Con fecha 1 de enero de 2025, la división Performance Materials de BASF completó la transición de todas sus plantas europeas a electricidad renovable. El centro de producción de BASF Española en Rubí (Barcelona) forma parte de este cambio. «Queremos permitir a nuestros clientes una transformación ecológica, y creemos esta que comienza con nosotros. Esta es nuestra ambición y el objetivo de #OurPlasticsJourney», explica Martin Jung, Presidente de la división Performance Materials de BASF. «El uso de electricidad procedente de fuentes renovables, como la eólica o la solar, es necesario para alcanzar nuestros objetivos climáticos». El cambio se aplica a la composición de plásticos de ingeniería, poliuretanos y poliuretanos termoplásticos y polímeros especiales. Con el cambio de año, se han reconvertido en total nueve centros de producción de Performance Materials en toda Europa.
Electricidad renovable a nivel mundial
La electricidad renovable también juega un papel importante en toda la cadena de valor, como en la elección de proveedores. Por ejemplo, BASF Performance Materials obtiene fibras de vidrio para el refuerzo de plásticos de 3B Fibreglass, uno de los proveedores de BASF que utiliza paneles solares para generar electricidad y, por lo tanto, ha reducido significativamente su capacidad de producción de energía.emisiones de carbono. La reducción de la huella de CO2 de las fibras de vidrio se transfiere a los productos de BASF y, en última instancia, a sus clientes. Estas mejoras también se aplicarán dentro de la cadena de valor de BASF, para producir polímeros base y otros precursores para plásticos de ingeniería y poliuretanos. «Ludwigshafen, como el complejo químico integrado más grande del mundo, no puede cambiar completamente a la electricidad renovable de un día para otro. Nuestras propias centrales eléctricas de gas de ciclo combinado producen electricidad y vapor de proceso con una eficiencia del 95% con emisiones muy por debajo del nivel medio de la red. El cambio en este centro tiene que hacerse de forma gradual y nosotros, en Performance Materials, somos una parte líder de esta transformación», añade Alexander Weiser, Vicepresidente Senior y Director de BASF Performance Materials Europe.
En los próximos años, BASF tiene el objetivo de seguir transformando continuamente todas sus operaciones a nivel mundial a electricidad renovable. Esto se logrará gracias a la expansión de la producción de energía renovable a través de proyectos significativos. Es el caso del parque eólico marino más grande del mundo, propiedad de BASF y Vattenfall, ubicado en el Hollandse Kust Zuid, que comenzó a funcionar en 2023 y permite tecnologías innovadoras y libres de emisiones en varios centros de producción de toda Europa. Schwarzheide, la segunda planta más grande de BASF en Alemania, ahora integra una capacidad de 24 megavatios a partir de energía solar. «Sin embargo, la electricidad renovable no es la única palanca para reducir las emisiones de CO2. El vapor verde producido a partir de la electrificación de procesos y el uso de materias primas alternativas a través del enfoque de balance de masas desempeña un papel esencial en la transformación hacia una industria química sostenible», explica Jung.
BASF tiene como objetivo reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 25 por ciento para 2030 en comparación con el año 2018 y convertirse en climáticamente neutral para 2050. Para lograr este ambicioso objetivo, BASF se centra cada vez más en las energías renovables, optimizando los procesos de adquisición y producción de materias primas, y promoviendo e implementando una economía circular.