Las cifras sobre lo que significa ser niña en el mundo hablan por sí solas: actualmente, 130 millones de niñas no están escolarizadas. Cada año, 12 millones de niñas pequeñas se casan y alrededor del 15% de todas las jóvenes dan a luz antes de los 18 años, la mayoría de ellas en países de renta baja. Esto es especialmente preocupante si se tiene en cuenta que la principal causa de muerte de las niñas de 15 a 19 años en todo el mundo son las complicaciones derivadas del embarazo y el parto.
Nacer niña en muchos lugares del mundo supone, desde el primer momento de su existencia, estar en peligro, tanto en las grandes ciudades como en las zonas rurales, pero la pobreza, los conflictos y las catástrofes lo llevan a otro nivel. Por ello, determinados países presentan riesgos excepcionales para las mujeres y las niñas.
“Mándame un mensaje cuando llegues a casa, es una frase que cualquier mujer reconocerá. Y sólo es un ejemplo de las muchas maneras en que las mujeres se han acostumbrado al miedo que impregna nuestra existencia. El miedo a la violencia, el miedo a los abusos, el miedo al acoso… sentir esto es normal, si eres mujer”, explica Eloisa Molina, Coordinadora de Comunicación de World Vision.
Durante 2021, cinco países en el mundo han sido considerados por World Vision los cinco países más peligrosos para nacer niña:
- Níger: La situación en Níger es alarmante para las mujeres y las niñas, donde muchas de ellas se ven obligadas a recurrir a la prostitución y al trabajo sexual para mantener a sus familias. Níger tiene la tasa de matrimonio infantil más alta del mundo: tres cuartas partes de las niñas se casan antes de cumplir los 18 años. Esto hace casi imposible que accedan a la educación. En consecuencia, sólo el 17% de las mujeres de entre 15 y 24 años están alfabetizadas, lo que sitúa a Níger como uno de los países con las tasas de alfabetización más bajas del mundo.
- Malí: La situación en el vecino Malí no es mejor. El conflicto en curso ha provocado el continuo deterioro de los derechos humanos de la población. Las principales víctimas son las niñas que, como consecuencia, están constantemente expuestas a la violencia y los abusos, lo que hace que para muchas de ellas no sea seguro ir a la escuela. La desprotección de las niñas se ve agravada por el hecho de que Malí es uno de los últimos países africanos que no cuenta con una legislación nacional que prohíba la mutilación genital femenina. Esto provoca que el 83% de las niñas son mutiladas antes de los 15 años, y que casi la mitad de las niñas se casan antes de cumplir los 18 años.
- Sudán del Sur: Plagado de conflictos internos desde hace casi una década, el país más nuevo del mundo, se ha enfrentado a repetidas crisis de hambre. El número de personas que se enfrentan al hambre ha aumentado un 50% en diez años, con 7,2 millones actualmente al borde de la hambruna. Las mujeres y las niñas se enfrentan a una doble carga. Las niñas que pasan hambre tienen más probabilidades de no ir a la escuela y son vulnerables al matrimonio forzado y a la trata de personas. En 2017, UNICEF descubrió que sólo el 24% de las niñas en edad de asistir a la escuela primaria en Sudán del Sur estaban escolarizadas, lo que convierte al país en uno de los lugares más duros para nacer niña.
- Yemen: La guerra en Yemen ha provocado la mayor crisis humanitaria del mundo, con más del 80% del país necesitando ayuda desesperadamente. Las mujeres y las niñas sufren aquí de forma desproporcionada y se ven afectadas por un acceso inadecuado a la atención sanitaria, la alimentación y la educación, además de por una sociedad profundamente patriarcal que las deja sin apenas protección. Sólo la mitad de las instalaciones sanitarias de Yemen están en funcionamiento y sólo el 20% ofrece algún tipo de servicio de salud materno-infantil. A esto se suma el dramático aumento (63%) de las violaciones y otras agresiones selectivas contra las mujeres desde que comenzó la guerra.
- República Democrática del Congo (RDC): Tras décadas de conflicto interno e inestabilidad, las niñas de la RDC tienen muchas más probabilidades de ser víctimas de la violencia de género, como la violación, la esclavitud sexual, la trata, el matrimonio infantil y la explotación sexual, que muchos otros países de la región.
Alrededor del 29% de las niñas se casan antes de cumplir los 18 años, lo que a menudo provoca embarazos precoces, aislamiento social y falta de acceso a la educación. Desde la ONG World Vision presente en la provincia de Kivu del Sur, han corroborado como la mayoría de las adolescentes con las que trabajan habían sufrido violencia sexual, física o emocional.
Historias de pequeñas heroínas
World Vision ha creado la serie de libros Historias de niñas que se atrevieron a soñar para concienciar sobre los problemas a los que se enfrentan las niñas de todo el mundo y para destacar la fuerza y la determinación de muchas jóvenes poderosas.
“Todos los niños y niñas merecen la oportunidad de perseguir y alcanzar sus sueños. Cuando se empodera a una niña, ésta se convierte en un catalizador del cambio positivo cuyo éxito beneficia a todos los que la rodean. Ahora mismo hay muchas niñas valientes, como las que aparecen en este libro, que luchan por sus derechos básicos. Son artífices de la transformación y están revolucionando el mundo. Desde World Vision estamos sobre el terreno apoyándolas y no pararemos hasta que todas las niñas y niños, puedan alcanzar sus sueños y vivir la vida en toda su plenitud”, concluye Eloisa Molina.