“Tenemos que ayudar a las pymes españolas a internacionalizarse por todo el mundo. Se requieren importantes inversiones también en conocimiento y solamente los bancos que tengan una determinada escala pueden permitirse, algo que la presencia internacional de BBVA puede ofrecer”, ha dicho Javier Rodríguez Soler, responsable global de Sostenibilidad y CIB de BBVA. “Los bancos con presencia internacional en banca corporativa y de inversión tienen una ventaja única para poder servir a las pymes en España y ayudarlas en su internacionalización y descarbonización“, ha explicado.
Rodríguez Soler ha puesto en valor la presencia global y modelo de negocio transfronterizo del banco, algo que, a su juicio, facilita el acceso de sus clientes de empresa y pymes a los principales mercados. Con presencia en 15 de las 20 mayores economías mundiales, facilitamos a nuestros clientes aprovechar los corredores económicos entre Asia, Europa, América Latina y México-Estados Unidos. Este enfoque global nos permite apoyar la transición energética y aprovechar oportunidades de inversión, ha dicho.
La oportunidad ‘cleantech’
“Sólo en Europa, la Comisión Europea estima una inversión necesaria de 92.000 millones de euros en ‘cleantech’ entre 2023 y 2030. Teniendo en cuenta la inversión pública y la inversión actual privada nos lleva a una brecha de inversión estimada de 50.000 millones de euros, según Cleantech for Europe”, ha recalcado Rodríguez Soler.
Además, considera que “España está en una posición privilegiada para aprovechar esta ola de inversiones y convertirse en el hub europeo de las nuevas tecnologías limpias o `cleantech´, liderando con ello el proceso de descarbonización”.
España, con su abundancia de recursos naturales, menores costes energéticos y un coste normalizado de la energía competitivo [LCOE, por sus siglas en inglés] en energía solar y eólica, está en una posición ideal para liderar este proceso, ha añadido.
“Se estima que, para 2030, se pueden generar más de 150.000 empleos en España si logramos aprovechar esta oportunidad gracias al desarrollo de energías renovables y la eficiencia energética“, ha afirmado Javier Rodríguez Soler, según el informe ‘Industry and Energy Transition Hub’ y análisis de McKinsey.
Javier Rodríguez Soler ha recordado el lanzamiento reciente de la iniciativa global de BBVA para apoyar el desarrollo de nuevas ‘cleantech’. Y ha detallado las cuatro tecnologías en las que se pondrá foco: hidrógeno y biocombustibles; almacenamiento de energía; movilidad; y tecnologías de captura de carbono. “Para ello, hemos organizado un equipo especializado distribuido entre Estados Unidos, Reino Unido y España, con el objetivo de ofrecer a nuestros clientes financiación y asesoramiento en estas tecnologías”, ha expresado.
El banco ha participado activamente en varias operaciones de Project Finance en ‘cleantech’:
- H2 Green Steel: Primera planta siderúrgica ecológica basada en hidrógeno.
- Envision: Desarrollo de una Giga factoría de 9 GW en el norte de Francia.
- Ricarica: Desarrollo de una red nacional de 2.900 puntos de recarga de vehículos eléctricos en Italia.
- Nova Power Bank: Proyecto de almacenamiento de energía de 680 MW/2270 MWh en California, EE.UU
Javier Rodríguez Soler se ha referido a los objetivos de descarbonización en su cartera de crédito, para los que ha definido indicadores sectoriales. El banco ha ampliado recientemente sus objetivos intermedios de reducción de emisiones para 2030 a dos nuevos sectores: el sector inmobiliario en España y el aluminio a nivel global. Estos se añaden a la lista de objetivos en ocho sectores intensivos en emisiones fijados por la entidad financiera anteriormente (petróleo y gas; generación de electricidad; autos; acero; cemento; carbón; aviación y transporte marítimo).
Además, ha señalado el papel crucial de las entidades financieras como intermediarios en la dinamización de la economía y la transición sostenible. Para que las inversiones en descarbonización se materialicen, es fundamental que los gobiernos creen un entorno propicio, dando certidumbre en la regulación climática y sectorial, garantizando incentivos adecuados, facilitando permisos rápidos y avanzando en la implementación de políticas de fijación de precios del carbono, ha concluido.
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