En el marco de la iniciativa Dejemos Huella, Elanco Animal Health, apoya diversos programas para que las personas puedan beneficiarse del vínculo afectivo y el apoyo emocional que nos brindan los animales. Uno de los programas más emotivos es el de los Perros de Apoyo a Menores en Juzgados. Estos perros acompañan a menores de edad en el duro trance de tener que declarar en un juzgado por un caso familiar de violencia de género.
Alejandra González, Head Digital Marketing España & Portugal y responsable del programa Dejemos Huella de Elanco Animal Health atiende a Corresponsables para darnos a conocer más sobre Elanco en materia responsable, cuáles son las principales áreas estratégicas de la compañía y los principales retos de futuro.
Perros de Apoyo a Menores
Esta iniciativa pionera en España, fue implantada por Dogtor Animal en colaboración con Dejemos Huella de Elanco y funciona desde 2014 en los Juzgados de familia de la Comunidad de Madrid. El Perro de Apoyo a Menores en Juzgados, es un perro específicamente seleccionado y entrenado que ejerce de presencia tranquilizadora para niños/as y adolescentes que deben enfrentarse a entrevistas forenses o testificaciones en procesos judiciales.
Estos animales visibilizan y promueven el bienestar emocional de los y las menores y contribuyen a evitar la victimización secundaria de los mismos durante los procesos judiciales promoviendo su bienestar desde el paradigma de una Justicia Terapéutica y restaurativa.
La labor de los perros es clave para el bienestar emocional del menor
Los juzgados son entornos hostiles que refieren situaciones desagradables. El principal objetivo de la intervención de los Perros de Apoyo, es proteger, acompañar y apoyar a los menores haciendo de soporte emocional.
Los Perros de Apoyo ayudan a mitigar la ansiedad e influyen en la generación de vínculos de seguridad y confianza entre los menores y los profesionales judiciales. La presencia de un animal de apoyo durante los peritajes forenses a menores tiene un efecto ansiolítico, reduciendo los indicadores de estrés, disminuyendo la tensión arterial, el ritmo cardíaco y ayuda a que los menores puedan estar más proactivos en la testificación o al menos emocionalmente más positivos. A su vez, favorecen que el sistema sea más humano y eficiente, permiten a los profesionales de los juzgados llevar a cabo su trabajo de manera más constructiva y facilitan la labor pericial haciendo que las entrevistas sean más fluidas, obteniendo testimonios con mayor cantidad de detalles y más precisos con la realidad.
Para que un Perro de Apoyo acompañe al menor durante la declaración, la familia de éste, tiene que haber cumplimentado previamente un formulario que certifique que al niño o niña le gustan los animales, se siente cómodo con ellos y no tiene ningún tipo de alergia. Por otro lado, el juez tiene que acceder a lo que se denomina una prueba pre-constituida previa a la apertura del proceso judicial, y es quien en última instancia da el visto bueno para que el Perro de Apoyo haga su labor. Y cuando lo hace, no deja indiferente a nadie.
Antes de entrar a la sala, perro y niño/a pasan un tiempo juntos, juegan, hacen ejercicios de habilidades a fin de construir el vínculo entre ambos que facilitará el relato del trauma durante la entrevista forense.
Muchos menores se bloquean cuando tienen que contar cómo su padre ha levantado la mano a su madre y de qué manera lo ha hecho. La psicóloga infantil es la encargada de realizar las preguntas previamente pactadas por las partes. A veces los menores responden mientras acarician constantemente al perro que los acompañan, otras veces se lo cuentan al animal a modo de secreto levantando su oreja, relatando cada palabra que han oído y cada golpe que han presenciado.
Ya está más que demostrada la importancia que tienen los animales de asistencia para la sociedad, tanto en la ayuda que brindan a personas vulnerables como adultos mayores o víctimas de violencia, como en los diferentes programas terapéuticos y de rehabilitación para ayudar a los pacientes a recuperarse y alcanzar una mejor calidad de vida, o en su trabajo como perros de rescate y perros de cuerpos de seguridad. Nuestro deseo es que la presencia de los perros de apoyo se haga patente en otras comunidades y, pese a que el camino es lento y difícil, continuamos trabajando para que cualquier menor que tenga que pasar por los juzgados por cualquier razón tenga acceso a la compañía de un perro de apoyo.
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