Belén Muñoz, subdirectora de colegios Ramón y Cajal, enfatiza en la responsabilidad que tienen las instituciones educativas de orientar la formación de los alumnos hacia la Responsabilidad Social, con el objetivo de preparar a los profesionales del mañana con una concienciación social y medioambiental. El colegio que representa está montando en la ola de la RSC, fundamentada en una estrategia que involucra a todos sus grupos de interés, con énfasis en el alumnado, sus familias y los colaboradores de la institución.
¿Cómo ha sido la evolución de la RSC en vuestra organización?
Siempre hemos sido un colegio responsable y estamos certificados en la ISO 14.001 desde 2001. Comenzamos a trabajar el tema de la concienciación ambiental y trabajamos estos valores tanto para cumplir con los propósitos de la norma, como para formar a los alumnos.
La evolución de la RSC en el colegio ha sido exponencial y aunque al principio las acciones fueron un poco aisladas, en 2013 elaboramos una estrategia más formal. Un año más tarde pasó a formar parte del plan estratégico de la empresa adquiriendo un carácter trianual; es decir, cada tres años se revisa la estrategia de RSC y el plan estratégico.
¿Hay alguna novedad entre el plan del trienio anterior y el del 2017-2020?
Sí, hemos creado un grupo de trabajo especifico de RSC. Lanzamos la propuesta de forma totalmente altruista, y aunque los profesores y el personal del centro tienen mucho trabajo, muchos empleados participaron en la elaboración de la estrategia. De ahí, ha salido la iniciativa de llevar a cabo una acción de RSC distinta cada mes.
¿Qué iniciativas destacarías?
Dentro del plan de RSC estamos trabajando en tres áreas fundamentales: “Colegio Libre de Bulling”, “Colegio con la Sociedad” (voluntariado, colaboración con ONG o donaciones) y adhesión a Pacto Mundial.
Por otro lado, tenemos la línea estratégica de “Colegio Sostenible” que pretende llevar a las aulas el cuidado y la protección medioambiental.
También tenemos el compromiso de ser un Colegio Saludable, con la intención de que nuestros alumnos adquieran buenos hábitos alimenticios y deportivos.
Destaca el programa de Actividades en Familia, que pretende fortalecer los lazos entre alumnos y padres mediante actividades al aire libre, juegos, excursiones culturales, deporte, etc.
De cara a los profesores, les ofrecemos clases de yoga en horario escolar y posibilidad de hacer voluntariado; ahora por ejemplo estamos inmersos en la campaña “Giving Tuesday” y tenemos mogollón de propuestas. Poco a poco también se está extendiendo a los alumnos estas acciones, pues es muy importante que sepan sobrellevar el estrés y adquieran competencias en empatía y valores.
Habéis vuelto a renovar la certificación EFR, ¿Cuál ha sido el camino para lograrlo?
Comenzamos a trabajar temas de igualdad entre los empleados de forma totalmente voluntaria en 2009 y creamos un plan de igualdad y un código ético sin tener obligación de hacerlo ya que éramos una organización de menos de 250 empleados.
En el año 2011 participamos en la creación de la norma EFR de centro educativos y fuimos adecuando la norma empresarial a nuestro sector. Más tarde en el año 2013 nos certificamos con el sello a través de la Fundación másfamilia y en el 2017 hemos obtenido el sello B+, el cual da un mayor prestigio dentro de EFR.
¿Qué importancia tiene comunicar la RSC tanto interna como externamente?
Nos esforzamos en la parte interna pues dentro de nuestro ADN está la formación y la comunicación. La estrategia se basa en hacer actividades e iniciativas de concienciación tanto con los alumnos, como con los empleados; en la memoria de sostenibilidad se recogen todas ellas.
De cara a las familias todos los meses se avisa de la actividad sostenible que se va a realizar y anualmente se presenta al AMPA un resumen del contenido de todas las acciones de RSC que se han hecho a lo largo del año.
Otra forma de comunicación externa es la que nos brindáis los medios de comunicación como Corresponsables; ¡muchas gracias!
¿Cuáles son vuestros principales retos y desafíos en el ámbito de la RSC?
Creo que todo se va uniendo y alineando a medida que se trabaja. Nuestro objetivo era integrar la RSC en el programa escolar del centro y llevarlo al aula de una forma diferente. Para ello utilizamos la iniciativa “Be Talent Steam”, un método elaborado junto con Cruz Roja y la Fundación Altram que consiste en crear ideas socialmente innovadoras. Un ejemplo de ello son los talleres de Ideas-ODS, mediante los cuales alumnos de 1º de la E.S.O piensan y desarrollan proyectos vinculados con los mencionados objetivos.
La iniciativa “BTS” acaba de nacer, este año ha sido el proyecto piloto y para su consecución hemos establecido una alianza con un centro público, el “Instituto Juan Bautista”.
De cara a la Agenda 20-30, ¿Cómo utilizáis los ODS?
Para nosotros es una referencia absoluta y obviamente el mayor impacto que podemos hacer es al ODS 4 relacionado con la educación de calidad, ya que nuestra responsabilidad es formar a los profesionales del mañana.
¿Cuál es tu visión de la RSC? ¿Qué le falta al sector educativo para integrarla?
Creo que el sector educativo hace muchas cosas, pero no logran estructurar la RSC adecuadamente en sus estrategias y planes. La gran mayoría de colegios cuentan con fundaciones y acciones externas; sin embargo, se olvidan de extender la sostenibilidad a los alumnos y dentro del centro.
Esta situación tiene que cambiar. Los colegios tienen la responsabilidad de concienciar a los mandos directivos, personal del centro y alumnos sobre la que significa la RSC y la sostenibilidad.