Se ha cumplido un año de la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, ¿qué balance hace?
Pues el primer año de los ODS hemos conseguido, sobre todo, sensibilizar y que la gente conozca en qué consisten, que implican tanto a países en desarrollo como a estados desarrollados, que tenemos que trabajar de manera conjunta y que necesitamos empezar a trabajar ya. Son 15 años que tenemos por delante, estamos todos llamados a colaborar y hay que tocar todas las palancas a nuestra disposición para lograr su cumplimiento.
¿Cómo ve su nivel de aplicación en las empresas españolas? ¿Y a nivel internacional?
En España, hemos hecho un análisis del Ibex 35 y hemos comprobado que 33 de las 35 organizaciones que lo forman ya están trabajando en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de una manera directa o indirecta, por lo menos analizando cómo les afectan, lo que supone un 94% del total de este selectivo. Además de este 94%, casi la mitad está desarrollando estrategias específicas de implantación de los ODS o incluso está modificando las estrategias de Responsabilidad Social y empresariales que tenían para adaptarlas a los retos que marcan los ODS. Haber conseguido todo eso en un año es espectacular. También hemos visto cómo el Acuerdo de París sobre el clima ha entrado en vigor en un año, cuando estaba previsto que fuera ratificado en cuatro años. Eso quiere decir que el momentum que llaman los anglosajones ha llegado.
A nivel internacional, el movimiento es fuerte. Las empresas están en general bastante sensibilizadas en que algo hay que hacer y lo que falta ahora es coordinación. Debemos ser capaces de coordinarnos y ser mucho más eficientes en formar alianzas.
La lucha contra la pobreza y hambre sigue siendo uno de los retos globales. ¿Cómo pueden contribuir los ODS a mitigar estos problemas a nivel global?
La pobreza y el hambre fueron los dos primeros grandes retos que incluyeron los Objetivos de Desarrollo del Milenio y ahora persisten con los ODS. Desde un punto de vista empresarial marcan un reto enorme para que una compañía pueda llegar a subsistir en una sociedad. O combatimos esos retos y conseguimos que la gente esté alimentada y tenga dinero para comprar, o será imposible que las compañías perduren o puedan sobrevivir en una economía en desarrollo. Por tanto, lo primero que tenemos que conseguir es que la pobreza y el hambre desaparezcan. Lo que se ha conseguido con los Objetivos de Desarrollo del Milenio es mucho, más de la mitad de reducción, pero tenemos que acelerar el proceso para poder pasar a los siguientes retos que tenemos por delante.
El acceso al empleo, la educación y la lucha por la igualdad son otros de los grandes retos. ¿Cómo ve su desarrollo a nivel global?
En el ámbito laboral, el mayor reto que tenemos no es solo la creación de empleo –actualmente hay 204 millones de personas en paro según la OIT–, sino que además encuentren un trabajo de calidad. Ahora mismo estamos reinventando las economías y cuál va a ser el trabajo del futuro. Muchos de los trabajos que hoy existen, no existirán mañana y por tanto habrá más personas que no van a tener trabajo. El reto es enorme y la ambición es hallar de qué manera podemos encontrar empleo para el colectivo de parados, hacerlo de una manera responsable y creando oportunidades para todos. El trabajo en alianza con organizaciones como la OIT y los propios sindicatos y las empresas es fundamental.
A nivel educativo, en España tenemos un 20% de fracaso escolar, por lo que debemos conseguir que accedan y terminen esa educación, y que luego esa educación sirva para algo, porque tenemos bastantes miles de licenciados universitarios que no tienen trabajo. Eso requiere análisis, diálogo, imaginación e innovación, y requiere trabajar directamente con las empresas para saber qué tipo de trabajadores quieren para el día de mañana. Y eso aplicado a la mujer y con un grado adicional de dificultad por esa discriminación, nos da un reto formidable.
¿Cree que la lucha contra el cambio climático será clave para cumplir el resto de Objetivos de Desarrollo Sostenible?
