Ser madre es, por lo general, una alegría, pero conlleva también esfuerzo y numerosos gastos, especialmente si lo eres sola. Con motivo del Día de la Madre, que se celebra el próximo domingo, Save the Children quiere recordar que, en España, ser madre supone una dificultad adicional sin una pareja con la que compartir la maternidad y la crianza de los hijos e hijas. En su informe El coste de la crianza, la organización ponía de manifiesto que criar a un hijo/a en 2022 era de 672€ al mes, algo inasumible para muchas familias monoparentales -la gran mayoría encabezadas por madres solas- que deben hacer malabares para poder sacar a sus hijos adelante.
Los hogares monomarentales son los más expuestos a la pobreza y exclusión social
Este es el caso de Marcela, madre de Mateo, un niño de 14 años. Sus ingresos, de unos 600 euros al mes, no le permiten cubrir el coste total de la crianza de su hijo, ya que no puede hacer frente a gastos necesarios como el dentista o actividades de ocio. “El alquiler son 425 euros. El problema más grave que tengo ahora es la factura de la luz, que ha aumentado muchísimo. Actualmente debo 3 facturas. A Mateo le gustaría tocar la batería, pero no puedo pagarle unas clases de música. Mi hijo no puede salir con sus amigos a comer a un sitio de comida rápida, no me lo puedo permitir. Como mucho le puedo dar 1 euro para que compre alguna chuche. La ropa que le compro es de segunda mano”, afirma esta madre sola.
Según los datos de la última Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicada recientemente, los hogares monomarentales son los más expuestos a la pobreza y exclusión social. Los niños y niñas que viven en ellos se enfrentan a una tasa de carencia material severa del 15,9%, significativamente por encima de la tasa general, del 10,1%. Esto es, carecen de los bienes y servicios básicos para mantener unas condiciones de vida dignas. Asimismo, mientras que la tasa de pobreza de los hogares con niños y niñas a cargo se sitúa en el 24,7%, en los hogares monomarentales alcanza el 46,1%. De ellos, más de la mitad (el 24,1%) se encuentran en situación de pobreza severa.
Las mujeres se enfrentan a mayores niveles de precariedad y pobreza laboral, así como a mayores dificultades para conciliar crianza y empleo. Además, contar con una única fuente de ingresos incrementa enormemente el coste de la crianza en proporción a la renta del hogar. Así, la pérdida de poder adquisitivo causada por la inflación dificulta especialmente a estas familias el acceso a bienes y servicios básicos (alimentación, suministro energético, etc.) para garantizar unas condiciones de vida adecuadas en la infancia. En España, hay 557.442 hogares con niños, niñas y adolescentes que están encabezados por una mujer.
El rostro de una familia que pasa dificultades para mantener su casa es el de una madre sola con hijos a cargo. Si tenemos en cuenta las distintas tipologías de hogares que alquilan o poseen la vivienda en propiedad con hipoteca, las familias monomarentales son aquellas que sufren en mayor medida situaciones de sobrecarga de la vivienda. Así lo explicaba la ONG en su informe Aquí no hay quien viva, publicado hace pocas semanas y en el que analiza las dificultades de las familias para pagar la vivienda en nuestro país. En España, hay 158.000 hogares monoparentales -8 de cada 10 encabezados por mujeres– que viven en régimen de alquiler y dedican un porcentaje excesivo de sus ingresos (por encima del 30%) al pago de la vivienda.
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