Hola Jean Baptiste, ¿podrías contarnos más acerca de Phenix?
Phenix nace en Francia en 2014 y aterriza en España en 2020. Desde el inicio, nos hemos dedicado a ayudar a las empresas del sector alimentario, especialmente distribuidores y fabricantes de alimentos, a valorizar su excedente a través de distintas soluciones. Somos una empresa privada que se crea con un objetivo muy claro: participar activamente a reducir el desperdicio alimentario. Uno de los problemas más importantes para nuestra sociedad y para el medioambiente. Y sí, sabemos que es todo un reto, ya que deben darse las circunstancias y contexto favorables para hacer negocio a la misma vez que se arregla un problema de esta magnitud.
¿Qué iniciativas estáis llevando a cabo?
Existen dos etapas muy importantes para conseguir nuestro objetivo que es acabar con el problema del desperdicio alimentario. La primera es, perseguir un objetivo común también a nivel europeo: reducir al máximo el desperdicio. La segunda es valorizar el excedente. Ya que aunque por parte de las empresa, se trabaja en reducirlo al máximo, siempre acabará existiendo y lo que buscamos es que no acabe en la basura.
En Phenix ofrecemos distintas soluciones que ayudan a las empresas a valorizar su excedente y evitar que acabe en los vertederos y un buen ejemplo de ellas es la intermediación de las donaciones de alimentos. Ayudamos a nuestros clientes a organizarse de manera interna para que en vez de destruir su excedente, lo donen. Tirar ha sido la opción preferente en España y en otros países, ya sea por su facilidad y/o por costumbre. Hasta hace poco era más barato y fácil destruir que organizarse para donar el excedente a asociaciones benéficas. Nosotros nos estamos encargando de demostrar a las empresas que no es así y que podemos ayudarles a ser más rentables. Por ejemplo, en el caso de los distribuidores de alimentos, actuamos de puente entre sus supermercados y las asociaciones locales que pueden recibir esta mercancía, obviamente en perfecto estado y distribuirla a las familias que lo necesitan.
Por lo tanto, demostramos a nuestros clientes que pueden ser rentables apostando por soluciones con un impacto más positivo para la sociedad y para el medioambiente. En vez de destruir sus alimentos y asumir un importante coste de gestión de residuos, pueden donar sus alimentos a asociaciones, ayudar a los más necesitados y además, salir ganando económicamente. Donar alimentos te permite beneficiarte de la deducción fiscal que te permite ahorrar en el impuesto de sociedades a final de año, pagar la factura a Phenix por sus servicios de intermediación y aún así seguir teniendo una rentabilidad más alta comparada con la destrucción. sigue sobrando para pagar la factura a Phenix por sus servicios de intermediación.
¿Cuál es la situación y principales retos de futuro que consideras tenemos en materia de desperdicio alimentario?
2022 es un año clave. El Estado está trabajando en una nueva Ley para hacerle frente al Desperdicio Alimentario. Existe una presión interna y externa muy fuerte hacia las empresas del sector alimentario sobre este tema, la sociedad reconoce cada vez más el problema del desperdicio y pide soluciones. A nadie le gusta tirar bolsas llenas de comida en buen estado a la basura y, mucho menos containers enteros.
Debemos mirar hacia el futuro, las empresas quieren actuar para reducir el desperdicio, pero les falta información y sobre todo se hacen una pregunta: ¿por dónde empiezo? Nosotros ofrecemos soluciones pragmáticas y siempre les decimos a nuestros clientes que hay que empezar por soluciones rentables para la empresa. Además de arreglar el problema del desperdicio, vamos a optimizar juntos los procesos actuales y a reducir costes. Para ello, el primer paso para empezar es cuantificar, pues antes de querer solucionar algo debo abrir los ojos bien y descubrir dónde está mi excedente, por qué se produce y qué estoy haciendo actualmente. Cuando lo detectemos, podemos empezar por una de las soluciones más fáciles de implementar: las donaciones de alimentos. Lo que se tiraba, vamos a donarlo. Y una vez nos demos cuenta de que funciona, tendremos un caso concreto del que aprender, replicar y empezar a cambiar.
¿Cuáles son los próximos retos de futuro de Phenix y cómo pueden las empresas que estén interesadas actuar en relación a lo que comentas?
El gran reto para nosotros es hacer entender todo esto a las empresas. Es un reto de educación, de evangelización del mercado. Pero nosotros demostramos que existen soluciones y nosotros proponemos un camino para llegar a ellas. Es un gran reto abrir todas estas puertas, hablar con todas las empresas y hacer que la gente cambie de opinión y entienda que los hábitos del pasado: tirar porque es más fácil y cómodo y más barato están cambiando. No solamente porque socialmente no es aceptable tirar la comida -que lo es- pero también porque económicamente ha cambiado la ecuación alrededor de la donación de los excedentes y es más favorable que nunca. Ahora es un buen momento para las empresas de cuestionarse este tema, cuestionarse las prácticas internas en las empresas y buscar soluciones interesantes que nos permitan “matar dos pájaros de un tiro”: realizar una acción social y medioambiental a la vez que recortamos nuestros costes en nuestra empresa.
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