El hospital Ribera Juan Cardona refuerza el Servicio de Diálisis durante los meses de verano para atender la demanda de pacientes desplazados temporalmente, durante las vacaciones, en el área de Ferrol. De esta forma se garantiza que los pacientes de otras áreas de salud, comunidades o países que se encuentran en un programa de hemodiálisis crónica pueden continuar su tratamiento durante su periodo vacacional en esta zona de Galicia.
Solo en esta región, la enfermedad renal crónica (ERC) afecta a más de 4.000 personas, todos ellos pacientes que precisan de diálisis o de un trasplante para reemplazar la función de sus riñones, según la Sociedad Española de Nefrología (SEN).
El hospital Ribera Juan Cardona cuenta con 27 puestos de hemodiálisis, una infraestructura que lo convierte en uno de los centros de referencia para el tratamiento de pacientes con problemas de riñón en la provincia de A Coruña. También dispone de un equipo de profesionales de gran prestigio, no solo en Galicia sino en toda España. En la actualidad, aproximadamente el 80% de los pacientes del área de Ferrol son tratados en sus instalaciones.
Un concierto con el Servicio Gallego de Salud (Sergas) facilita el acceso a este servicio a los pacientes de la zona para realizar el tratamiento de la insuficiencia renal crónica avanzada (estadio 5), con hemodiálisis exclusivamente. Además, el hospital Ribera Juan Cardona mantiene un convenio de colaboración con la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (Alcer), que también forma parte del Consejo de Pacientes del hospital, con el objetivo de estar siempre actualizado y continuar mejorando cada día la atención a estos pacientes crónicos, que tantas horas pasan en el hospital como consecuencia de su enfermedad.
El tratamiento de hemodiálisis se realiza, por lo general, 3 veces a la semana, con una duración media de 4 horas por sesión. Se trata de una de las opciones de tratamiento de la enfermedad renal crónica, y este es necesario cuando los riñones no son capaces de eliminar los desechos y el exceso de líquido de la sangre en cantidades suficientes como para mantener sano al paciente.
En el proceso de hemodiálisis, la sangre del paciente se conduce desde el organismo hasta una máquina de diálisis en la que hay un filtro o dializador, conocido comúnmente como “riñón artificial”. Este filtro permite que las toxinas y el exceso de líquido salgan de la sangre, sustituyendo de esta forma la función de los riñones enfermos. Posteriormente, la sangre se devuelve al cuerpo ya depurada.
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