La Fundación Banco de Alimentos de Madrid (FBAM) es una institución con 27 años de experiencia cuyo fin es concienciar a la sociedad y promover su solidaridad para paliar, mediante la gestión del Banco de Alimentos de Madrid (BAM), la falta de recursos para tener una vida digna.
¿Desde cuándo colaboráis desde Mercamadrid con ellos y que os llevó a establecer esta alianza?
Mercamadrid colabora con la Fundación Banco de Alimentos de Madrid desde hace 27 años. Una cooperación que se afianzó en 2017, formalizando la relación y entendimiento que ya existía, con la firma de un convenio estable, que reconoce la labor de la institución sin ánimo de lucro y ha ido marcando los siguientes pasos en esta trayectoria común.
Para Mercamadrid, la Fundación es un aliado estratégico, en el marco del compromiso de la empresa por reducir el desperdicio de alimentos. Su labor nos permite redirigir los excedentes alimentarios hacia la donación, en tiempos y procesos competitivos. Gestionan diariamente estos alimentos frescos desde Mercamadrid, que permitieron atender las necesidades nutricionales de 40.000 personas en 2022.
Para lograrlo, Mercamadrid cede a la entidad un espacio en el interior de la unidad alimentaria y facilita la operativa y logística interna que conlleva la actividad de la entidad en el recinto. Una delegación que ha ido creciendo, atendiendo a las necesidades de cada momento. Actualmente, dispone de 560 m2 en los que realiza labores de recepción, selección y clasificación de los alimentos que se reciben como donaciones por parte de las empresas mayoristas. Así como zona de reparto diario a las entidades solidarias a las que atiende, para su consumo por parte de las personas que lo necesiten de la Comunidad de Madrid.
Disponen en estas instalaciones, además, de una cámara industrial de congelación, lo que representa la oportunidad de trabajar con producto fresco congelado perecedero, como es el caso de pescado y carne, que supone un aporte proteínico y nutricional de gran valor.
¿Qué iniciativas, buenas prácticas y proyectos estáis llevando a cabo actualmente en el marco de vuestra relación con la FBAM?
Mantenemos una relación fluida y permanente con el equipo de la delegación de la FBAM en Mercamadrid, en ese esfuerzo por aprovechar los excedentes alimentarios. En este marco, realizamos campañas de sensibilización y comunicación interna que permitan incrementar las donaciones de alimentos frescos por parte de las empresas. Trabajamos con las asociaciones de representación empresarial de Mercamadrid en la definición de campañas de donación puntuales y procuramos dar visibilidad a la labor de FBAM en todas las actividades extraordinarias en la unidad alimentaria, como pueden ser la campaña de Navidad o la Carrera 10k Mercamadrid.
¿Cómo animarías a otras empresas e instituciones que todavía no colaboran con la FBAM o con otros bancos de alimentos del país a que den el paso y comiencen a hacerlo?
Vivimos un momento en el que el compromiso social colectivo se hace indispensable. A las consecuencias sociales de la pandemia se ha sumado la atención a numerosas familias de refugiados por la guerra de Ucrania. Son muchas las personas que requieren ayuda para cubrir una necesidad esencial y básica como es una correcta nutrición, en un país que es un gran productor de alimentos, cuna de la Dieta Mediterránea.
La Fundación Banco de Alimentos tiene una trayectoria y saber hacer incuestionables en la atención de estas necesidades, lo que representa su mejor carta de presentación para convertirse en el aliado natural en esta tarea. Es sinónimo de garantía para lograr una colaboración tangible y efectiva en ese compromiso social.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos de vuestra organización a corto, medio y largo plazo en materia de gestión responsable?
Trabajamos con el firme compromiso de convertirnos en el primer mercado mayorista de Europa completamente circular, con un importante efecto tractor para el sector de la alimentación. Una ocasión para generar, además, nuevas oportunidades económicas y sociales.
Para lograrlo, trabajamos en torno a seis ejes que sientan las bases de la Unidad Alimentaria del futuro: con la circularidad como eje de transformación y motor de cambio.
- El reto de la circularidad, apostando por energías limpias y sostenibles; la reducción de consumos eléctricos; y, revisando usos y consumos de agua.
- El reto de la movilidad sostenible, basada en energías verdes como el hidrógeno o la eléctrica, promoviendo la producción propia y las infraestructuras necesarias para la puesta a disposición de las empresas de la cadena alimentaria, en un espacio donde cada noche confluyen más de 15.000 vehículos y 800 tráileres proveedores de mercancías.
- El reto de la sostenibilidad y los residuos, avanzando en su valorización, en un entorno en el que se mueven al año más de 3 millones de toneladas de alimentos frescos y que valoriza ya el 75% de los residuos generados. Se impulsará la reducción del desperdicio de alimentos y el consumo de los productos de proximidad, constituyendo el canal corto de comercialización de estos productos. Supone apostar por economías locales y reducir el impacto de la huella de carbono.
- El reto de la transformación digital y 5G, haciendo de Mercamadrid una ciudad inteligente. Representa la oportunidad de implantar un modelo de conectividad y red, capaz de implantar el Big Data e Internet de las cosas como palancas del cambio. A esto se suma la generación de un Marketplace que replica el modelo de concentración de éxito físico en el mundo virtual.
- El reto de la innovación en la cadena agroalimentaria, con la puesta en marcha de un centro pionero de conocimiento e innovación, con una superficie de 6.000 metros cuadrados.
- El reto de la integración social, apostando por la formación en restauración y gastronomía como palancas de inserción social; generando propuestas divulgativas en las que dar a conocer los beneficios de una alimentación saludable a la población más joven; o, formando en nuevas capacidades digitales a autónomos y pymes del sector.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Los bancos de alimentos y su aportación a la sociedad, en colaboración con el Banco Alimentos de Madrid.