Diecinueve millones de niños y niñas están sin escolarizar, la mayoría desde hace muchos meses, privados de la seguridad psicológica que supone asistir a clase.
Millones han sido desplazados por el conflicto que comenzó el 15 de abril de 2023, y sufren escasez extrema de alimentos y falta de atención sanitaria. En medio de su lucha por sobrevivir, la infancia ha sufrido violencia sexual, persecución étnica, secuestros, reclutamiento en grupos armados y sometimiento al terror por parte de hombres armados.
Según el Comité de los Derechos del Niño de la ONU, unos 24 millones de niños y niñas de Sudán corren el riesgo de sufrir una catástrofe generacional.
John Makoni, director de World Vision Sudán, advierte: “Sudán es en la actualidad posiblemente el peor lugar del mundo para que viva un niño, debido al enorme número de niños y niñas afectados por el conflicto, pero también por los diferentes retos físicos y emocionales a los que se enfrentan. La infancia está literalmente hambrienta, maltratada y traumatizada por lo que está viviendo y presenciando. Muchos niños y niñas han huido de la violencia, pero no han podido encontrar una seguridad real”.
Makoni explica que World Vision está trabajando para aliviar el calvario al que se enfrentan los niños y niñas asociándose con UNICEF para gestionar espacios seguros para ellos. Se trata de Espacios Amigos de la Infancia donde niños y niñas pueden sentirse protegidos, atendidos y donde pueden recuperar cierta sensación de normalidad en medio del caos.
Uno de estos espacios se encuentra en Abu Ramad, en la región del Nilo Azul. Allí se ha proporcionado a los niños y niñas balones de voleibol, baloncesto, juegos de mesa, material artístico y cuerdas para saltar. Más de 100 niñas y niños acuden a diario.
Mariam, de 14 años, dice que va tres veces por semana a jugar con sus amigos. Sueña con ser ingeniera y espera ayudar a construir escuelas y un hospital en su comunidad.
Makoni dice que las mujeres y niñas desplazadas se enfrentan a importantes riesgos de violencia sexual mientras viven en refugios temporales, en los pasos fronterizos o mientras se desplazan en busca de seguridad. World Vision ayuda a gestionar los casos de quienes han sufrido violencia, prestando servicios psicosociales a más de 1.000 mujeres y niñas.
En la región del Nilo Azul, World Vision imparte formación sobre medios de subsistencia para ayudar a las mujeres, que luchan por hacer frente a su nueva situación, a encontrar nuevas formas de ganar dinero. La fabricación de jabón, la sastrería y la artesanía del cuero son algunas de las técnicas que aprenden.
Aisha, madre de cuatro hijos, afirma: “Desde que entré en el centro, he podido crear ropa para mis hijos, ahorrar dinero y contribuir a los ingresos de nuestro hogar”.
World Vision afirma que queda mucho por hacer para ayudar a los millones de personas que sufren una crisis que es en gran medida invisible para el mundo. Las acciones incluyen:
- Garantizar el acceso transfronterizo desde Sudán del Sur y Chad para llegar a las personas necesitadas.
- Aumentar masivamente la financiación humanitaria para los 18,1 millones de personas que necesitan ayuda. En abril de 2024, sólo se había financiado el 5,4% de los 2.600 millones de dólares del Plan de Respuesta Humanitaria 2024.
- Un compromiso de todas las partes para reabrir las escuelas con el fin de ayudar a proteger a los niños y niñas de la violencia y evitar el daño generacional que sufren los que carecen de educación.
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