La Fundación Esperanza y Alegría fue creada en el año 2001 inspirada en los principios espirituales de la Madre Teresa de Calcuta y se caracteriza por su compromiso con las personas más desfavorecidas en situación de vulnerabilidad. Sin distinción de origen, creencias, etnias, culturas, razas, ni género, la Fundación trata de transformar la pobreza en autosuficiencia, promoviendo un desarrollo sostenible y ampliando las oportunidades de las personas beneficiarias de los proyectos.
Entrevistamos a María Moreno, fundadora y presidenta de Esperanza y Alegría que nos cuenta como comenzó a andar la Fundación, a cuántas personas ha ayudado y ayuda, y cuántas organizaciones y entidades apoyan los diferentes proyectos que la Fundación llevan a cabo en España, India, Latinoamérica…
¿Cómo nació la Fundación Esperanza y Alegría y hace cuántos años están trabajando?¿qué proyectos han llevado a cabo desde su fundación hasta ahora?
La Fundación Esperanza y Alegría cumplió ahora en mayo 18 años. Es una Fundación que se crea en el año 2001 “para los pobres más pobres” y está inspirada en los principios espirituales de Madre Teresa de Calcuta, a la cual tuve el honor de conocer. Para mí es muy importante educar curando y alimentando; intentar cambiar ese destino que tienen los intocables que muchas veces no pueden salir de su pobreza.
La Fundación se crea cuando recibo una carta del Padre Gastón, que era muy amigo de la Madre Teresa de Calcuta, pidiendo ayuda porque estaba recogiendo cadáveres de más de mil personas en el Delta del Ganges. Era gente intocable por lo que no tenían ayuda del gobierno, el padre los estaba sacando con voluntarios y fue una carta que me llegó al corazón, fue esa gota que ya desbordó el vaso. Le pregunté a mi marido si hacíamos una fundación inspirada en los principios espirituales de la Madre Teresa para los pobres más pobres.
Fui a ver a mi padre que siempre me ayudaba y se lo conté. Después de leer la carta, me dijo que apoyaba mi decisión y me dio el consejo que desde el primer momento tuviera los recibos originales de cada ladrillo que se pusiera, y que de pedir ayuda externa, siempre auditara. Hemos auditado toda la vida con auditores externos, y desde que existe la Fundación Lealtad ellos nos auditan.
Estamos muy implantados en India y todo el mundo piensa que empezamos allí, pero fue ayudando a Latinoamérica antes de iniciar la Fundación. Implementamos proyectos que yo realizaba durante los siete años que viví allí con el apoyo de mi padre; actualmente continuamos trabajando en ellos.
En India, empezamos en Calcuta con la financiación de una casa que atiende, principalmente, a niños con discapacidad psicomotriz que se llama Asha Bhavan Centre. Esta casa que ya es autosostenible, atiende a 350 niños más o menos. Se les da rehabilitación, tiene un colegio de primaria, secundaria; y se les enseña también un oficio; normalmente es el oficio de hacer prótesis.
En el Delta del Ganges hicimos un proyecto ayurvédico para 4 mil mujeres; era una plantación ayurvédica para hacer medicinas. Posteriormente, creamos una pequeña fábrica para hacer las medicinas. Les dábamos a las mujeres educación, les dábamos las plantas, las plantaban en sus casas y luego nos traían la producción para hacer las medicinas en el Delta del Ganges.
Hicimos un Barco Hospital dispensario que aun depende financieramente de nosotros. El barco recorre ocho islas todos los días. Tiene quirófano, laboratorio y rayos X. Se para en cada isla y se suben más de 100 personas todos los días en este dispensario; curamos, damos medicinas, es una maravilla. Cuando hay casos graves se pueden operar en el barco, y si son muy graves los llevamos a tierra, en estas islitas no hay absolutamente nada. También trabajamos con los hijos de personas enfermas de lepra que cuidaban las misioneras de la caridad.
Cuando fue el tsunami al principio fuimos con ayuda humanitaria, y luego nos fuimos involucrando cada vez más en diferentes proyectos. Hemos hecho un colegio que hoy en día funciona, atiende a cinco mil niños y es autosostenible. Nos han dado varios premios gracias a este colegio.
Hemos creado y hecho una politécnica, orfanatos, dispensarios, un hospital muy importante en Kameswaram que da servicio a casi 50 mil personas, UVIS móviles que van a diferentes pueblos y financiamos las medicinas. Estamos muy presentes en toda esta zona.
