La inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta primordial capaz de revolucionar sectores enteros y con el potencial de impulsar la sostenibilidad a nivel global. La IA puede utilizarse para medir la huella de carbono y buscar formas de reducirla, monitorear la cadena de suministro u optimizar procesos. Por ello, implementar esta tecnología progresivamente a nivel empresarial es fundamental. En este contexto, según la Encuesta sobre tecnologías emergentes 2023 de PwC, 6 de cada 10 empresas considera prioritario invertir en IA y otras tecnologías emergentes. Sin embargo, muchas de estas compañías no tienen claro de qué manera hacerlo o ni siquiera por dónde empezar.
El primer paso debe ser una revisión 360º de la empresa para localizar las principales necesidades y/o puntos de mejora y detectar si la IA puede o no aportar valor y ayudar a solucionarlo. La inteligencia artificial puede resultar una gran herramienta para abordar las ineficiencias, acelerar o automatizar los flujos de trabajo, pero también puede tratarse en áreas como servicios de atención al cliente, ciberseguridad, creación de contenidos, trabajo administrativo, comunicaciones internas, etc. Pero también puede tratarse en áreas eficaces contra la huella de carbono como medir, anticipar y optimizar el impacto ambiental de maneras que los métodos tradicionales no pueden igualar.
Una vez identificadas estas oportunidades, es crucial optar por las soluciones más apropiadas. Estas, dependiendo de las necesidades de la empresa, pueden ser soluciones basadas en suscripciones únicas, que son accesibles y fáciles de implementar, o bien soluciones personalizables que permiten adecuar la tecnología a flujos de trabajo determinados, pero será necesario formar a los trabajadores para que puedan optimizar su uso. Para proyectos más ambiciosos es recomendable el desarrollo de soluciones a medida, aunque también representa mayor nivel de inversión y complejidad.
Una vez está establecida esta tecnología en el entorno de la empresa, es fundamental contar con una infraestructura tecnológica firme. La IA requiere de potentes equipos capaces de tratar grandes volúmenes de datos, redes confiables para consolidar un flujo continuo de información y medidas de ciberseguridad que protejan los datos en su totalidad. La implementación de equipos portátiles que sean capaces de procesar las tareas de IA con rapidez y que incluyan NPU (unidad de procesamiento neuronal) integrada para los empleados, puede ser el primer paso y el más sencillo para que se empiecen a familiarizar con la IA y sus procesos.
Desde ASUS Business somos conscientes de la importancia de contar con una infraestructura tecnológica innovadora. Por ello, ofrecemos soluciones integrales con equipos con IA avanzada. Un gran ejemplo es el portátil ASUS ExpertBook P5, diseñado para una productividad de vanguardia, que integra soluciones de IA para videoconferencias, como ASUS AI ExpertMeet, o el botón dedicado a Microsoft Copilot que facilita y agiliza el acceso al asistente personal de inteligencia artificial, con las experiencias de Copilot+ PC.
Dado que la IA es un campo en permanente evolución, es esencial que las empresas permanezcan actualizadas sobre las últimas tendencias y avances. Ir agregando nuevas herramientas y adaptarse rápidamente a las innovaciones además puede permitir acelerar el progreso hacia la reducción de la mitad de las emisiones, objetivo marcado para 2030. Con la IA como base para un cambio escalable y significativo, las empresas pueden alinear el desarrollo económico con la reducción de la huella de carbono.
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