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Vivimos más años y en mejores condiciones que las generaciones anteriores, lo que plantea el desafío de dar sentido a este tiempo adicional. La vejez ya no es solo una etapa de descanso, sino también una oportunidad para el desarrollo personal y la contribución al bien común. Así lo afirma Javier Yanguas, psicólogo, gerontólogo y director científico del programa de Personas Mayores de la Fundación ”la Caixa”, quien reflexiona sobre el envejecimiento como un proceso lleno de posibilidades y retos.
Una vejez diversa y activa
Yanguas señala que el concepto de vejez ha evolucionado significativamente en las últimas décadas. «Es un grupo cada vez más heterogéneo y diverso. No hay una única vejez, sino vejeces diferentes«, afirma. Destaca que no se puede equiparar la experiencia de vida entre los 65 y los 95 años, ya que cada etapa presenta características y necesidades distintas.
Mayor longevidad con mejor calidad de vida
El experto subraya que, a la misma edad, las personas hoy son más jóvenes en términos cognitivos, físicos y sociales en comparación con generaciones anteriores. Un estudio de la Universidad de Chicago indica que los 70 años actuales equivalen a los 62 de hace tres décadas en términos cognitivos. Esto cuestiona la tradicional referencia de los 65 años para marcar el inicio de la vejez, sugiriendo que este umbral debería elevarse, incluso hasta los 75 años, como propone la Sociedad Gerontológica de Japón.
El reto de vivir con propósito
Más allá de la longevidad, Yanguas enfatiza la importancia de vivir estos años adicionales con plenitud y propósito. «Vivir más años es una oportunidad, pero también es un reto«, afirma. Aboga por una vida activa y comprometida, donde el desarrollo personal y la contribución a la sociedad sean pilares fundamentales. «Tenemos que dar a nuestra vejez dirección, orientación; debemos buscar una vida acorde con nuestros valores, que nos permita desarrollarnos«, añade.
Contribución de las personas mayores a la sociedad
El director científico destaca que jubilarse de la actividad laboral no significa jubilarse de la vida. Con un 20% de la población española constituida por personas mayores, y una proyección de 4 de cada 10 personas mayores de 50 años en el futuro cercano, Yanguas subraya la necesidad de que este colectivo participe activamente en la sociedad. «Las sociedades que sean capaces de conectar a las personas mayores con los retos de la sociedad, impulsar el talento sénior y ofrecerles oportunidades de participación van a tener muchas más ventajas«, afirma.
Superar la soledad y fomentar relaciones intergeneracionales
Abordando el tema de la soledad en la vejez, Yanguas reconoce que es una experiencia compleja y parte de la condición humana. Destaca la importancia de aprender a gestionarla y afrontarla, y señala que la compañía no siempre es la solución completa. Además, resalta la necesidad de fortalecer las conexiones intergeneracionales, creando espacios de encuentro y colaboración que permitan el reconocimiento mutuo de capacidades y vulnerabilidades.
Con estas reflexiones, Javier Yanguas invita a replantear la percepción de la vejez, enfocándola como una etapa llena de oportunidades para el crecimiento personal y la contribución activa al bienestar común.
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