También contamos con la ayuda de la Fundación Real Madrid. Tenemos 7 escuelas socio-deportivas en India. Creo que somos la fundación que más escuelas deportivas tiene en la región. En cada escuela tenemos 100 niños y niñas; a través del deporte se crean muchos vínculos. En nuestros proyectos tenemos a lo mejor cinco religiones: católica, hindú, jainista budista y musulmana. Por medio del deporte se crean y refuerzan valores, principios, compañerismo, equidad, respeto, respeto a las niñas; es una maravilla.
En las escuelas socio-deportivas estamos haciendo una gran labor, pero necesitamos que nos apoyen más empresas. La Fundación Real Madrid nos enseña cómo hacerlo; y envía a sus entrenadores. Contamos con más empresas que nos apoyan en la financiación de las escuelas pero tenemos requerimiento de construir más escuelas socio-deportivas.
La Fundación Esperanza y Alegría tiene tres tipos de proyectos, tres tipos de financiación y tres tipos de voluntariado.
De los proyectos que tenemos, empiezo por el voluntariado. Le doy mucha importancia porque yo creo que ser voluntario es sembrar una semillita en el corazón. Una semillita en la que el voluntario puede valorar todo lo que tiene: a su familia, su país, haber nacido en donde ha nacido, tener educación, el ser una persona sana, el bienestar que tenemos en estos países. Creo que es muy importante el tema de voluntariado, a mí me pasó, y mira lo que ha terminado pasando. Tenemos experiencias impresionantes con voluntarios que estuvieron hace mucho y que ahora ya son empresarios, y tienen iniciativas como Pablo Urbano, Cofundador de AUARA, que es una persona muy solidaria y así como él, te puedo poner muchos ejemplos. Yo a esos voluntarios les digo “No importa que me ayudéis o no en la fundación, lo importante es que tengáis esa conciencia social para el día de mañana”, creo que hay que crear conciencia social. Nosotros tenemos voluntariado en sede, en terreno y pro bono que son empresas que nos ayudan como voluntarias y no nos cobran.
En la Fundación existen tres tipos de proyectos: 1) Proyectos que construimos y entregamos, normalmente a congregaciones religiosas, gente muy seria que sabemos que van a sacarlos adelante. 2) Proyectos que construimos y los hacemos autosostenibles, eso debe de ser un proyecto, la sostenibilidad en el tiempo y eso es lo que siempre intentamos, que un proyecto sea autosostenible. Lo mantenemos uno o dos años y luego ya funcionan solos; 3) Proyectos que, por desgracia, nunca van a poder ser autosostenibles y que por eso necesitamos financiación. En los presupuestos anuales que hacemos, tenemos que contar con un dinero para mantener estos proyectos: orfanatos, algunos dispensarios, algunas campañas de vacunación y las escuelas socio – deportivas.
Las tres maneras de financiar la Fundación son: 1) El departamento técnico es el encargado de elaborar las propuestas para presentamos en convocatorias de RSC en diferentes empresas, o premios, 2) Fundraising en eventos, organizamos desde una cena solidaria, el bazar de la India, un torneo de golf u otras cosas, todo cuenta. Un proverbio indio dice “todo lo que no se da, se pierde”. Creo que todo el mundo tiene que tener el corazón abierto para decir sí y tener el corazón abierto para estudiarlo, intentarlo siempre porque luego de repente aparece por ahí la divina providencia y sí se puede; y, 3) Comunicación. Nos hemos dedicado a trabajar y no a comunicar tanto y necesitamos socios; socios pequeñitos de diez, de cinco, de seis euros de lo que sea porque son las gotitas que mantienen los colegios y orfanatos. Mi gran preocupación siempre es el sostenimiento de los orfanatos y de ciertas campañas de vacunación para que esto siempre funcione.
Hoy en día estamos muy involucrados en el tema del agua porque pensamos que es un tema muy necesario. En India hay casi 600 millones de personas que tienen problemas de agua, de aquí al año 2025, la población va a ser de 1.800 millones de personas. Estamos ahora construyendo muchos pozos de agua. El agua es vida y el agua tiene que ser buena y no tiene que estar contaminada. Tiene que haber agua para poder vivir, y para poder servir. Estamos construyendo pozos en muchas escuelas, llevando el agua potable a muchos sitios.
Estamos trabajando también, potenciando la agricultura. Intentamos potenciar a los agricultores, a la gente de los pueblos para que tengan agua para que puedan regar, para que puedan cultivar…
Nuestra Fundación la hemos profesionalizado mucho. Sin embargo, para nosotros es un reto porque estamos ayudando casi a 250 mil personas, hemos hecho cosas en 22 países y tenemos un impacto indirecto en tres millones de personas. Hay tres sueldos fijos: un técnico de proyectos, un administrativo y una persona de comunicación apoyados por voluntarios; por eso tenemos ese impacto, porque no tenemos gastos elevados. Es mucho trabajo de gestión, pero sí es verdad que ha merecido la pena porque hemos llegado a mucha gente. Se puede… todo es voluntad, organización y gestión.
