Las necesidades humanitarias en Siria son actualmente máximas, mientras que la financiación sigue disminuyendo año tras año, afirma World Vision, organización de ayuda humanitaria que trabaja en Siria desde 2013. Los recientes terremotos del 6 de febrero no han hecho más que agravar su sufrimiento, haciéndoles más vulnerables a la explotación y los abusos.
Muchos niños y niñas sirios no han conocido otra cosa que la guerra cuando el prolongado conflicto alcanzó el 15 de marzo, su duodécimo año y corren el riesgo de volver a ser olvidados por la comunidad internacional. World Vision ha publicado un informe en el que se describe la grave situación de los niños y sus familias en la Siria actual.
Los terremotos han añadido más sufrimiento y trauma
De los 6,4 millones de niños y niñas que viven hoy en Siria, más de 2 millones están actualmente sin escolarizar, siendo el 40% niñas que corren un riesgo cada vez mayor de matrimonio infantil. Muchos de estos niños han tenido que soportar o presenciar múltiples tipos de violencia y sufrimiento.
Los ataques a infraestructuras sanitarias, escuelas y campos de desplazados internos, además de la pandemia de COVID-19 y el brote de cólera más reciente, han devastado las perspectivas de supervivencia y desarrollo infantil en Siria. Incluso si el conflicto terminara hoy, según nuestro anterior informe Siria 10, sus repercusiones económicas para 2035 incluirían 1,7 billones de dólares adicionales si tenemos en cuenta los niños y niñas cuya educación y atención sanitaria se han visto negativamente afectadas.
Para empeorar las cosas, los terremotos que sacudieron Siria y Turquía han añadido más sufrimiento y trauma, ya que más de 850.000 niños y niñas turcos y sirios se han visto desplazados a ambos lados de la frontera. Los niños sirios están ahora en mayor riesgo de desarrollar síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT) debido a la exposición recurrente de la infancia a la adversidad, lo que puede propiciar una variedad de problemas emocionales y de comportamiento que podrían impactarlos hasta bien entrada la edad adulta, según los expertos en salud mental.
“Los niños y niñas sirios merecen vivir una vida feliz y plena y nos necesitan ahora más que nunca. La comunidad internacional debe movilizarse para garantizar que podemos seguir satisfaciendo sus necesidades más acuciantes, al tiempo que nos esforzamos por garantizarles un futuro más esperanzador, tras 12 años de guerra y de infancias perdidas”, concluye Eloisa Molina, directora de Comunicación de World Vision.