La Casa Avintia nació para dar respuesta a un problema que afecta a los hospitales españoles en general, y madrileños en particular: la falta de alojamientos para acompañantes y familiares de pacientes ingresados en las UCI o Unidades de Neonatos, trasladados desde otras regiones de España. Este mes de noviembre, la iniciativa, 100% gratuita, celebra su primer aniversario coincidiendo con el hospedaje de la familia número 100.
Era urgente tratar de poner remedio
“Hemos dado a luz a gemelos, uno de los cuales lleva ya dos meses ingresado en la unidad de neonatos del Hospital 12 de Octubre“ relata Alejandro Arias, proveniente de Ponferrada, en Castilla y León, trasladados por falta de recursos hospitalarios en su región. “Cuando llegamos a Madrid no sabíamos que había sitios como Casa Avintia para conciliar la vida hospitalaria, porque, tras soportar todo el estrés y tensión del día en el hospital este lugar, nos permite desconectar y descansar en un sitio donde disponemos de todo lo que necesitamos”.
El centro, situado en Valdebebas (Madrid), dispone de una parcela de 16.347 m2 cedida por la Consejería de Sanidad como parte de su Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria. Este espacio alberga un módulo residencial de 10 habitaciones privadas con baño, terraza, sala de estar con sofá y televisión, aire acondicionado, calefacción y wifi, además de contar con zonas de uso compartido como cocinas-comedor, lavandería, sala de juegos y área de reuniones. Asimismo, en el exterior, la Casa cuenta con amplias zonas ajardinadas por las que los residentes pueden pasear o hacer deporte.
En definitiva, se trata de un espacio creado para que los familiares de personas ingresadas puedan centrarse en lo verdaderamente importante, evitando que el desgaste físico y mental y la presión financiera se sumen al delicado momento del paciente y su familia.
Carmen Varela, Directora y Fundadora de Casa Avintia, puso en marcha esta iniciativa después de presenciar situaciones a las que era urgente tratar de poner remedio: “Veíamos a muchas personas viviendo en el parking y en la recepción de los hospitales”, atestigua Varela. “En las UCI no se permiten visitas más que de unos pocos minutos. Por tanto, las personas que no viven en Madrid solo tienen dos opciones: o hacer desplazamientos de cientos de kilómetros cada vez que quieren visitar a su familiar, o buscar algún alojamiento en la zona. Pero Madrid es una ciudad muy cara, y encontrar un piso en alquiler para estancia temporal es prácticamente imposible para muchas familias”.
Para hospedarse en Casa Avintia, los familiares de pacientes ingresados deben residir fuera de la Comunidad de Madrid, acreditar que no cuentan con cama de acompañante en el hospital, y que no disponen de recursos para asumir el pago de un alojamiento. Son los trabajadores sociales de los hospitales públicos los que detectan estos casos y ejercen una labor de enlace entre las familias y la Fundación Avintia.
Balance de su primer año
Los hospitales con los que Casa Avintia ha colaborado hasta la fecha han sido La Paz, Ramón y Cajal, Doce de Octubre y Gregorio Marañón, San Carlos, La Princesa, Getafe y Puerta de Hierro. El balance de este primer año muestra que han sido madres (74) y padres (69) los que mayoritariamente han solicitado el servicio. Y es que el perfil de paciente más habitual que se ha necesitado acompañar a través de este servicio han sido niños en cuidados críticos. Concretamente, 43 neonatos y 33 niños ingresados en las UCI de pediatría. Los pacientes adultos, han sido 36.
La casa también ha alojado a hermanos, abuelos, nietos, tíos, cuñados… todo tipo de miembros de unidades familiares dispuestos a acompañar a sus parientes en sus momentos más delicados. Para todos ellos, el centro dispone de un equipo de voluntarios de acompañamiento, actividades, talleres y apoyo escolar durante todo el tiempo que permanezcan hospedados. La estancia media durante este primer año ha sido de 21 días, llegando a 30 en el caso de los acompañantes de neonatos.
Casa Avintia ya ha empezado a construir, en el mismo terreno, dos réplicas de este primer módulo, que estarán disponibles a mediados de 2024. Su capacidad de acogida, por tanto, se multiplicará por tres. Al igual que el primer módulo, los nuevos contarán con suministro de energía por placas solares y aerotermia, además de un sistema de recolección de agua de lluvia.
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