El protagonista de la transición energética en Brasil, Neoenergia, ha dado un paso importante hacia el avance de los estudios de desarrollo de la generación de energía eólica marina. La compañía acaba de instalar el sensor flotante LiDAR (siglas en inglés para Light Detection and Ranging) para recopilar datos sobre las características del viento y del mar en el área de la costa norte de Río de Janeiro. Es la primera vez que una compañía utiliza en Brasil un sistema con certificación internacional de rendimiento máximo (nivel tres), lo que permite una mayor precisión y confiabilidad de los datos.
La novedad fue presentada durante el Brazil Offshore Wind Summit 2024, que finaliza este miércoles en Río de Janeiro. El LiDAR está protegido dentro de una boya con casi tres metros de diámetro. Entre otras funciones, el sensor es capaz de medir de forma remota, mediante haces láser, la velocidad y dirección del viento, a partir del movimiento de partículas de aire, en rangos que van desde los 10 hasta los 300 metros de altura.
Combinación de sostenibilidad con innovación
Es posible obtener información relacionada con corrientes marinas, aspectos de las olas, temperatura del agua del mar, presión, humedad, entre otras referencias. El conjunto de dispositivos tiene casi 7,5 metros de altura, desde la base de la quilla hasta la punta de la antena, y también cuenta con módulos de placas solares, entre otros recursos, para funcionar. Con el LiDAR, Neoenergia tendrá acceso, vía satélite, a informes específicos sobre las condiciones del viento y del mar en la región, con datos transmitidos en tiempo real a través de internet.
Se necesitaron 10 horas para transportar el sensor flotante desde el muelle del Puerto do Açu, en el municipio de São João da Barra (RJ), hasta el lugar de instalación en alta mar, a unos 40 kilómetros de la costa. La operación fue realizada por Fugro BR, una referencia mundial en servicios de medición de recursos eólicos y parámetros oceánicos.
Neoenergia también contó con el apoyo logístico de Prumo Logística, una empresa controlada por EIG y responsable del desarrollo del Puerto do Açu, con la cual la compañía firmó un memorando de entendimiento (MoU, por sus siglas en inglés) en 2022, para investigaciones relacionadas con proyectos de generación de energía eólica marina en la región.
Marcelo Lopes, Director de Hidráulica y Offshore de Neoenergia, destaca que el país necesita desarrollar soluciones energéticas inteligentes y sostenibles para estimular un nuevo modelo de industrialización a partir de fuentes limpias. “Con el equipo flotante de última generación, avanzamos hacia una nueva realidad para el sector de la energía renovable. Creemos que el proceso de transformación de la cadena productiva brasileña requiere la combinación de sostenibilidad con innovación”, afirmó.
En cuanto al desarrollo de la generación eólica marina en el país, el ejecutivo destaca que “en la regulación de futuras subastas de área, es necesario contemplar criterios selectivos para no gravar la fuente al principio de su desarrollo”. Según Marcelo Lopes, este es el camino para promover en el futuro la industria y atraer la cadena de suministro que resultará en la competitividad de la fuente, con ganancias de escala y desarrollo tecnológico.
Neoenergia ha estado contribuyendo al fomento del sector de energía limpia en el país con asociaciones dirigidas a promover nuevas tecnologías para ofrecer soluciones innovadoras. Actualmente, la compañía tiene una capacidad instalada de 4 GW en generación, siendo el 88% de energía renovable.
Laura Porto, Directora ejecutiva de Renovables de Neoenergia, destaca que el avance en el desarrollo del mercado de energía marina en el país requiere un marco legal. “Es fundamental que Brasil se prepare y se posicione como ocurrió hace 20 años con la implementación de la generación eólica en tierra firme. Es una oportunidad, después de todo, este futuro tan prometedor ya se está construyendo hoy”, afirma. La ejecutiva también cree que una legislación específica será importante para brindar seguridad jurídica y regulatoria, además de asegurar a los inversores una asignación de recursos más precisa.