En un escenario donde la sociedad demanda cada vez más a las empresas un compromiso real con la sostenibilidad, el impulso legislativo y las acciones gubernamentales emergen como pilares fundamentales para transformar las prácticas empresariales hacia la transparencia y la responsabilidad ambiental y social. Ya no basta con seguir las tendencias del mercado; ahora, las empresas deben enfrentarse a nuevas regulaciones que las instan a ser agentes de cambio, ya sea por elección propia o por necesidad.
Desenmascarando al Greenwashing
No es ninguna novedad que el Greenwashing es una preocupación significativa para los líderes empresariales, ya que distorsiona las acciones empresariales sostenibles y genera desigualdad entre competidores. Los datos de la Comisión Europea son claros: más del 50% de las declaraciones medioambientales examinadas en la UE son vagas, engañosas o carecen de respaldo. Además, la mitad de las etiquetas verdes no ofrecen verificación alguna. Esta situación subraya la importancia de la legislación como herramienta para combatir el Greenwashing y garantizar la transparencia en las afirmaciones medioambientales de las empresas.
A raíz de esta problemática surge la esperada ‘Green Claims Directive’, prevista para ser aprobada por el Parlamento Europeo en el primer trimestre de 2024. Esta directiva busca establecer criterios comunes para evitar declaraciones medioambientales engañosas, exigiendo a las empresas que respalden sus afirmaciones con evidencia científica sólida y verificable.
Se trata de un hito clave en la lucha contra el Greenwashing que pondrá barreras a todas aquellas empresas que, sin pudor alguno, presumen de mantener compromisos ambientales que no son tales.
Un empujón a la inversión de impacto
El auge de la inversión de impacto es otro motivo para tener esperanza en que el camino hacia prácticas empresariales más sostenibles y transparentes está cada vez más cerca .El lanzamiento del Fondo de Impacto Social (FIS) por parte del Gobierno de España, con una dotación de 400 millones de euros, marca un hito en el apoyo a proyectos transformadores asociados con la transición energética y el impacto social. Este fondo tiene como objetivo invertir en proyectos que fortalezcan el emprendimiento y la economía social en el país, marcando así un hito en el apoyo a iniciativas transformadoras asociadas con la transición energética y proyectos de impacto social.
Este fondo no solo busca atraer inversiones privadas, sino también catalizar un ecosistema empresarial más comprometido con la sostenibilidad, canalizando recursos hacia proyectos con un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.
Priorizando la transparencia en sostenibilidad
La Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) representa un cambio significativo en la forma en que las empresas abordan la información de sostenibilidad. Obligando a más de 50.000 empresas europeas a incluir análisis de doble materialidad en sus estrategias de negocio, esta regulación destaca la importancia de considerar los riesgos financieros y los relacionados con la sostenibilidad.
En España, se espera que esta normativa equipare la información sobre sostenibilidad con la información financiera en la toma de decisiones empresariales, marcando un avance hacia la transparencia y la rendición de cuentas.
En resumen, por fin se está dibujando un nuevo paradigma empresarial en Europa y España, y la intersección entre la evolución legislativa, el crecimiento de la inversión de impacto y la implementación de estándares de reporte sostenible nos lo confirman. Estos cambios representan tanto un desafío como una oportunidad para las empresas, que deben adaptarse a estándares más rigurosos y demostrar un mayor compromiso con la sostenibilidad en sus informes corporativos.
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