La Navidad es una época de tradiciones, algunas con más y otras con menos historia, pero también puede ser un momento de consumismo y despilfarro. A pesar de todo, los expertos aseguran que es posible afrontar las fiestas de una manera mucho más sostenible. Para Treedom, sitio web que permite regalar y plantar árboles a distancia, la sostenibilidad es una prioridad. Es por eso que han colaborado con 7 expertos en nutrición, salud, medio ambiente, sostenibilidad y empresa para buscar alternativas que permitan celebrar unas fiestas más justas con el medio ambiente.
Mucho cuidado con el despilfarro alimentario en Navidad
Según Maria Correa, responsable de Comunicación y Participación Comunitaria de B Lab Europa, “el primer paso es cuestionar el concepto de ser consumidor. La publicidad alimenta el deseo de más, de lo nuevo, pero es importante plantearse primero si necesitas o no hacer esa compra”. Si aun así realizamos una compra, según Correa lo importante es “hacerlo de forma consciente”.
Uno de los momentos en que toma más relevancia plantearse las compras es al preparar las comidas y cenas navideñas. Más aún si tenemos en cuenta los datos de despilfarro alimenticio: según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2020 se tiraron 31 kilos de comida por persona.
En este sentido Anna Bach, directora del Máster de Nutrición y Salud de la UOC apunta la necesidad de “revisar la despensa y hacer una lista de la compra ajustando las raciones a los menús que se prepararán para así evitar la compra compulsiva”. Informarse sobre la procedencia de lo que se come también es esencial puesto que “en general, el consumo de proximidad y de temporada mejora la vida de las pequeñas comunidades agrícolas, aumenta la diversidad, requiere menos energía para el transporte, tiene una buena relación calidad-precio y contribuye a una alimentación sana”, según Bach.
Las cenas fuera de casa también son habituales durante las fiestas, pero como explica F. Xavier Medina, director de la Cátedra UNESCO de Alimentación, Cultura y Desarrollo de la UOC, esto no ha de suponer un problema porque “hoy en día la conciencia de reciclar y aprovechar los alimentos existe y se acompaña de normativas que lo favorecen”. En ese sentido, Medina recuerda que “en los restaurantes, pedir que te pongan la comida que sobra en un táper o llevarte el vino que ha quedado se puede hacer sin problema ni pasar vergüenza”.
Por otra parte, la electricidad es otro de los puntos que en Navidad puede generar un consumo poco sostenible. “Para afrontar el frío podemos ponernos ropa más gorda y caliente para evitar poner la calefacción en las horas centrales del día. Y a la hora de dormir, es mejor usar ropa de cama térmica que sustituya la calefacción: así dormimos bien y no se reseca el ambiente, con lo que ello conlleva para las mucosas”, apunta Carlos Herraiz, docente en el Grado de medio ambiente y sostenibilidad de la Universidad Europea de Madrid.
El debate sobre la compra de alimentos de proximidad es bien conocido. Sin embargo, no siempre se tiene en cuenta a la hora de hacer regalos. Natalia Martínez, profesora de marketing y sostenibilidad de la UOC, afirma que una manera de ser sostenibles es “comprar productos locales, no sólo alimentos sino también regalos de artistas locales o de tiendas del barrio y de la zona donde vivimos. Y también podemos plantearnos comprar de segunda mano o a pequeñas empresas y emprendedores”.
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