Sin duda alguna, el cambio climático ha provocado catástrofes naturales, muchas de las crisis migratorias de hoy en día y la desaparición de muchísimos negocios. Es evidente que, o se revierte el daño ambiental que hemos causado hasta ahora o las consecuencias son inimaginables para el ser humano. Por tanto, no habrá ODS que tenga sentido si no hay una sociedad a la que aplicarlo. La lectura positiva que se puede extraer es la aprobación y entrada en vigor del Acuerdo de París en sólo un año. Es un indicativo de que las personas estamos siendo conscientes de lo grave que es el problema.
El ser humano es excepcional en encontrar soluciones a su propia extinción. Por tanto, espero que seamos capaces de acelerar ese proceso y de coordinar las actuaciones, porque no es suficiente con saber que tenemos un problema sino que debemos ser capaces de entender cuál es ese problema y cuál es la solución más rápida. Eso creo que solo se va a conseguir a través del objetivo 17 de las alianzas y con el 13 de lucha contra el cambio climático. Creo que el poner palabras a las cosas nos va a ayudar a avanzar más rápido.
¿Cómo ve la situación actual del ODS 17 de alianzas?
El mayor reto que tiene el ODS 17, que es el mayor reto que tienen los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es que estamos hablando de 7.000 millones de personas con una visión muy diferente de cómo se tienen que solucionar los problemas del mundo y la única forma de trabajar en la solución es poniéndonos de acuerdo en cuál es el problema y cómo podemos llegar a esa solución. Sólo se puede hacer eso dialogando y trabajando en alianza.
Si cada uno intenta solucionarlo por libre, lo normal es que se logre un resultado determinado que no sea considerado el más eficiente por otro país. Conseguir alinear todas las posiciones de los individuos que están en el mundo es crucial para que cuando dentro de 15 años lleguemos a la conclusión de que lo hemos conseguido, que todo el mundo esté de acuerdo en que es así y que realmente hayamos transformado el mundo.
Acaba de ser reelegida presidenta del Consejo Asesor de Redes de Global Compact. ¿En qué va a trabajar el Consejo Asesor?
Global Compact está inmersa en una readaptación de su estrategia de cara a estar preparada para el trabajo en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Consejo Asesor de Redes Locales tiene la misión de analizar ese cambio estratégico y ver si realmente cada uno de los que estamos allí representados, que son casi 100 redes locales en el mundo, estamos viendo que ese avance o esa propuesta estratégica tiene sentido a nivel local en nuestros países. Tenemos la misión de aunar las voces de las diferentes redes locales, compartir esas visiones con la oficina de Nueva York y ser capaces luego de trasladar el movimiento y este cambio estratégico a nuestros correspondientes países. Dada la multitud de nacionalidades y culturas, es un gran reto.
¿En qué va a trabajar la Red Española de Pacto Mundial en 2017?
En el año 2017 tenemos los ODS como plato fuerte. Continuaremos trabajando en derechos humanos que es uno de nuestros elementos estrella y queremos profundizar en materia de corrupción. Queremos conseguir que el trabajo que ya hemos hecho se reactive.
¿Cuál cree que ha sido la noticia del año en RSE durante este 2016?
Se ha cumplido un año de los ODS y hemos conseguido la ratificación del Acuerdo de París. Creo que eso lanza un mensaje muy positivo y muy esperanzador a toda la comunidad de la Responsabilidad Social Empresarial.
¿Qué noticia sobre la Responsabilidad Social le gustaría escuchar el próximo año?
Que hemos conseguido los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la mitad de tiempo, en un año o en dos, o que hemos logrado un gran progreso. Me encantaría escuchar que por lo menos, todos los países y todas las empresas quieren unirse a este movimiento de manera inmediata, luego ya veremos cómo, pero que todo el mundo se entere que estamos trabajando en esta agenda y que la gente tenga ganas de sumarse.