Uno de los objetivos fundamentales del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), centro adscrito al Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, es dar a conocer la actividad científica a personas más jóvenes a través de charlas, estancias educativas y visitas al centro para fomentar su interés por las ciencias naturales.
Desde el CNIC, consideramos que esta es una manera no solo de identificar personas con talento en etapas tempranas para trabajar en la investigación, especialmente en el ámbito cardiovascular, sino también de despertar nuevas vocaciones o, al menos, el interés por la ciencia en cualquier área.
Con programas y actividades específicas, nos proponemos introducir a adolescentes en el campo de la investigación, mostrándoles que las ciencias son opciones interesantes y accesibles, y no algo aburrido sin salidas profesionales. Aunque reconocemos mejoras recientes, somos conscientes de que las carreras científicas no están lo suficientemente reconocidas en los centros educativos ni en la sociedad en general. En el CNIC, junto con otras instituciones, aspiramos a cambiar esta percepción y aumentar el interés en la investigación, especialmente en los primeros años formativos.
Consideramos crucial tender puentes entre el mundo educativo y profesional para facilitar una transición fluida de los estudiantes al ámbito laboral. No obstante, nuestro objetivo no es solo ese; también buscamos dar a conocer las grandes posibilidades de la ciencia como forma de conocimiento útil a lo largo de la vida.
Colaboramos con instituciones educativas para acercarnos al talento joven y fomentar vocaciones. Desde el año 2006 organizamos el programa Acércate por el que cada curso, ocho estudiantes de bachillerato de toda España hacen prácticas durante dos semanas en el CNIC.
Varios de los participantes han podido completar años más tarde su doctorado en el Centro. En los últimos años, en colaboración con la Fundación Bertelsmann hemos impartido charlas en institutos, hemos participado en el programa de la Comunidad de Madrid 4ºESO-empresa facilitando a estudiantes el formar parte de un laboratorio o unidad técnica del CNIC durante una semana y facilitando visitas educativas al CNIC de institutos interesados.
Con estas iniciativas, aspiramos a desempeñar un papel activo en la orientación y formación de estudiantes mediante programas de prácticas, charlas motivacionales y recursos educativos. Reconocemos que es esencial establecer colaboraciones sólidas con centros educativos para lograrlo.
A través de este acercamiento, generamos beneficios tanto para los jóvenes al proporcionarles orientación y oportunidades concretas como para las empresas al acceder a talento motivado, y para los centros educativos al fortalecer sus lazos con el sector profesional.
Hemos comprobado que las actividades de orientación benefician a los profesionales voluntarios al permitirles compartir su experiencia, desarrollar habilidades de liderazgo y mejorar la imagen de la empresa. Para la empresa, contribuyen a la responsabilidad social y al desarrollo de la comunidad.
Testimonios de personas del CNIC que han participado destacan la riqueza que aporta la experiencia, tanto enriqueciendo su faceta científica como personal. El voluntariado educativo brinda oportunidades únicas para el desarrollo profesional, el perfeccionamiento de habilidades y conexiones valiosas en el ámbito educativo.
Solo dos ejemplos:
“Desde una perspectiva personal, el voluntariado educativo me brinda la oportunidad de saldar mi deuda con aquellos que me ayudaron en momentos difíciles. Además, me sirve como recordatorio de que todos enfrentamos preocupaciones en la vida, y abordarlas se vuelve más manejable cuando contamos con el consejo de alguien que ha superado situaciones similares.”
“Participar en el voluntariado educativo ha sido una experiencia que me ha permitido desarrollarme como educadora, revelando habilidades de enseñanza que desconocía en mí misma. Es una oportunidad invaluable poder compartir con las nuevas generaciones el día a día en centros de investigación, acercándoles al fascinante mundo de la ciencia, a menudo percibido como distante”.
Como se refleja en estos testimonios, el voluntariado educativo tiene un impacto positivo en los profesionales al ofrecerles la oportunidad de contribuir al desarrollo de futuros talentos, mejorar habilidades de comunicación y liderazgo, y fortalecer la cultura corporativa. Para la empresa, impulsa la reputación y el compromiso social.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Empresas que inspiran, una iniciativa de Fundación Bertelsmann, y coincidiendo con el Día del Voluntariado.