preparación para la reutilización y reciclado de residuos municipales: un incremento del 5% cada cinco años hasta alcanzar el 65% en 2035, estableciendo porcentajes específicos de preparación para la reutilización, dentro de cada uno de esos objetivos siendo del 15% en 2035. La caracterización y clasificación de residuos revisten gran importancia para la consecución de estos objetivos.
Azentúa ha apostado por promover la economía circular y ha desarrollado y puesto en práctica, en el Ecoparque de Toledo, un procedimiento de caracterización de residuos domésticos, con la finalidad de conocer en detalle la composición de las distintas fracciones que integran los mismos.
Dicha caracterización consiste en analizar muestras de 250 kg de residuos obtenidos de los diferentes camiones recolectores preseleccionados, para determinar los porcentajes en peso de los diferentes materiales de la muestra y la cuantificación de impropios en función de la fracción (biorresiduo, envases ligeros, papel y cartón, y resto).
Estas muestras le servirán al Consorcio de Servicios Públicos Medioambientales de la Provincia de Toledo para estimar las necesidades de cada municipio en cuanto a dimensionamiento de la capacidad de recogida. Además, la realización prolongada de dicha caracterización permite un análisis estadístico de las características de las diferentes fracciones, la calidad de los materiales recuperados o el rendimiento de los equipos, entre otros parámetros de interés.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Alianzas para impulsar la economía circular.