¿Qué va a pasar a partir de ahora en adelante?
A mí sí me gustaría dotar a la Fundación para que esto pueda funcionar solo sin necesidad de estar siempre recaudando fondos. Tengo una serie de ideas a futuro que tardarán como cinco años o un poco más para que el día de mañana esto funcione, y que siga conmigo o sin mí, pero que siga. Creo que las cosas hay que hacerlas autosostenibles y muchas veces pienso “si no se consigue pues fíjate todo el bien que hemos hecho hasta ahora”. Creo que somos una Fundación reconocida, bonita, nos han nominado dos veces al Premio Princesa de Asturias de la Concordia, eso ha sido emocionante porque no es una cosa que tú te puedas presentar, te tienen que nominar.
La Fundación tiene muchísimos premios, pero nunca hemos dado bombo y platillo a nada porque he tenido esa educación de que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano derecha, y ahora sí me han convencido y estoy segura que ahora hay que comunicar todo. Nosotros sí comunicamos a nuestros socios, tenemos todas las cuentas disponibles para todo el mundo, pero no nos hemos dedicado a comunicar al exterior, por pudor.
Hoy en día hemos hecho cosas en 22 países en este momento activos. Sobre todo, estamos en India, España y los otros países siempre están ahí si hace falta que hagamos alguna cosa y los proyectos están funcionando muy bien.
¿Cuántos voluntarios hay en la Fundación sin recibir nada a cambio?
Lo que es en la sede, al año, habrá alrededor de 4 voluntarios. Para eventos o gente que se va a proyectos, tendremos anualmente cerca de 100.
Me has comentado antes que el Real Madrid colaboran con vosotros, ¿qué otras empresas os apoyan?
Muchas. Tenemos un convenio de colaboración con Acciona. Aquí en Madrid tenemos un proyecto en el Pozo del Tío Raimundo, damos todos los jueves casi 300 bolsas de alimentos a 275 familias, más de 720 personas.
Luego tenemos unos talleres de jardinería para chicos que son refugiados, emigrantes o chicos con familias con pocos recursos y jóvenes en riesgo de exclusión social, por medio de un convenio de colaboración que firmamos con Acciona, FCC (Fomento de Construcciones y Contratas) y Bankia. Estos chicos hacen las prácticas en los parques que cuidan ellos, y luego algunos se quedan a trabajar con ellos.
Tenemos convenios con Auara, con el Hotel Villamagna… Cada uno puede aportar un poquito. Es muy divertido porque siempre viene alguien, y nos ofrece ayuda y yo digo sí porque todos aportan algo. Porque si uno es una hora, una hora si otro es media pues media, si uno es una vez al año… Todo cuenta y siempre hay algo que se puede hacer, bien aquí o bien en terreno.
Me gustaría saber desde Corresponsables cuáles son los próximos retos y desafíos de la Fundación Esperanza y Alegría en materia de Responsabilidad Social y sostenibilidad y cómo lo pensáis llevar a cabo
El reto de la Fundación, igual que algunos proyectos nuestros, es que sean auto sostenibles. Mi idea es crear, en los próximos cinco años, un fondo de sostenibilidad para que todos los proyectos que sostenemos nunca se queden sin fondos, y por otro lado siga funcionando el departamento técnico para conseguir fondos para proyectos finalistas. Luego, que toda nuestra acción y toda nuestra causa llegue a más personas porque nos hemos dedicado a trabajar, y no tanto a comunicar entonces otro reto importante que tenemos es comunicar más todo lo que hacemos para así poder conseguir ayudas.
Otro reto importante es hacer socios. Tenemos pocos socios por lo mismo, porque no hemos comunicado y porque nos hemos dedicado a trabajar. Siempre hemos pensado que la mano izquierda no sepa lo que hace la mano derecha, pero ya me han convencido entre todos. Hay que contar, hay que comunicar, aunque sí es verdad que aquí está todo a disposición de todo el mundo para ver las cuentas. Tenemos una transparencia total. Estoy muy orgullosa porque es una Fundación que siempre ha tendido a la excelencia.
De aquí a unos años comunicaremos más para poder recibir ayudas, tener socios y tener una sostenibilidad por lo menos de los proyectos que están en marcha. El resto de los nuevos proyectos finalistas, ya lo tenemos muy organizado con un departamento técnico para conseguir fondos.