En la continuidad a largo plazo de los proyectos que quieren mejorar las sociedades, las empresas juegan un papel fundamental: situadas como agentes de cambio con gran poder transformador, se relacionan entre sí y con el entorno, generando un impacto decisivo con acciones concretas y propuestas de valor conscientes de los retos que encaramos.
Muchas de ellas han optado por desarrollar la consecución de los objetivos de la Agenda 2030 con autonomía, aportando su conocimiento propio. Sin embargo, la estructura de los ODS llama a la acción conjunta. Es el Objetivo 17, basado en la creación de alianzas, el punto clave que insta a establecer asociaciones inclusivas, vínculos sólidos desde los que trabajar la ESG.
Conscientes de esta relevancia, desde Acción contra el Hambre buscamos generar un valor compartido, colaborando con ellas en proyectos de cooperación y desarrollo de forma conjunta. Unimos su marca con la nuestra para generar un impacto real en la sociedad y ser el motor del cambio, todo ello enmarcado en dos grandes premisas, la transparencia y la adaptabilidad.
Para ello, ayudamos a todas las empresas a encontrar la forma de aportar su grano de arena de una manera concreta y real, impulsando alianzas que mejoran nuestra capacidad de respuesta y permiten desarrollar nuestra misión allá donde hagamos falta.
Colaboramos con más de 35 empresas y, actualmente, 14 de nuestros proyectos han sido diseñados y financiados por más de 20.
¿Qué empresas se han sumado a la alianza contra el hambre?
En el eje de actuación de nutrición y salud contamos con la aportación de la Fundación Mapfre, con la que estamos desarrollando dos proyectos en Guatemala y Honduras. Ambos sitúan su foco de actuación en mejorar la nutrición en comunidades indígenas y la prevención y tratamiento de la desnutrición aguda en la población materno-infantil, a través de la distribución de alimentos.
Más de 8.000 personas ya se han beneficiado de una alianza que juega un papel primordial tanto en la acción como en la sensibilización. La inseguridad alimentaria y el desperdicio vertebran también las iniciativas que llevamos a cabo con empresas como Hellmanns o la Fundación Starbucks, gracias a las que las familias en situación de alta necesidad mejoran su acceso a alimentos de primera necesidad, aumentan la diversidad alimentaria en sus hogares, además de fomentarse el comercio de proximidad.
Una de nuestras alianzas más duraderas es con Ferrovial. A lo largo de 13 años la empresa ha aprobado diez proyectos en dos países, Líbano y Colombia, la mayoría en el marco de su convocatoria de Infraestructuras Sociales. Sin embargo, su donación actual está destinada a proyectos de Agua y Saneamiento en países en desarrollo que mejoren la calidad del agua para consumo humano.
Esta colaboración nos ha permitido garantizar agua segura y saneamiento a miles de personas en situación de vulnerabilidad en los departamentos de Córdoba y Santander, en la región Andina de Colombia. A través de estos proyectos se facilita el acceso y disponibilidad del agua de consumo humano, estableciendo una figura organizativa que permita el manejo integral del recurso hídrico para la sostenibilidad de las infraestructuras.
En este eje de actuación contamos también con la aportación de We are Water Foundation, cuya donación está contribuyendo a la reducción de las tasas de morbilidad y mortalidad relacionadas con las enfermedades transmitidas por la falta de agua segura y un saneamiento deficiente en Mali, llegando a casi 88.000 beneficiarios. Además, empresas como Emilio Moro Bodegas y Banco Santander, han aportado para mejorar la calidad de agua para la población vulnerable de distintas zonas en Colombia, Perú y Líbano, instalando estaciones de lavado, plantas de tratamiento y realizando un trabajo de sensibilización posterior.
Sin embargo, no solo favorecemos la colaboración en los dos pilares base de la vida, la alimentación y el agua. Con la ayuda de H&M combatimos el desperdicio textil gracias a nuestro proyecto conjunto de reciclaje y reutilización: por cada kilo de ropa recogida en sus establecimientos, la empresa dona 0’02€ a Acción contra el Hambre, cantidad que se convierte posteriormente en tratamientos terapéuticos para niños y niñas que sufren desnutrición aguda.
También ampliamos las acciones a todas aquellas problemáticas que dificulten la inclusión social. Una de ellas, la empleabilidad, articula nuestra colaboración con la Fundación La-Caixa en el marco de su programa Work4Progress, creando entornos innovadores y generadores de empleo en Lima, beneficiando a más de 6.700 personas.
Desde 2012 también trabajamos la empleabilidad en España, favoreciendo la inclusión sociolaboral de personas en riesgo de exclusión con marcas como Caprabo, Fundación EDP, Redeia o Accenture: proyectos en los que dotamos a las personas de las capacidades y competencias necesarias para crear un negocio o trabajar por cuenta ajena y garantizarse así un medio de vida que les aleje de la pobreza.
Y queremos por último destacar el trabajo que gracias a empresas como Paypal, Fundación Alimerka u Openbank podemos llevar a cabo en el terreno, desplegando a nuestro equipo de emergencias en conflictos tan recientes como el que se está viviendo en Ucrania.
Con estas y otras iniciativas en cada uno de nuestros ejes de actuación ofrecemos crear alianzas integrales y transformadoras con las empresas para que puedan generar el mayor impacto posible y sean sostenibles a largo plazo. De esta manera, trabajamos en acciones que pongan en el centro la lucha contra todas las caras del hambre.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de la Alimentación, en colaboración con Acción contra el Hambre