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Según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2023 existían en nuestro país aproximadamente 25.000 puntos de venta de pan, entre panaderías artesanales, panaderías industriales y otros puntos de distribución. Sin embargo, en el mismo año el sector experimentó el cierre de más de 600 panaderías en España, una tendencia que no deja de ir en aumento debido a la subida de los costes de producción, que dificulta la supervivencia de estos establecimientos frente a las grandes superficies, y a la falta de relevo generacional.
Con el objetivo de conservar la tradición artesanal, de un lado, y fomentar el acceso a un empleo digno, de otro, Puratos, multinacional referente que ofrece una amplia gama de ingredientes y servicios innovadores para los sectores de la panadería, la pastelería y el chocolate, y Fundación Adsis llevan tres años promoviendo un proyecto de formación en panadería enfocado a jóvenes en riesgo de exclusión social. Así, y gracias a este programa, que cuenta con seis ediciones teórico-prácticas celebradas entre Madrid y Barcelona, desde 2022 un total de 49 personas en situación de vulnerabilidad han logrado incorporarse al mundo laboral.
Las nuevas generaciones, el futuro del sector
En un escenario en que, según una encuesta realizada por Puratos, el 72% de los panaderos artesanos en España afirma haber tenido dificultades para contratar personal cualificado en el último año, este proyecto da cuenta del compromiso de la multinacional con la formación de las nuevas generaciones para promover la continuidad de la tradición panadera. Y es que, desde hace más de 60 años, Puratos dedica sus esfuerzos en promover la formación de los jóvenes panaderos para desarrollar su potencial y contribuir al futuro del sector, a través de sus centros de formación o la colaboración con escuelas de formación profesional, entre otras iniciativas.
En palabras de Elsa Cama, Product Manager de Panadería de Puratos España, “desde Puratos queremos seguir apoyando a las nuevas generaciones para que puedan formarse en profesiones tradicionales como la del panadero artesanal. España es un país con una rica tradición panadera, y creemos firmemente en la importancia de preservar este legado cultural al tiempo que facilitamos la inserción al mercado laboral a jóvenes con dificultades de acceso a recursos normalizados”.
Formación básica, técnica y práctica
La formación, dirigida a jóvenes de entre 18 y 30 años, incluye el acceso a recursos de diversa índole, entre ellos, competencias básicas, como habilidades lingüísticas, matemáticas o digitales; competencias transversales, como trabajo en equipo, comunicación o motivación; formación técnica, que se concreta en el Certificado de Manipulación de Alimentos, impartido por el Centro de Formación Mercamadrid, y, a nivel práctico, en el curso de Panadería Artesanal; y, por último, prácticas en empresas del sector.
Además, el programa también contempla el seguimiento del proceso de cada participante a través de tutorías individualizadas, con el fin de motivar, acompañar y apoyar el progreso de los jóvenes y, a su vez, hacer de puente para facilitar su inserción laboral.
El proyecto, en cifras
En total, en estos tres años el proyecto ha involucrado a un total de 80 personas, que han podido formarse en competencias básicas y transversales, y de las cuales 70 han recibido una formación técnica sobre panadería artesanal y 59, efectuado sus prácticas en empresas panaderas.
En lo referente a la inserción laboral de los participantes, de las 49 personas que en la actualidad disponen de un empleo fijo gracias al programa, 30 hombres y 19 mujeres, el 39% han encontrado trabajo en el ámbito de la panadería artesanal, una cifra muy positiva teniendo en cuenta que el sector atraviesa por dificultades a la hora de captar talento.
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