Los empleados de Roche Farma y Roche Informatics Madrid han donado más de 300 kilogramos de ropa usada a Humana Fundación Pueblo para Pueblo, lo que equivale a 810 prendas que podrán tener una segunda vida vía reutilización o reciclaje. La acción forma parte de las iniciativas de Responsabilidad Social Corporativa integradas en la política de sostenibilidad de la compañía en España.
Compromiso compartido
“Compartimos con Humana el compromiso con la protección del medio ambiente y la necesidad de seguir impulsando iniciativas de economía social, economía circular y empleo verde que estimulen el crecimiento sostenible de los países en vías de desarrollo de África, América Latina y Asia. Nuestros empleados saben que, a través de pequeños gestos como esta donación de ropa, podemos contribuir entre todos a un mundo mejor”, indicó Beatriz Lozano, Directora de Comunicación, Pacientes y RSC de Roche Farma España.
Precisamente la preservación del medio ambiente, que también incluye el uso de energías renovables, la lucha contra el cambio climático o la economía circular, es uno de los tres pilares sobre los que se articula La marca que dejas, una plataforma que recoge todas las acciones de sostenibilidad. Las otras dos áreas son Entorno, que recoge iniciativas encaminadas a aportar un valor añadido al ecosistema sanitario fomentando el acceso universal y equitativo a la sanidad e impulsando la investigación; y Personas, que engloba los proyectos que la compañía lleva a cabo para reducir las desigualdades sociales, fomentar el empleo digno e igualitario y mejorar el bienestar de los empleados.
Por su parte, Rafael Mas, Director de Proyectos y Relaciones Externas de Humana Fundación Pueblo para Pueblo, agradeció la campaña de recogida de ropa de Roche Farma y Roche Informatics Madrid y explicó que las prendas recogidas se clasificarán en la planta de preparación para la reutilización que la entidad de la economía social tiene en Leganés. “El 90% de la ropa de que se deshace la ciudadanía y que recogemos tiene una segunda vida gracias a la reutilización y el reciclaje, elementos claves para la economía circular y la creación y mantenimiento de puestos de trabajo de calidad. Y es que de la gestión de este residuo textil se derivan beneficios ambientales (toneladas de CO₂ no emitidas) y también sociales (creación de ocupación verde, ejecución de proyectos de cooperación al desarrollo y programas sociales en España)”.