Las farmacias disponen ya de un procedimiento de actuación ante el proceso de desescalada gradual de las medidas adoptadas en la infección por SARS-CoV-2, que estará en continua actualización. El documento recoge las recomendaciones de actuación a seguir desde las farmacias comunitarias, y está ajustado al Plan para la transición hacia la nueva normalidad aprobado por el Gobierno. Además este manual da continuidad al ya adoptado durante la fase de confinamiento.
El objetivo es que las farmacias comunitarias se adapten a las nuevas medidas que las autoridades competentes han establecido, minimizando el riesgo que representa la epidemia para la salud de la población y los profesionales sanitarios. El procedimiento incluye 36 recomendaciones para proteger a los farmacéuticos y al personal de las farmacias y para reducir el riesgo de infección. Además se ha elaborado una infografía para facilitar el cumplimiento de las pautas a seguir.
El manual se divide en tres bloques de medidas. Un primer bloque referido a la protección del personal, con diez medidas ya tomadas durante la fase 0. Un segundo bloque con 20 medidas para proteger y reducir el riesgo de propagación en la farmacia, con el fin de cuidar especialmente la seguridad del establecimiento sanitario. Algunas de estas medidas son poner a disposición de todos los usuarios dispensadores de geles hidroalcohólicos o desinfectantes con actividad virucida, no tener a disposición del público productos de prueba que impliquen manipulación directa por personas, así como, en el caso de productos expuestos, limpiarse las manos adecuadamente antes de cogerlos. Asimismo, se recomienda recoger los pedidos de la distribución farmacéutica en la zona de la entrada de la farmacia.
También cuando la fase de desescalada lo permita, se retomarán el desarrollo de Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales, previa petición de cita, acudiendo al espacio reservado en la farmacia (previamente desinfectado), y siempre que el paciente no presente síntomas. En el caso de pacientes vulnerables (mayores de 65 años, inmunodeprimidos o con varias patologías) se puede ofrecer consulta no presencial (llamada, videollamada). En la atención farmacéutica domiciliaria, el farmacéutico acudirá a los hogares con mascarilla FFP2 y guantes de protección. Además, se extremarán las medidas de limpieza e higiene en el caso de suministro de medicamentos a centros sociosanitarios, acudiendo con mascarilla FFP2, guantes y teniendo en cuenta el protocolo del propio centro.
El tercer bloque del procedimiento contempla otras recomendaciones sobre la visita de laboratorios farmacéuticos, que han sido trabajadas con ANEFP, AESEG y FARMAINDUSTRIA, y la realización de prácticas tuteladas. Sobre el primero de estos aspectos, se podrán retomar las visitas de delegados de laboratorios farmacéuticos y lo recomendable es hacerlo cuando la presión asistencial se haya reducido y teniendo en cuenta la Fase III o cuando la farmacia, por su capacidad asistencial se encuentre en disposición de atender visitas presenciales que se desarrollarán, si es posible, en una zona diferente a la de atención al público y previa petición de cita. Por último, respecto a las prácticas tuteladas, se reanudarán cuando lo autorice la universidad correspondiente, y se seguirán siempre las medidas de protección recomendadas por cada universidad y las mismas pautas que se aplican al personal de farmacias.