Desde la pandemia, el mundo del diseño se encuentra en un momento de cambio de paradigma que configurará el futuro de los espacios que habitamos. Los recursos y la energía son finitos, pues la población en los núcleos urbanos sigue creciendo. Los comercios se enfrentan a la escasez; las ciudades buscan ser más saludables y las viviendas, autosuficientes. El diseño de interiores debe ser capaz de adaptarse y convertirse en una herramienta de cambio.
Y así es. Según el 66,6% de los profesionales, un buen diseño de interiores mejora la salud de las personas de forma crucial convirtiéndose en uno de los pilares fundamentales a la hora de crear los espacios; más de un 98% de los diseñadores de interiores la tienen en cuenta.
Estas son algunas de las principales conclusiones de la tercera edición del estudio ‘The New Habitat 24/25: así cambian los espacios que habitamos‘, que ha presentado hoy APE Grupo, empresa del sector cerámico, en Madrid. En la investigación ha participado la consultora Futurea y han colaborado el Consejo General de Colegios Oficiales de Decoradores y Diseñadores de Interior, Casa Decor, la Fundació del Disseny de la Comunitat Valenciana y Strabe. A la investigación cualitativa del informe se han sumado las conclusiones de una encuesta realizada a más de 400 profesionales del interiorismo, la arquitectura y el diseño de producto en España y las reflexiones de un panel de expertos formado por diez interioristas de renombre.
Viviendas y hoteles
Mientras que en 2022 la tendencia en los hogares era hacia la apertura al exterior, este año se ha producido un cambio hacia la sostenibilidad y la eficiencia energética, siendo esta última un factor importante para el 32,5% de los profesionales, en comparación con el 15% del año anterior. Una de las principales demandas actuales en cuanto a diseño de hogares es la inclusividad, que se espera que sea norma para el año 2030. Esto implica un enfoque más amplio de la diversidad humana, lo que a su vez ha abierto nuevas oportunidades para el desarrollo de espacios y productos más inclusivos.
En la actualidad se está produciendo un cambio en el juego de poder entre los hoteles y los clientes. Los hoteles están adoptando un enfoque más centrado en el consumidor para fomentar relaciones más recíprocas con ellos. Los diseñadores tienen el desafío de ayudar a los hoteles a abandonar su visión cortoplacista y ampliar su oferta de servicios en función de los gustos y las preferencias de los clientes. Esto incluye modelos de afiliación, como clubes exclusivos para socios y espacios amigables con las mascotas. La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de la salud física y mental, y los hoteles se han adaptado para ofrecer experiencias hiperpersonalizadas centradas en el bienestar y en el crecimiento personal. Los espacios se han rediseñado con una mayor atención a la prevención y a la recuperación.
Oficinas y retail
El comercio electrónico se mantiene en auge y los establecimientos físicos se ven obligados a adaptarse a las nuevas exigencias del mercado. Las marcas y tiendas deben ofrecer una experiencia única a sus clientes en diferentes niveles, innovando en los entornos comerciales y aprovechando la fatiga de las pantallas. Ya no se trata solo de vender productos, sino de crear un espacio simbólico y ofrecer una amplia gama de experiencias unificadoras para las comunidades. El estudio de APE Grupo revela que el 40% de los profesionales considera que este aspecto es la cuestión más importante a la hora de diseñar un espacio comercial. Los diseñadores afirman que la inmersión en la tienda es fundamental en la experiencia retail, incluso por delante de la exposición de producto.
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